El objetivo es impulsar inversiones en el sector, revertir la caída de la producción de gas y evitar una crisis en la provisión de energía eléctrica.
Fuente: CBHE
Cambiar la Ley de Hidrocarburos “es la prioridad número uno. Si algo este país no soportaría, sería un racionamiento eléctrico”, afirmó el candidato a vicepresidente por Alianza Unidad, José Luis Lupo, durante el conversatorio «Situación actual y perspectivas del sector energético», en el que también ratificó que se eliminarán los subsidios a los combustibles y se impulsarán cambios normativos para atraer inversiones y garantizar la seguridad jurídica.
Precisó que realizar cambios en el sector energético es fundamental en el marco de una de reforma estructural de la base productiva del país, que engloba a otros sectores, como el agropecuario y el minero. Aseveró que, al igual que en otras áreas, “lo más importante es garantizar la seguridad jurídica de manera contundente”, además de revisar el sistema de precios e impulsar “modificaciones más profundas para la exploración de nuevos campos y el desarrollo del sector energético”.
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Durante el encuentro organizado por la Cámara Boliviana de Hidrocarburos y Energía (CBHE) y la Cámara Boliviana de Electricidad (CBE), Lupo expresó que “el país que estamos recibiendo no es viable, si primero no lo estabilizamos y cambiamos su base productiva” a partir de una revisión de la normativa, que debe ser consistente y armónica “con la visión de un país abierto, con incentivos al sector privado, con seguridad jurídica y con Estado de derecho”. Agregó que “estamos compitiendo con países que tiene una normativa más moderna, flexible y atractiva para la inversión”.
Antes de su intervención, representantes de la CBHE y la CBE, explicaron cuál es la situación del sector energético, haciendo hincapié en la necesidad de tomar acciones en el corto plazo, como las modificaciones a la Ley 767, que actualmente se encuentran en trámite en el Legislativo; si no se toman, el país corre el riesgo de iniciar la importación de gas en un plazo de tres años.
Lupo coincidió en la necesidad de tomar acciones inmediatas, incluyendo la incorporación de incentivos para aumentar la producción en el corto plazo. No obstante, precisó que se requieren cambios estructurales para garantizar la producción y provisión de gas, así como la seguridad energética en los próximos 20 años.
Condiciones para la inversión
Manifestó que se requiere inversión extranjera, porque “la doméstica no es capaz de generar los niveles que el país necesita”, además de que también incorpora tecnología y conocimiento.
Señaló que “no hay forma de salir de esta crisis con parches”, por lo que es necesario cambios estructurales con políticas de largo plazo, como lo es la política energética. Afirmó que uno de los cambios necesarios, es devolverle al sector el carácter técnico, donde el mérito y el ‘expertise’ sean los criterios de designación y contratación, para lo cual habrá que revisar los mecanismos de retribución, tomando en cuenta los parámetros que existen en el sector a nivel internacional.
Lupo manifestó que en este proceso será importante la participación del sector privado. No obstante, precisó que el Estado seguirá teniendo un rol fundamental, pero en un sistema transparente, que brinde confianza y genere competitividad, y donde YPFB seguirá siendo una empresa estratégica.
Consultado sobre cómo se impulsará la transición energética, en un esquema que requiere abastecimiento, precio accesible y el cuidado del medio ambiente, Lupo indicó que garantizar el abastecimiento es el mayor desafío y el precio será la variable clave en la toma de decisiones, pero precisó que “el tema ambiental no está en discusión, se deban aplicar políticas sostenibles y amigables con el medio ambiente”, remarcando que hoy incluso es una condición para obtener apoyo y financiamiento de los organismos internacionales.
El candidato vicepresidencial expresó que existen asimetrías muy grandes en el sector, así como en otras áreas de la economía, lo que impone un “desafío enorme” en el corto plazo, para no impactar en temas como el precio del gas domiciliario y que se generen condiciones atractivas para la exploración. Esto, a su juicio, cobra mayor relevancia porque el precio del gas está asociado a la generación eléctrica y su impacto social.
Eliminación de los subsidios
Lupo expresó que, en el eventual gobierno de Alianza Unidad, “los subsidios se van a acabar”. “No creo en los subsidios, no nos han ayudado en nada”, aseveró. “Se nacionalizó el gas y no hay gas, se subsidia el diésel y no hay diésel. Está muy claro que es imposible sostenerse en esas políticas, el gran dilema es cómo lo vamos a hacer cuando todos los problemas se han juntado”, dijo.
Indicó que el subsidio al diésel se levantará casi de manera inmediata, mientras que el de la gasolina será más focalizado, dirigido especialmente hacia el transporte, pero sólo de manera temporal.
Aseverando que hay que establecer una ruta en conjunto con el sector privado, expresó que “es casi una obligación” generar espacios de colaboración, pues “no pretendemos gobernar para nadie, lo que queremos es gobernar con cada uno de estos sectores que se están involucrando, arriesgando su patrimonio, asumiendo riesgos”.
Al reiterar la necesidad de una nueva normativa para el sector, expresó que “no nos estamos jugando un negocio, nos estamos jugando un país”.
Recortar los subsidios también permitirá impulsar el desarrollo de energías renovables, porque “no hay otro camino”.
Necesidad de acuerdos
Manifestó que alcanzar acuerdos en la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP) será fundamental para avanzar en estos cambios. Incluso, dijo que ya han conversado con la Alianza Libre, de Jorge Quiroga, para avanzar en la propuesta de soluciones a partir del 18 de agosto, con temas relacionados con la Constitución Política del Estado, energía, hidrocarburos, minería y agropecuaria. Esto, porque la primera vuelta presidencial definirá la conformación de la futura ALP.