Este año podría convertirse en el más violento de los últimos tiempos por el incremento de crímenes en el país por el sicariato. Al menos seis personas son asesinadas cada día en el Perú.
Por Carlos Oré Arroyo
Fuente: Infobae
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
La violencia homicida en Lima ha alcanzado niveles alarmantes durante 2025, superando ya el millar de víctimas mortales solo en la capital y reflejando una preocupación creciente en todo el país. Las cifras y los crímenes recientes no solo estremecen por su brutalidad, sino por el patrón de impunidad y sangre fría que se repite en distritos diversos, sin distinción de edad, sexo o condición social.
La noche del último lunes, San Juan de Lurigancho fue escenario de uno de los crímenes más impactantes. Germán Zamora Guerrero, ciudadano venezolano de 27 años, compartía con amigos en un billar de Campoy cuando la muerte lo halló disfrazada de repartidor. Un sicario con mochila de delivery llegó en motocicleta hasta la esquina, subió al segundo piso del inmueble, ubicó a su objetivo y abrió fuego, disparando 12 veces.
Tres tiros alcanzaron a Zamora Guerrero, quien murió en el acto. El asesino, lejos de ocultar su crimen, grabó la ejecución con su celular como prueba del trabajo cumplido, y huyó en la misma moto que lo llevó a cumplir el encargo. En el barrio, nadie quiso hablar: impera el miedo y la resignación ante la violencia que ha convertido varias zonas del distrito en territorios dominados por bandas y ajustes de cuentas.
Más de mil asesinatos en 2025
Este caso es apenas el más reciente de una ola de crímenes por encargo en ascenso. El fenómeno del sicariato, que mezcla ajuste de cuentas, venganza y disputas por el control del tráfico de drogas o cobro de cupos, no conoce límites. Las cifras del Sistema de Información de Defunciones (Sinadef) muestran que, al 11 de julio, ya se han contabilizado 1.148 homicidios a nivel nacional. Lima lidera la estadística con 405 asesinatos, seguida de La Libertad (127) y el Callao (109). Esta tendencia coloca al 2025 como el año más violento de los últimos tiempos, una conclusión que comparten fuentes policiales y analistas.
Y la violencia no elige víctimas. Entre las muertes más recientes y estremecedoras se encuentra la de una niña de apenas tres años en el Callao, abatida por sicarios junto al conductor de la camioneta donde viajaba. El coronel PNP Luis Musayón, jefe de la Dirincri del Callao, describió la escena: “Aproximadamente en escena hemos encontrado 11 casquillos. Teniendo en consideración eso, habrían sido 11 los impactos. Las víctimas tienen múltiples traumatismos”. Los pistoleros, a bordo de otra motocicleta, dispararon contra el copiloto del vehículo. En el tiroteo murieron el chofer y la menor, y quedó gravemente herida la madre de la niña, una joven de 20 años. Todo apunta a un ajuste de cuentas vinculado al enfrentamiento entre bandas rivales por el dominio sobre la venta de drogas en la zona.
Tampoco han sido ajenos los adolescentes a esta ola de sangre. En Ventanilla, un joven de 15 años falleció al ser atacado por encapuchados justo en la puerta de una bodega a la que acudió con un amigo. Los homicidas, vestidos totalmente de negro, actuaron con total premeditación y luego desaparecieron, dejando una nueva tragedia en el distrito.
Otro caso reciente se registró en la zona de Huaycán, donde un mototaxista fue asesinado de tres balazos mientras esperaba a una amiga afuera de un salón de belleza. La víctima descansaba sobre el asiento posterior del vehículo cuando el sicario lo sorprendió. En el pavimento quedaron los casquillos del ataque, que la policía investiga como posible extorsión, venganza o parte del cobro de cupos —una modalidad cada vez más común en la capital y el Callao.
Sicariato y delincuencia sin límite
Las autoridades reconocen que las estrategias y acciones para contener la violencia resultan insuficientes frente al avance de organizaciones criminales, la expansión del sicariato y la circulación de armas en el mercado negro. El fenómeno deja un saldo preocupante: al menos seis personas son asesinadas cada día en el Perú, la gran mayoría en contextos de criminalidad organizada.
El exjefe de la Dircote, José Baella, resumió así la gravedad del panorama: “Organizaciones criminales, tanto extranjeras como nacionales, se han vuelto muy violentas. Y lo que hemos visto casualmente es la violencia y el desprecio por la vida humana. Al sicario no le interesa matar a una persona. Lo que le interesa es el beneficio económico. Te cobran entre 2.000 y 3.000 soles”.
Baella advierte que las estadísticas no engañan y que 2025 podría convertirse en uno de los años más violentos del país: “Comparado al año pasado, ya los hemos superado y la tendencia es al alza. Yo creo que 2025 puede ser uno de los años más violentos en el país. Al sicario no le interesa quién eres. Lo único que interesa es cumplir su objetivo, que es matarte y hacerlo de manera violenta. Y si lo filmas, mejor”.
Según Baella, la proliferación de armas de fuego ilegales y la ausencia de una política efectiva de recuperación de armamento en el mercado negro agravan el problema. Sugiere la necesidad de implementar estrategias innovadoras: “Ocurre sicariato porque hay armas. Entonces hay que recuperar esas armas con una estrategia. Hace años en el Callao hubo una estrategia: la persona podía entregar el arma y recibía un beneficio económico. Hay que hacer algo porque, de lo contrario, esto se nos va de las manos”.