A pesar de las más de 80 empresas públicas creadas desde la pasada gestión del Movimiento al Socialismo (MAS), los resultados están en observación debido a que hay muchas de ellas que provocan déficits y gasto a los bolivianos, mientras las empresas privadas siguen batallando pese a las condiciones adversas que se presenta con la actual administración de Estado. Analistas económicos y empresarios coinciden, por separado, el papel clave que juega el privado en la economía nacional.
Fuente: El Diario
Si bien los organismos internacionales, como el Banco Mundial (BM) o el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) sugieren alianzas público privadas para los países en desarrollo, pero también destacan el rol del sector privado en la economía.
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En Bolivia pocas veces se ha sellado acuerdos público privados, ya que en los últimos 20 años se priorizó el rol del Estado en la economía nacional, desplazando al sector empresarial y frenando el ingreso de inversiones o empresas en áreas estratégicas.
Para el asesor de la Cámara Nacional de Industrias (CNI), Hugo Siles, las alianzas público privada es una opción para promover el desarrollo de las actividades económicas en Bolivia.
Sin embargo, fue claro en señalar qué necesita el sector privado, para que el Estado deje de intervenir en las actividades económicas y productivas, y más bien genere condiciones para la inversión privada.
“El Estado debe asumir un rol regulador y no de intervención en actividades productivas, para no generar competencia con el sector privado y de esta forma impulsar la iniciativa privada para crear fuentes de trabajo formales”, reflexionó Siles, en la mesa redonda organizada por EL DIARIO con el apoyo de la Federación de Empresarios Privados de La Paz, en la que participaron: industriales, exportadores y, por supuesto, empresarios, el pasado 15 de julio.
Empresarios
Los empresarios hace tiempo solicitaron al gobierno seguridad, para dinamizar la economía nacional a través de la inversión, pero el incumplimiento de las normativas bolivianas impide la llegada de capitales, así lo muestra el último informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), en donde revela que Bolivia está a la zaga de la Inversión Extranjera Directa (IED).
Uno de los problemas que enfrentan los privados, en el oriente del país, es el avasallamiento a tierras productivas, mientras que en el occidente se registra invasión a concesiones mineras por parte de comunarios.
Foro
El gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez Álvarez, en su columna de opinión: “Sin un sector privado vital, no hay un futuro posible”, detalla el foro que fue organizado por la Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (Cainco) bajo el lema “El Futuro Posible”, que reunió a cuatro candidatos a la presidencia del país, el pasado 17 de julio.
“Estrictamente hablando, considerando lo visto y escuchado en el Foro por parte de los candidatos con pretensiones presidenciales, muchos apuestan a que luego de las elecciones, el péndulo en el país podría pasar de la izquierda a la derecha, siendo que, con ciertos matices de gris, todos hablan casi el mismo idioma dando gran importancia al mercado, así como al empresariado privado”, indicó.
En el mismo se abordaron variados temas, entre ellos: corrupción, meritocracia, digitalización, pacto fiscal, narcotráfico, avasallamientos, tecnología, transparencia, reforma de la justicia y “la institucionalidad como elemento clave para el desarrollo”; asimismo, la frustración de los jóvenes, oportunidades pérdidas, formación desconectada de la realidad, el anacronismo de la Ley General del Trabajo con más de 80 años de antigüedad, la productividad en caída libre, la pérdida de talentos por la migración, la alta tasa de desempleo juvenil y, que “el futuro no se hereda, se debate y se construye (…)”, señala.
“Un tema no menor fue la libertad para invertir y producir, sin miedo; incentivar en vez de empujar a la informalidad; la importancia de la gestión con responsabilidad, solidaridad, eficiencia y subsidiaridad dando espacios al empresariado; y, que la libertad es un derecho que lleva a la prosperidad”; finalmente, la urgencia de fortalecer al sector privado que, pese a un entorno hostil, sigue de pie, estoicamente, haciendo lo que debe, aunque resistir, no es suficiente; el reto es encarar un nuevo entorno en lo técnico, político, económico y cultural, con un “Estado habilitador que no obstruya, que facilite y deje hacer”, sostiene.
Menciona a Jean Pierre Antelo Dabdoub, presidente de Cainco, quien manifestó que urge un nuevo ciclo en el que se dé vitalidad al empresariado con un entorno habilitador que garantice la estabilidad, regulaciones claras y, sobre todo, seguridad jurídica, algo que hoy no existe por la falta de confianza en la justicia. Finalizó indicando que el nuevo Estado deberá entender que su rol no es competir con su propia gente, sino, habilitarla.
“La vitalidad de un país se mide, y se mide con esa capacidad de transformar el esfuerzo en esperanza, y en Bolivia esa esperanza pasa inevitablemente por un sector privado que deje de pedir permiso para existir, para construir. Quien aspire a gobernar Bolivia, debe entender que, sin un sector privado vital, no hay un futuro posible”.
Fuente: El Diario