En 2026, el nuevo Gobierno tendrá que honrar un servicio de deuda externa creciente con los organismos multilaterales de crédito y 333 millones de dólares como una presión adicional por un primer pago de los bonos soberanos con vencimiento a 2028, según anticiparon calificadoras de riesgo en los últimos meses.
El lunes, el presidente del Estado, Luis Arce, expresó al candidato a la presidencia, Rodrigo Paz —quien irá al balotaje con Jorge Quiroga—, su preocupación por el pago de intereses y capital de la deuda externa (servicio) y la situación de los hidrocarburos.
Al primer semestre del año, el servicio de la deuda externa alcanzó un valor de 763,9 millones de dólares, la mitad del segundo valor récord de 1.526,1 millones, que se tuvo que erogar el año pasado (datos del Banco Central de Bolivia BCB).
Entre enero y julio, el país canceló capital e intereses de 549,3 millones de dólares a los acreedores multilaterales, de los cuales 267,9 millones de dólares se devolvió a la CAF Banco de Desarrollo de América Latina, 163,8 millones de dólares al Banco Interamericano de Desarrollo (BID), 64,3 millones de dólares al Banco Mundial, 35,9 millones de dólares a Fonplata y el resto al FIDA y a otros organismos.
También se erogaron 155,6 millones de dólares por el servicio de deuda bilateral con Francia, Alemania, España y otros países, además de 4,4 millones de dólares con acreedores privados y por los títulos de deuda emitidos (Bonos Soberanos) 54,4 millones de dólares.
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En marzo, la Calificadora de Riesgo, Fitch Ratings, en su informe detalló que, en marzo de 2026, Bolivia debe pagar no solo el servicio de la deuda con organismos multilaterales de crédito, sino el primer tramo (333 millones de dólares) del eurobono de 1.000 millones de dólares (Bonos Soberanos) con vencimiento en 2028.
En junio de este año Standard & Poors (S&P), alertó que la capacidad de Bolivia para pagar su deuda se ve afectada por los elevados pagos de deuda comercial externa a partir de 2026 y el acceso limitado a los mercados de bonos externos, luego de ajustar la calificación crediticia de Bolivia de CCC+ a CCC-.
El 31 de julio de este año, el ministro de Economía, Marcelo Montenegro, informó que el servicio de la deuda externa aumentó de 815 millones de dólares en 2020 a 1.526 millones de dólares en 2024, debido al incremento de las tasas de interés, que se multiplicaron por diez durante este período.
“Un elemento que hay que relacionar es el servicio de la deuda, esto está aparejado con las tasas de interés. Las tasas que teníamos cuando llegamos al Gobierno eran bajas, ni siquiera el 0,1%, ahora escalaron a diez veces más”, dijo la autoridad.
Las tasas mostradas por la autoridad revelan que están por encima del 4%. Por esa razón, los intereses y comisiones de la deuda externa aumentaron de 357 millones de dólares, en 2020, a 688 millones en 2024. Por su parte, el pago de capital se elevó de 458 a 838 millones de dólares en el mismo período.
Delicada situación
El 16 de julio, el presidente Luis Arce respondió que no es posible garantizar la importación de carburantes, debido a que los asambleístas no aprobaron a tiempo la solicitud de créditos.
“Eso no depende de nosotros, porque hemos solicitado oportunamente varios créditos que nunca se han cumplido. Incluso han sido testigos de lo que se han comprometido los partidos políticos, todos se han comprometido a aprobar un crédito que ellos mismos han rechazado. Así estamos. Por lo tanto, no podemos garantizar”, dijo el Mandatario.
Bolivia requiere al menos 774 millones de dólares para importar gasolina y diésel, Gas Licuado de Petróleo (GLP), según cálculos del exministro de Hidrocarburos, Álvaro Ríos.
Explicó que el precio del barril de petróleo ha caído a 65 dólares, lo cual reduce en parte los costos de importación y, entre septiembre y diciembre, Bolivia necesita suministrar gasolina por un valor estimado de 274 millones de dólares y 478 millones de dólares de diésel y 20 millones de dólares de Gas Licuado de Petróleo (GLP).
“Estamos hablando de 772 millones de dólares que se necesitan suministrar, pero aclarar que una parte ya debe estar en al país en stock. Para este año se estimaba importar unos tres mil millones de dólares, pero como bajó el precio del petróleo se tendrá un menor costo, unos 2.800 millones”, remarcó.
La producción nacional de gas natural sigue a la baja y en un año disminuyó de 31,98 millones de metros cúbicos día (MMmcd), en julio de 2024, a 29,06 millones, en julio de este año, según datos de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB), procesados por la Secretaría Departamental de Desarrollo Económico, de la Gobernación de Santa Cruz.
Según la Cámara Boliviana de Hidrocarburos y Energía, la producción de gas cae a un ritmo de 10% anual. Alertó que las proyecciones señalan que, en dos o tres años, toda la producción tendría que destinarse al mercado interno, con el impacto negativo que esto tendrá para la economía del país al dejar de percibir ingresos por la exportación.