De la vulnerabilidad de Lara a la cuenta imposible de Tuto


Sin equipo y sin aliados, el binomio Paz – Lara está siendo escrutado por la opinión pública; mientras, Tuto debe resolver qué votos debe buscar. La guerra sucia empezó fuerte y tendrá consecuencias al final

De la vulnerabilidad de Lara  a la cuenta imposible de Tuto
Edman Lara y Tuto Quiroga

 

Fuente: El País.bo



Todos esperábamos que la campaña de la segunda vuelta empezara rápida y virulentamente, pero es que no pasaron ni dos horas desde que Unitel había entregado los resultados de boca de ánfora para que Rodrigo Paz Pereira se convirtiera en el caballo de Troya azul; Jaime Paz en el padre del Che Guevara y el capitán Lara en la reencarnación de Stalin versión evangélica.

No es del todo justo decir que las encuestadoras no habían avisado del resultado final. Llevaban cuatro meses calcando resultados de los dos “favoritos”, que apenas trepaban del 20% y señalando un 30% de indecisos, nulos y blancos que iban a decidir la elección. Más si se tiene en cuenta que los barrios populares acaban siempre infra – representados en ese tipo de encuestas estadísticas.

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Era el voto “popular”, agazapado, en parte esperando la instrucción de Evo Morales, en parte esperando que Andrónico los conquistara. Ni uno ni otro se movió al respecto y eligieron otro héroe: un exfundionario policial que se batió contra la institución peor valorada del país y un Rodrigo Paz que parece nuevo sin serlo y que habla extraordinariamente bien, sin rimas, sin prepotencia ensayada, sin muletillas. “Capitalismo para todos”, que es básicamente lo mismo de siempre pero con otro tono.

El clivaje económico, que iba a ser decisivo según la mayoría de los analistas, se fue al tacho: a los bolivianos no les salva nadie, nadie espera ser salvado. Si funcionó el izquierda derecha para que Tuto defenestrara a Samuel, y probablemente también para que el movimiento popular eligiera a Lara y no a Andrónico o Del Castillo que enarbolaban una definición de izquierdistas que no condice con el día a día, y sobre todo, con lo que en TikTok las hordas de Milei dicen que es el “zurderío”, pero por si acaso, no se vota.

El radar

Paz y Lara, sobre todo este último, que eludió acudir al debate vicepresidencial, volaron bajo el radar. Viajaron de pueblo en pueblo, sobre todo Rodrigo, durante muchos meses, pero nunca tuvieron que dar explicaciones densas a nadie, pues nadie les escrutaba, ni su profundidad, ni su coherencia ni su propia vida.

Bastaron 24 horas para que las cámaras se posaran sobre un capitán Lara eufórico y vulnerable, que se fue a festejar a El Alto y acabó embriagado de emoción reiterando sus promesas de campaña, que algunos interpretaron como amenazas. Al día siguiente, ante el revuelo, acabó “pidiendo perdón al pueblo” y el viernes Rodrigo paz acudió a su encuentro, seguramente para pactar unos mínimos o algún tipo de hoja de ruta que les lleve a la victoria: qué decir sobre Evo, qué decir sobre el gasto público, qué decir de la Renta Dignidad o qué decir de los autos chutos. Cada compromiso es una factura por pagar, y las cuentas no cuadran.

Tuto y Jp

La bienvenida a la batalla de redes brindada por el tutismo a Paz y Lara ha sido épica, pero alguien ha pedido levantar el pie del acelerador. Quedan más de 50 días de campaña y de todo se aburre uno.

El plan evidente es atraer al millón de votos de Samuel hacia Tuto, aunque suene difícil después haber fundido a su líder en dos semanas justamente con el mismo argumento con el que se prevé fundir a Paz: el masismo endógeno. Algunos creen que puede funcionar mejor explotar el miedo a Lara y sus totalitarismos sin necesidad de recurrir siempre a la carta del masismo.

Con JP ya amortizado – aunque siempre puede ir a peor – Tuto cree tener cubiertas todas las vulnerabilidades y asentado su clivaje a la derecha para salir a buscar votos al centro, porque hay una cuestión aritmética básica: con el millón de votos de Samuel no le alcanza.

Los otros votos

Está por ver cuánta ascendencia tiene Doria Medina sobre sus votantes, pero de momento ha dado su apoyo a Rodrigo Paz Pereira por ser primero en la primera vuelta y eso, de alguna forma, lo certifica como no masista (salvo para los que creen que Samuel efectivamente sí es masista).

Por otro lado, Paz y Lara no van a admitir ningún tipo de sintonía con el masismo de Evo y tampoco parece probable que caigan en los errores de Andrónico Rodríguez, cuya posición ambigua sobre el expresidente lo dejó en tierra de nadie. Aún así miden sus palabras: es un millón de voto nulo que se puede atribuir a Evo Morales, y eso son muchos votos.

De momento Morales no ha hecho pública su apuesta para la segunda vuelta, que puede efectivamente ser decisiva: dar apoyo a Paz puede ahuyentar a unos pero sumar a otros; pedir el nulo puede acabar no solo repitiendo resultados, sino incrementarlo: muchos no quieren votar ni por Paz ni por Tuto, así que es pronto para señalar por dónde va a ir la “sorpresa”.

La salvada del MAS

El hundimiento del Movimiento Al Socialismo es la otra gran noticia de esta elección, no porque estuviera anunciado, sino por la profundidad del mismo. El MAS pasa de tener casi 90 parlamentarios a tener uno solo: el diputado indígena de Pando

Eduardo del Castillo, con una campaña casi réplica de la de Trump a la segunda vueltas: hilos rojos, sesiones de chistes, gatitos, y demás, ha logrado una proporción suficiente para que la sigla – aunque no se sabe quién la controlará – se mantenga a la espera de días mejores.

Andrónico ha hecho crítica a Evo, mientras Del Castillo se ha limitado a felicitarse. En unas semanas, probablemente, el MAS convoque a sus ex amigos para definir el futuro de la marca, que si bien quedó ligado al fiasco de Arce, puede depurarse hasta 2025.

Fuente: El País.bo