En 2019, también en plena campaña electoral, unas grabaciones amenazaron la relación Camacho-Pumari. Ahora, también los postulantes conservadores se sacan chispas rumbo al 17.
Fuente: Opinión
Ninguno parece estar dispuesto a bajar el tono en la disputa. Se enfrentan, se desafían, lanzan advertencias y echan mano de los mecanismos que tienen cerca para intentar sacar ventaja. Todo les es útil a la hora de abrirse paso y ganar potenciales votantes.
Los candidatos de oposición se han desmarcado de la posibilidad de tejer alianzas genuinas. Y van por sus caminos. En el medio, una historia sinfín, repetida: las peleas, en lo que representa una interna conservadora caldeada fuerte en la recta final de la época de campaña electoral, con miras a las votaciones del 17 de este mes. En el medio, también, la irrupción de nombres clave como el del empresario multimillonario Marcelo Claure, entre otros.
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La primera señal de estos desencuentros fue, muy probablemente, aquel bloque de unidad opositor que se ha fracturado al poco tiempo de haberse creado. Con denuncias cruzadas y observaciones en torno a la legitimidad de las encuestas, el frente se desvaneció ante la mirada atenta de personajes que habían apostado por él como Carlos Mesa y Amparo Ballivián.
Aquí, un repaso por las peleas que marcaron las crisis en la oposición, con el foco puesto en las elecciones que están en puerta.
BLOQUE SIN UNIDAD En su prisa por vencer al Movimiento Al Socialismo (MAS), los políticos de oposición consumaron, en diciembre de 2024, el bloque de unidad. Allí estaban los entonces precandidatos Samuel Doria Medina, Jorge Tuto Quiroga, Amparo Ballivián y Vicente Cuéllar, con la venia de Luis Fernando Camacho, desde Chonchocoro, y Carlos Mesa.
La idea era dejar de lado mezquindades para dar paso al objetivo en común, derrotar al oficialismo. Sin embargo, las resquebrajaduras internas no tardaron en aparecer y desnudaron las debilidades del grupo, con la polarización entre Samuel y Tuto.
Tuto, en abril, mostró recelo en torno a las encuestas internas de las cuales emergería el nombre del “candidato único”. Advirtió del riesgo de caer en la ilegalidad, una vez que ya fue lanzada la convocatoria a las elecciones. Según él, el Tribunal Supremo Electoral (TSE) repartiría sanciones a quienes realizaran sondeos, por lo que decidió apartarse del grupo y, por ende, no resignar su propia candidatura amarrado al bloque.
Samuel resultó ganador y se convirtió en el representante de la Alianza Unidad. Fue Efraín Suárez, en nombre del privado de libertad Camacho y de Creemos, quien se encargó de comunicar la elección de cara a la población, mientras de fondo se oía, al unísono, el clamor por la “unidad”.
La salida de Quiroga terminó con duros cuestionamientos entre él y Samuel, apuntando a “egos personales”, “intereses particulares” y “traiciones”.
Tras la “victoria” de Doria Medina, el tenor de las diferencias aumentó, al punto de que Tuto tildó a las encuestas como funcionales a su principal rival.
“Estas no son encuestas del bloqueo de unidad, son las de Samuel Doria Medina ¿Si yo voy a aceptar las encuestas de Samuel Doria Medina? No, clarito. Es una locura, son ilegales, están contaminadas. Son unilaterales y sin fiscalización”.
Por fuera del bloque quedó Manfred Reyes Villa, actual candidato a presidente por APB-Súmate y alcalde de Cochabamba. El exprefecto tampoco hizo ningún esfuerzo por intentar aglutinarse al bloque. De hecho, fue uno de sus principales críticos.
Dijo haberse sentido “atacado” por ese bloque. “Me atacan todo el día. Incluso hay un chiste que me ha causado risa cuando dicen que, si habría un cuadrilátero, le preguntan a Samuel Doria Medina a quién quisiera pegar. ‘Andrónico’, dicen; dan otro nombre. ‘Y al Manfred’, dice él. Entonces, vean la bronca que hay de todos ellos para atacarme. Siempre me han hecho la guerra sucia”.
LA LISTA DE CAMACHO En mayo fue el turno de la supuesta “lista negra” atribuida a Camacho, en la que figuraban políticos “vetados” por el excívico para ocupar curules dentro de las listas de Samuel (Alianza Unidad).
