Tras la última reunión que mantuvieron en la Casa Blanca, el premier israelí aceptó retirar las tropas de una zona de Gaza y avaló que la ONU vuelva a distribuir ayuda humanitaria.
Fuente: infobae.com
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(Desde Washington, Estados Unidos) La presión política de Donald Trump a Benjamín Netanyahu aceitó las negociaciones indirectas que Israel y la organización terrorista Hamas mantienen en Qatar para lograr un cese del fuego de 60 días que permita la libertad de los rehenes cautivos en Gaza.
Hamas pretendía que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) se retiren de Gaza, que la tregua fuera definitiva y que la ayuda humanitaria en la Franja regrese al control de las Naciones Unidas.
A las tres exigencias de la organización terrorista palestina, Netanyahu dijo que no.
Pero a continuación, el premier israelí viajó a Washington, adonde mantuvo reuniones con Trump, J.D. Vance -vicepresidente los Estados Unidos-, Marco Rubio -secretario de Estado-, Pete Hegseth -secretario de Defensa-, Steve Witkoff -enviado de la Casa Blanca a Medio Oriente-, y una decena de legisladores influyentes en el Capitolio.
En todos estos cónclaves, Netanyahu escuchó que Estados Unidos estaba al lado de Israel, y que la ayuda militar y económica continuaría sin dilaciones.
A cambio, insistió el establishment político de DC, el primer ministro de Israel tenía que flexibilizar su posición de máxima ante las propuestas de Hamas.
Trump, Vance y Netanyahu en el Salón Oval de la Casa Blanca, (Washington, Estados Unidos)
Israel desplegó miles de soldados en Gaza para terminar con la capacidad militar y política de Hamas. Las tropas de las FDI se concentran en toda la Franja, y la organización terrorista exigió su retirada total para avanzar en las negociaciones.
Con la ayuda del Emir de Qatar, Tamin Bin Hamad Al Thani, el presidente de los Estados Unidos logró que Hamas aplacara esta exigencia que condicionaba las negociaciones indirectas en Doha.
A continuación, el emir Al Thani envió a Washington a su propio negociador que se encontró en el Ala Oeste de la Casa Blanca con Witkoff y Ron Dermer, ministro de Asuntos Estratégicos de Israel.
Ese encuentro ocurrió el martes pasado, antes de la última cita de Trump con Netanyahu. Dermer, que es el principal asesor de Netanyahu, desplegó un mapa de Gaza señalando adonde irían a quedar las tropas para satisfacer las demandas de Hamas.
El movimiento de las tropas -de norte a sur en la Franja- era mínimo, y Witkoff y el enviado qatarí alertaron que esa retirada no alcanzaría. Israel debía mejorar su propuesta para que las conversaciones avanzaran en Doha.
Horas más tarde, Dermer presentó a Witkoff otra iniciativa militar que fue avalada por Estados Unidos y enviada a Hamas. En principio, la organización terrorista aceptó estudiar la contrapropuesta israelí.
Donald Trump y Benjamin Netanyahu durante la cena oficial servida en la Casa Blanca, (Washington, Estados Unidos)
Con las diferencias respecto a las tropas de Israel en Gaza pendientes de una negociación final, Hamas insistió con la posición establecer una tregua definitiva en lugar de un cese del fuego parcial por 60 días.
Ante esta demanda en particular, Trump y Witkoff -a través de Qatar- replicaron a Hamas que Estados Unidos podía garantizar la extensión de la tregua, si las negociaciones continuaban de buena fe para liberar a la totalidad de los rehenes secuestrados en la Franja.
Hasta ahora, si hay acuerdo en los próximo días, la organización palestina liberaría a 10 rehenes vivos y los restos de 18 asesinados, de un total de 50 cautivos que tiene Hamas en Gaza.
Frente a la propuesta de Estados Unidos, con muchas reservas, Hamas aceptó continuar con la negociación para establecer -al menos- una tregua de 60 días.
Israel y Hamas -a través de Estados Unidos y Qatar- negocian la distribución de ayuda humanitaria en Gaza
Estados Unidos e Israel tienen probado que una cuota muy considerable de la ayuda humanitaria distribuida en Gaza por la ONU terminaba bajo el control de Hamas.
En este contexto, Trump y Netanyahu determinaron que toda la asistencia sea distribuida por la Fundación Humanitaria de Gaza, una entidad privada de escasa trayectoria internacional.
Hamas y las Naciones Unidas rechazaron la iniciativa de Trump y Netanyahu, mientras la crisis humanitaria se profundizaba en la Franja.
Cuando se reiniciaron las conversaciones en Doha, Hamas propuso que la ONU recupere la distribución de asistencia como condición para avanzar en la posible libertad de 28 rehenes.
Trump trató este asunto con Netanyahu y se llegó a una solución intermedia: la Fundación Humanitaria de Gaza continuará con su gestión en las zonas más pobladas de la Franja, en tanto que la ONU recuperaría la distribución en la zona norte.
Las tres condiciones que exigía Hamas y rechazaba Israel fueron contemporizadas por la presión de Trump, pero se trata de una negociación que continua abierta en una escenario geopolítico de permanente tensión.
Falta resolver los nombres de los rehenes vivos que obtendrán su libertad -hay 20 en total-, la cantidad de terroristas palestinos que serán excarcelados por Israel como parte del acuerdo, y la distribución de las tropas israelíes que permanecerían en Gaza.
Las negociaciones continúan hoy en Doha.