Fuente: https://lapatria.bo
Un robo en la Iglesia Colonial de Sepulturas, ubicada en Oruro, conmocionó a los vecinos la mañana de este martes 26 de agosto de 2025. Los delincuentes sustrajeron la corona de la Virgen y otros objetos de valor patrimonial. Este hecho generó preocupación en la comunidad y motivó pedidos urgentes de mayor seguridad para proteger este histórico templo.
La asambleísta departamental Ana Tarqui expresó su indignación tras conocer lo sucedido durante una visita al templo. Recordó que en el pasado ya se habían producido robos de campanas y otros bienes, lo que refleja la vulnerabilidad del lugar.
Tarqui explicó que la iglesia se encuentra en una zona alejada y con poca vigilancia, lo que facilita estos delitos. Además, cuestionó la falta de respuesta inmediata de la Policía. “Pedimos más seguridad”, reclamó.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
Acciones de las autoridades
La asambleísta anunció que informará lo ocurrido a la presidente de la Asamblea y al gobernador. También insistió en que se debe refaccionar un espacio que permita a la Policía mantener una presencia permanente en el sector.
Reacciones del sacerdote
Por su parte, el sacerdote del templo lamentó que el robo se repita y denunció el abandono de las autoridades hacia este patrimonio. “Esto es patrimonio también de los orureños (…) pero saben ustedes, sabe la gente también que muchas veces las autoridades pues ya no les interesa estos patrimonios que tenemos”, cuestionó.
El religioso recordó que en varias ocasiones se solicitaron refacciones, pero nunca se concretaron. Además, advirtió que la comunidad está cansada de constantes inspecciones que no derivan en soluciones.
También destacó que la iglesia sigue recibiendo a feligreses de distintas regiones, incluso de La Paz, lo que refuerza su valor histórico y cultural.
Falta de protección
El robo no solo significó la pérdida de objetos valiosos, sino que también puso en evidencia la falta de resguardo de un templo colonial que forma parte del patrimonio cultural de Oruro. La comunidad, junto a sus autoridades locales, demanda acciones concretas para garantizar su protección.