Apareció un listado aparentemente enviado por Camacho, desde la cárcel, a Doria Medina, a fin de borrar a algunos aliados a cambio de no quitarle su respaldo rumbo a las urnas. Luisa Nayar, Andrea Barrientos, Vicente Cuéllar, Pamela Flores, Samanta Nogales, Rafael Hurtado, Paola Aguirre, Yamila Román y Luciana Campero figuraron como “vetados”.
La asambleísta Paola Aguirre, conocida por defender la línea “camachista”, sorprendió al denunciar la existencia de una “cúpula” de poder en su propia alianza, a tiempo de lamentar el “machismo” interno. Cuéllar, líder de Cambio 25, analizó la continuidad de su apoyo a Samuel. Horas después ratificó su respaldo.
Nayar, de Comunidad Ciudadana (CC), le quitó su apoyo a Samuel, pues, según su visión, al paceño le faltó liderazgo ante supuestos condicionamientos de Camacho.
Otros personajes, como Barrientos, optaron por bajarles los decibeles al escándalo y no sumarse.
MANFRED VS CLAURE En julio, Manfred apuntó contra Claure, sobre quien dijo que le habría ofrecido la embajada de Bolivia en Estados Unidos y ser su “socio” en inversiones con el litio boliviano a cambio de apoyar a Samuel. “Marcelo Claure me llamó antes de darle apoyo a Samuel y me dijo: ‘Manfred, lo apoyaremos a Samuel y vas a venir de embajador en los Estados Unidos. Vas a ser mi socio en el tema de litio”. He sacado un screenshot (captura de pantalla) de la conversación”.
Para Reyes Villa, Claure “está detrás del litio”. “No me va a utilizar. No (solo) me escribió, él me llamó. Seis minutos me llamó el jueves. No he grabado ¿Te imaginas si hubiera grabado?”, contó, en entrevista con un medio de Santa Cruz.
De inmediato, el magnate salió a negar que guarde interés en el litio. “No tengo interés en el litio boliviano. Mi negocio es comprar las empresas más grandes del mundo, transformarlas con inteligencia artificial”.
AUGE DE SUPUESTAS GRABACIONES Como en 2019, cuando unas grabaciones supuestamente atribuidas a Marco Antonio Pumari amenazaron con fragmentar su dupla con Camacho rumbo a las urnas (se oyó al excívico potosino pidiendo 250 mil dólares y dos aduanas a cambio de aceptar ser compañero de fórmula del cruceño), aparecieron ahora audios y grabaciones que complican a Camacho y a Marcelo Claure, los principales aliados de Samuel rumbo a los comicios generales.
Ambos se han visto vinculados con audios en los que, por separado, hacen alusión a la “fácil” compra de medios de comunicación en Bolivia por intereses políticos, y a la condena del matrimonio igualitario.
La grabación que se le atribuye a Claure ha sido compartida por el medio español EDATV. En inglés, aparece una voz, supuestamente la del presidente de Bolívar, refiriendo que es sencillo “mover” un país que se conoce. “Sabes que recibo ofertas para comprar todos los diarios de Bolivia por un par de millones de dólares. Sabes que, básicamente, puedes tener el control y Bolivia sigue siendo un país con periódicos en crecimiento (…). Así que es relativamente fácil mover un país que conoces. Y creo que será un experimento divertido. Ya sabes, podemos poner el político adecuado para una buena causa. Hay que asegurarse de que ponemos a alguien que realmente dirige mejor al país”.
El magnate reprobó el material y calificó lo sucedido como una “guerra sucia”. “Ese audio, manipulado y editado, intenta hacer creer que yo estoy comprando medios de comunicación. Eso es absolutamente falso. No he comprado ningún medio, ni tengo la menor intención de hacerlo. No necesito hacerlo. Gracias a las redes sociales tengo la suerte de poder comunicarme directamente con millones de bolivianos sin intermediarios», explicó.
Para Manfred no existe tal “guerra sucia”. “No hay ahí inteligencia artificial, no hay nada de eso. Aquí no hay guerra sucia. Lo que se ve se anota. Encuestas truchas, audio para tomar el país ¡Una barbaridad! No puede tomar el país nadie”.
A Camacho, por otra parte, lo ligan con una escucha en la que supuestamente dice que Samuel tendría un hijo homosexual. Critica el matrimonio igualitario y refiere que “no comparte” esa ideología porque “no puede ser malagradecido con Dios”.
Fuente: Opinión