A una semana de las elecciones generales, Eduardo del Castillo, candidato del partido gobernante Movimiento Al Socialismo (MAS) y exministro de Gobierno, se refiere a los desafíos del proceso electoral, la necesidad de una renovación dentro del MAS y las propuestas concretas de su plan de gobierno “Bolivia Primero”. Del Castillo, además, anuncia una reforma profunda en el sistema de salud y plantea la lucha contra la corrupción desde una institucionalidad más independiente.
Fuente: lostiempos.com
¿Cómo evalúa la coyuntura electoral a una semana de la elección de nuevas autoridades?
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Eduardo del Castillo (EDC).- Creo que ha sido una campaña atípica. La gente ha sentido mucha incertidumbre: candidaturas que se suben, otras que se bajan. Lo que está claro es que hay una fuerte demanda de renovación. La población quiere un cambio, pero un cambio real, no volver al pasado ni saltar al vacío.
En ese contexto, el MAS ha demostrado ser el único proyecto de gobierno que ha funcionado. Sin embargo, reconocemos que en los últimos años se han cometido errores, desaciertos importantes por parte de algunas personas.
Por eso proponemos un nuevo equipo, con ideas frescas y una visión renovada para seguir transformando la vida de las bolivianas y los bolivianos.
Habla de desaciertos y cambios. En ese sentido, ¿mantendría el actual modelo económico?
EDC: Parte de la renovación implica hacer las cosas de manera diferente. El plan de gobierno anterior, que giraba en torno a la Agenda de Octubre de 2003, ya cumplió su ciclo. Hoy los jóvenes necesitan y exigen una nueva agenda. Quieren transformar su día a día sin vivir en la incertidumbre que les empuje a buscar oportunidades fuera del país.
Por eso hemos elaborado el plan Bolivia Primero, que se sustenta en dos pilares económicos: el Plan Plata y el Plan Vida. El primero busca garantizar liquidez y reformar la arquitectura económica del país. El segundo plantea una visión inteligente de los derechos ambientales.
Con ambos, nuestra meta es generar al menos un millón de empleos directos e indirectos en cinco años y atraer 12 mil millones de dólares de inversión. Queremos evitar que los bolivianos tengan que hacer fila para conseguir combustible o depender de un tipo de cambio paralelo. La gente quiere certidumbre, y para lograrla, hay que poner a Bolivia primero.
El plan de gobierno llegó a su fin de ciclo. Nosotros estamos hablando del anterior plan de gobierno, que tenía una agenda de octubre del 2003 que ya fue satisfecha. Y ahora los jóvenes en este país quieren una nueva agenda.
Nosotros no necesitamos ese tipo de políticas. Necesitamos un tipo de políticas que no ajuste el bolsillo a la gente pobre. No necesitamos un tipo de políticas que ajuste a la gente de abajo.
Necesitamos un tipo de política que mejore la capacidad adquisitiva de la familia boliviana. Por tanto, no hay un tipo de cambio fluctuante con nosotros, sino un tipo de cambio fijo. El tema económico es bastante debatido y todos los programas se sientan sobre esto.
¿Ve viable que la cotización del dólar sea flotante, como proponen algunos sectores?
EDC: Claro que es viable, pero sólo para una élite. La gran mayoría de los bolivianos quiere estabilidad. Un tipo de cambio flotante no genera certidumbre. Necesitamos un tipo de cambio fijo, que permita que las familias planifiquen su economía.
No puede ser que hoy le des 5 bolivianos a tu hijo para el recreo, y mañana ya no alcance para lo mismo. Ese es el tipo de inestabilidad que no queremos. No estamos a favor de políticas que ajusten el bolsillo de los más pobres, sino de políticas que fortalezcan su poder adquisitivo.
Más allá del aspecto económico, ¿qué propone en áreas como salud y educación?
EDC: Si hoy hay problemas, imaginemos cómo era antes. El presupuesto para salud era de apenas 1.000 millones de bolivianos; hoy supera los 29.000 millones. En los últimos años, el Gobierno nacional ha creado más de 26 mil ítems en salud, algo que no se hizo en 180 años.
Sabemos que persisten deficiencias, pero la solución no es volver al pasado. Necesitamos poner orden en el sistema. Si faltan medicamentos, contratos, personal o hay infraestructura colapsando, la gente no sabe si reclamar al alcalde, al gobernador, a la ministra o al presidente. Las competencias están difusas.
Por eso planteamos una reforma constitucional para que exista una sola entidad responsable del sistema de salud. Y con eso, una sola administración, con presupuesto completo. No puede haber tres o cuatro instancias haciendo lo mismo de manera ineficiente.
Un tema que arrastra críticas es la corrupción. ¿Qué medidas propone para garantizar la transparencia?
EDC: La corrupción no va a desaparecer por completo, pero lo que debe desaparecer es la impunidad. Si alguien comete un ilícito, debe ser sancionado.
El problema es cómo están diseñadas las instituciones. Hoy, si un alcalde comete una irregularidad, lo investiga su propia administración. Eso no tiene sentido.
Proponemos que las unidades de auditoría y transparencia salgan de los entes ejecutivos.
Fuente: lostiempos.com