La Paz. Los pacientes y sus familiares aseguran que no saben cuándo recibirán la dotación de medicamentos ni cuándo se verán obligados a comprarlos en farmacias privadas. La CNS dice que la provisión debería ser normal en todos sus centros.
“Vuelva mañana”, “Se acabaron, estamos esperando que nos repongan” y “No lo va a encontrar en nuestra farmacia; mejor búsquelo por su cuenta” son algunas de las frases que muchos pacientes de la Caja Nacional de Salud (CNS) en La Paz escuchan al momento de recoger los medicamentos que les fueron recetados.
Si bien las autoridades de la CNS aseguran que trabajan para mantener provistos sus centros con los medicamentos necesarios, la atención es irregular, según denunciaron los pacientes de los policlínicos Miraflores y Centro, así como del Hospital Obrero de la ciudad de La Paz, donde un equipo de Visión 360 realizó un recorrido. Sin embargo, en otros establecimientos de salud, como el Hospital Materno Infantil, la situación es normal.
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“Tienes que tener mucha suerte”, aseguró Pilar Mamani, de 55 años, una paciente que hacía fila en la farmacia del Hospital Obrero. “Hay días en que tienen de todo, pero también hay semanas en las que te dicen: ‘Vuelva mañana, se nos acabó’. Y como no puedes esperar, tienes que comprar en un lugar privado”, agregó.
“No es raro el día en que te digan que debes volver después porque se les acabó (el medicamento). Lo malo es que el más costoso”.
Carlos Quispe, paciente
Este problema es reconocido por el personal de este seguro de salud e incluso ha llegado a limitar a los mismos médicos. Uno de ellos, que pidió mantener su identidad en reserva, dijo a Visión 360 que, antes de emitir las órdenes, deben consultar si los medicamentos necesarios están disponibles en las farmacias de los centros de la Caja. En caso contrario, tienen que buscar las marcas más económicas.
“Es que, si no pueden obtener los medicamentos en nuestros centros, incluso tenemos que recomendar que, de la lista disponible, escojan los más económicos”, contó el médico.
La CNS es una de las principales aseguradoras del país, junto con el Sistema Único de Salud. Hasta 2015, la CNS aglutinaba a 2,9 millones de personas aseguradas, según el anuario estadístico de ese año del extinto Instituto Nacional de Seguros de Salud (Inases). Actualmente, no se ha revelado el número exacto de afiliados.
Placebos a mansalva
“Nos dan los medicamentos que nos recetan los doctores acá, pero en algunos casos son muy suaves. Son placebos.
Mi hija, por ejemplo, se sometió a una operación la semana pasada, de las muelas del juicio, y tuve que comprar el medicamento más efectivo porque lo que le dieron en la Caja era muy suave”, contó Gabriela Montes, paciente del Policlínico Miraflores.
Esa es otra de las quejas más comunes de los asegurados: la entrega de medicamentos que no cumplen con los requerimientos de las recetas o, mientras esperan la reposición de las sustancias necesarias, entregan analgésicos como Paracetamol.
“Mi papá está internado y necesita un medicamento especial porque está entubado. Pero no lo tienen, y solo nos dieron Paracetamol, que no necesita. Tuvimos que buscarlo por nuestra cuenta y nos costó más de 500 bolivianos, ya que cada comprimido cuesta entre 20 y 30 bolivianos”, contó Carla Vázquez, de 34 años, quien se encontraba en la sala de espera aguardando los resultados de la consulta de su padre.
Eso sí, todos los consultados por Visión 360 reconocieron que no hay problemas para conseguir analgésicos. Desde Paracetamol hasta Ibuprofeno, entre otros, estos medicamentos se encuentran sin dificultad.
La situación se complica cuando se trata de medicamentos para enfermedades como diabetes, cáncer o problemas neurológicos más severos.
“Tienes que tener suerte. Si bien la situación ha mejorado, no es raro el día en que te digan que debes volver después porque se les acabó o que nunca lo tuvieron en primer lugar. Lo malo es que se trata de los medicamentos más caros”, lamentó Carlos Quispe, de 45 años.
Los afectados remarcaron que el problema principal es que el costo de muchos medicamentos es muy alto cuando se adquieren en farmacias privadas.
“¿Para qué necesitamos más Paracetamol? Eso lo podemos conseguir en cualquier farmacia. Lo que nos preocupa son los medicamentos que se administran mediante suero o los para problemas del corazón, que son muchísimo más caros”, agregó Vázquez.
Por su parte, Gabriela Montes indicó: “Vengo por cosas básicas; hay personas que tienen enfermedades más complicadas y eso es más grave. Muchos se quejan, adultos mayores se quejan porque no hay medicamentos, les mandan de una semana para que vuelvan… y ya pasó la receta”.
Además de los medicamentos, existe la problemática con insumos adicionales, como jeringas, catéteres, bolsas de suero y otros elementos necesarios.
En más de una ocasión, los pacientes y sus familias se han visto obligados a comprar estos insumos antes de una operación. “Es peor si, por ejemplo, ingresas en la tarde. Te puede pasar que te digan que ya agotaron todas las existencias, que tienes que volver al día siguiente o comprártelo por tu cuenta”, relató un afectado.
Sin embargo, la situación ha mejorado en comparación con lo experimentado a principios de este año. En algunos lugares, como el Hospital Materno Infantil, la provisión se realiza de forma regular.
“Por el momento no he tenido ningún problema. Todo lo que necesito para mi embarazo se encuentra en su farmacia”, aseguró una madre de 30 años.
También es cuestión de suerte. Dependiendo de la enfermedad y la sustancia, varían las posibilidades de conseguir las marcas necesarias.
“Es normal la provisión. Acá en el policlínico (de Miraflores) no me faltaron medicamentos, pero en el Gastroenterológico del (Hospital) Obrero sí. Me dieron el nombre de unos medicamentos que tenía que comprar porque no los tenía la Caja, pero acá en el policlínico, no”, aseguró Fabiola Ruiz Gonzales.
Por su parte, la Caja Nacional de Salud asegura que la provisión debería ser normal en todos sus centros. A finales de junio, las autoridades informaron que, a través de la Sección Nacional de Farmacia, se aseguró la llegada de un nuevo lote de medicamentos, como parte del proceso de abastecimiento regular, destinados a diversos hospitales y centros integrales de salud.
Entre estos se encontraban medicamentos oncológicos de alta rotación, antiparasitarios, soluciones, oftálmicos, cardiovasculares, neuronales, respiratorios, dermatológicos, ginecológicos, antibióticos y anestésicos, medicinas para el tratamiento de sangre, hormonas y remedios referentes al tracto alimentario.
Según el informe oficial de la CNS, “la licitación pública y posterior adquisición de este lote de medicamentos estuvo bajo estrictos criterios técnicos y normativos por parte de la institución aseguradora, priorizando la calidad, la eficacia terapéutica y la cobertura de las principales necesidades clínicas”.
En ese sentido, las autoridades de la CNS garantizaron que “a la fecha se realiza el suministro de medicamentos de manera normal”.
Esta provisión es esencial, ya que los precios de los medicamentos en farmacias privadas han llegado a triplicarse, especialmente si son productos de origen extranjero, como los de Chile. “Por la falta de dólares enfrentamos varios problemas para proveernos y vender a precios accesibles. Incluso remedios de consumo regular, como analgésicos y antigripales, han visto disparados sus precios. Ni qué decir con compuestos para enfermedades más complicadas y antibióticos”, informó una farmacéutica que prefirió mantener su nombre en reserva.