17 de agosto, día más que histórico


El domingo 17 de agosto, los bolivianos celebramos el Día de la Bandera, en honor al Aniversario de la creación de la primera enseña en 1825, siendo la tricolor, el tercer diseño definido por Manuel Isidoro Belzu, el 31 de octubre de 1851.

Han transcurrido 174 años desde la primera vez que la tricolor rojo, amarillo y verde se izó en el faro de Qönchupata, bandera a la que todos los bolivianos de origen, de sangre y los naturalizados, le debemos lealtad, fidelidad y respeto, al margen de posiciones ideológicas, políticas o religiosas, sean diestros o siniestros, moros o cristianos, capuletos o montescos. Mucho más aún los miembros de las Fuerzas Armadas de la Nación y de la Policía Boliviana que tienen la misión fundamental de defender y conservar la independencia, soberanía y estabilidad del Estado; la defensa de la sociedad y la conservación del orden público. Ambas instituciones están al servicio del país y no al servicio del poder político ni a caprichos del gobernante de turno que, desde 2002, vienen siendo no solo usadas, sino ultrajadas por decisiones políticas que no responden al rol constitucional de la institución tutelar de la Patria y custodio del orden interno.



Y por esos avatares de nuestra historia reciente, como nunca había ocurrido desde la fundación de la República, para el domingo 17 de agosto, se fijó como el día del desarrollo de elecciones generales en el país para elegir al Presidente, así como a senadores y diputados en un número de 166 titulares y 166 suplentes, aunque estos últimos, constituyen un gasto insulso, porque su aporte ha sido y será nulo al bienestar de los bolivianos y al desarrollo del país.

Sin embargo, el 17 de agosto no será un Aniversario más de nuestra gloriosa tricolor, será una fecha más que significativa para todos, porque ese día, al margen de elegir al próximo gobernante y a los parlamentarios, será la oportunidad para ratificar nuestra honestidad y lealtad con los altos intereses de la Patria, asistiendo a los centros de votación para ejercer nuestro derecho constitucional y democrático de elegir a los mejores ciudadanos que nos devuelvan dos cosas: 1. Dignidad a la República; 2. Estabilidad económica con igualdad y justicia social para los ciudadanos que vivimos en este ubérrimo territorio.

=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas

Por eso, el domingo 17 de agosto, el mejor homenaje que le podemos rendir a nuestra bandera, es ir a votar y elegir, para de esa manera desterrar a los que en el pasado reciente han dilapidado nuestros dineros y los recursos naturales, han violado derechos fundamentales de niñas, han sido cómplices de brutalidades, han sido suwas y ph’iña maquis, que han visto y ven a las entidades públicas como las salvadoras de sus apuros económicos para después enriquecerse.

Pero, además, debemos ser guardianes de nuestro voto para que todos, enganchados de la mano, enfrentemos la crisis económica, social y política en la que nos han sumido y seamos capaces de salir adelante por nosotros mismos, sin tener que soportar agresiones, ni mensaje, ni insultos de personajes y gobernantes funestos que, desde el exterior pretenden influir. La responsabilidad es nuestra, es de todos los bolivianos, no de otros. ¡Hagámoslo!

El autor es Abogado y docente en la UMSS