La seguidilla de partidos en los dos torneos nacionales ha golpeado el rendimiento de la academia cruceña. Lesiones y fatiga física ponen en aprietos al equipo de Mauricio Soria en la recta decisiva de la temporada.
Fuente: eldeber.com.bo
El Blooming de Mauricio Soria atraviesa un momento de desgaste tras un inicio de temporada que lo tuvo como uno de los equipos más regulares del fútbol boliviano. El entrenador, fiel a su estilo, ha mantenido una base titular casi inamovible, con la intención de buscar siempre los tres puntos. Sin embargo, la acumulación de partidos en el torneo todos contra todos y en el campeonato por grupos empieza a pasar factura.
La academia cruceña, considerada una de las grandes animadoras de la temporada, sigue en la pelea por el título, pero en sus últimas presentaciones ha evidenciado un bajón futbolístico producto del cansancio y la sobrecarga muscular. La exigente frecuencia de compromisos ha limitado la frescura de un plantel que busca luchar hasta el final.
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La semana pasada fue un reflejo de esa situación. Primero tropezó en Cochabamba, donde Aurora lo goleó 4-1 después de que Blooming comenzara ganando. Días después, frente a un Bolívar alterno, el cuadro celeste dejó escapar la victoria en la recta final y terminó resignando un empate 1-1 en condición de local.
“Empezamos a sentir el desgaste, hay veces que nos toca jugar y, a los pocos días, volver a viajar para afrontar otro partido”, manifestó hace algunos días Óscar Araúz, gerente deportivo de Blooming, a El Deber Sports.
A este panorama se suman las lesiones musculares. Martín Alaniz y Marc Enoumbá ya pasaron por el departamento médico, mientras que Nahuel Acosta continúa en recuperación desde mayo. La baja más sensible es la de Samuel Garzón, que sufrió la rotura de ligamento en la rodilla tras una fuerte entrada de un rival y será baja prolongada.
Si bien las estadísticas reflejan que el índice de lesiones en Blooming no es alto en comparación con otros equipos, el desgaste acumulado es evidente. Soria deberá encontrar alternativas tácticas y rotaciones que permitan a su equipo sostener el ritmo competitivo sin perder regularidad en el cierre de la temporada.
El reto no es menor para un plantel que ha mostrado carácter y buen fútbol, pero que carece de amplitud para soportar una maratón de partidos. La exigencia física ha sido notoria y el margen de error se reduce en una etapa donde cada punto puede definir posiciones clave en la tabla.
El próximo desafío para la academia será el domingo frente a Universitario de Vinto, en el estadio Gilberto Parada de Montero (15:00). Este encuentro se presenta como una nueva oportunidad para recuperar confianza y dar señales de recuperación anímica y física.
El Blooming de Soria aún está en la pelea, pero el desgaste se ha convertido en un rival inesperado. Si logra encontrar soluciones en la gestión del plantel, la academia podrá mantenerse como protagonista hasta el final de la temporada.