Bloomberg advierte ‘optimismo de barro’ en la economía boliviana


Los mercados ven con esperanza un cambio político, pero analistas alertan que la economía enfrenta riesgos fiscales y sociales graves.
Por Daniel Zenteno 
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Bloomberg es una empresa especializada en información financiera. Foto: Archivo

Bloomberg en Línea advirtió que la euforia reciente por el incremento de los bonos soberanos de Bolivia es un “optimismo con pies de barro” que contrasta con una realidad económica y política debilitada.

Jonathan Fortun, economista del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF), calificó como “un espejismo” el optimismo que muestran los mercados ante la deuda boliviana, a pocos días de las elecciones presidenciales.

En los últimos seis meses, el rendimiento del bono soberano con vencimiento en marzo de 2028 cayó de casi 23% a 15,4%, su nivel más bajo desde marzo, impulsado por la expectativa de un cambio de gobierno y un ajuste fiscal.



Sin embargo, Fortun advierte que Bolivia opera “con tiempo prestado”, con un déficit fiscal cercano al 16% del Producto Interno Bruto (PIB), deuda pública de alrededor del 90% del PIB, reservas líquidas por debajo de dos meses de importaciones sin contar el oro y una economía dependiente de hidrocarburos en declive.

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Los analistas subrayan que un ajuste para cerrar el déficit requeriría medidas drásticas que afectarían empleo, subsidios y servicios públicos, con un alto riesgo de movilizaciones sociales.

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Débora Reyna, de Oxford Economics, señaló que un ajuste sin recesión profunda “parece poco probable” y que lo ideal sería hacerlo con financiamiento internacional y supervisión del Fondo Monetario Internacional (FMI), de forma gradual pero visible en uno o dos años.

Luis Fernando Romero, investigador y presidente del Colegio Departamental de Economistas de Tarija, considera que el repunte de los bonos también responde a la expectativa de cambios en el modelo económico, como una devaluación y recortes en la subvención a los carburantes, pero coincide en que el riesgo fiscal “está más latente que nunca” y que la economía formal “está anclada” al gasto estatal, por lo que cualquier recorte tendría un fuerte impacto en el empleo.

Fortun insiste en que el reto del próximo gobierno será tanto económico como político, ya que un aumento rápido del desempleo podría detonar una crisis social. “El ajuste es la mecha, y sin blindaje político suficiente, la explosión es cuestión de tiempo”, advirtió.

Las elecciones en el país se realizarán el domingo y todo señala que tras casi 20 años el Movimiento Al Socialismo (MAS) quedará fuera del poder.