El candidato a la presidencia por Libre, Jorge Quiroga, tiene la idea clara de reducir el gasto público y el déficit fiscal, es decir “la gastadera”, mientras que el Partido Demócrata Cristiano, todo lo contrario, con los anuncios de incrementar los bonos.
Fuente: El Diario
La mayoría de la población espera que el nuevo gobierno llegue con una transición ordenada, un presupuesto 2026 consensuado y frenar los ofrecimientos populares de bonos para no decepcionar a las personas de la tercera edad. Economistas sostienen que el Presupuesto General del Estado (PGE) 2026 deberá ser fruto de un análisis de ingresos y gastos, que permitan el funcionamiento del Estado, sin endeudarse y aumentar el déficit fiscal.
Los economistas, Fernando Romero y Darío Monasterio, coinciden por separado, que el presupuesto dependerá de los ingresos y egresos que tendrá el nuevo gobierno, para ello se requiere un análisis de la situación económica y financiera del país.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
Romero va primero por el análisis de la situación económica y financiera para encarar un verdadero presupuesto a implementar, aunque reconoce que la tendencia en los últimos años fue incrementar el mismo, a pesar del deterioro de la economía nacional.
Además, se financió con mayor deuda interna y emisión monetaria, pese al incremento, los resultados fueron poco eficientes, como muestra está el crecimiento que registró Bolivia en 2024, de 0,73%, que se lo atribuyó a los bloqueos en carreteras y en la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP), con los créditos, así como el clima.
Romero reflexionó al indicar que la situación económica no necesariamente requiere una mayor suma de recursos, sino lo que se tenga a disposición, y ser óptimo y eficiente en la administración de estos.
Por ello, en base a ese análisis se debe elaborar un presupuesto mesurado, coherente, sensato y pragmático a la realidad económica y social del país, en función a las demandas del Gobierno central y subnacionales, sostuvo.
Es partidario de que deberían comenzar a trabajar los candidatos que irán al balotaje, y asistan a la convocatoria del presidente Luis Arce, para armar el presupuesto acorde a las necesidades, demandas y posibilidades de la economía boliviana.
Equilibrio
Por su parte, Monasterio explicó que el presupuesto está en base a ingresos y gastos, ahora más que nunca se debe equilibrar, esta debería ser la primera medida del nuevo gobierno que asuma en noviembre próximo.
Independientemente que se pueda aprobar el presupuesto y el nuevo gobierno sea posesionado en noviembre, la nueva administración tiene el desafío de equilibrar el mismo para frenar el déficit fiscal, registrado en los últimos años.
Indicó que Bolivia recibirá menos ingresos por la baja oferta de gas a mercados vecinos, y reducida recaudación impositiva por los derivados de los hidrocarburos, por lo que el gasto debe cuadrar con los ingresos.
Espera que el nuevo gobierno logre un superávit primario, es decir más ingresos que gastos, sin el pago de la deuda externa que también se tendrá que renegociar posteriormente.
“Estamos hablando de menos ingresos y menos gastos. (EL PGE 2026) tiene que ser menor el año que viene”, apuntó.
“El 17 de agosto, Bolivia dio un show de democracia. Ahora toca que los políticos hagan su parte: transición ordenada, presupuesto consensuado y menos cálculo barato. La crisis no espera… aunque ellos sí, sean expertos en perder el tiempo”, escribió Gonzalo Chávez Álvarez en su cuenta @GonzaloCHavezA.
Mientras el gerente general del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), Gary Rodríguez, señaló a EFE que el próximo Gobierno recibirá un país “con bajo crecimiento y alta inflación”, es decir, con “estanflación, un fenómeno temido por los economistas, ya que la solución del primer problema suele contraponerse a la solución del segundo”.
Para el economista, “otra grave situación es la alta informalidad, lo que lleva a una baja recaudación que, ante un alto nivel de gasto público, provoca un déficit fiscal crónico”, a lo que se suman la “baja inversión privada” y la “alta deuda interna y externa”, señala el medio.
“El Movimiento al Socialismo (MAS) deja al país en la ruina y al borde la bancarrota. Las reservas internacionales en dólares habían llegado a 15 mil millones en 2014, hoy tenemos menos de 2 mil millones de dólares. El país no tiene dólares y no tiene como importar combustibles”, dijo el director del Centro para el Estudio de la Economía y la Libertad de la Universidad Mercer, Antonio Saravia, a NTN24, en su análisis después de las elecciones.
“Deja un país quebrado, sin dólares, sin gasolina y sin medicamentos, con una inflación que está bordeando el 25% anualizada”, expresó.
“La olla está raspada, lo que queda es un ajuste”, subrayó e indicó que “el próximo gobierno va a tener que ajustar el gasto y eso va a ser doloroso y generar recesión”.
Asimismo, el economista y docente de la Universidad Técnica de Oruro (UTO), Ernesto Bernal, puntualizó que el presupuesto para el próximo año deberá ser austero porque se tiene que reducir el déficit fiscal.
Presupuesto
En un análisis realizado por la Fundación Jubileo en 2021, ya indicaba un deterioro de las finanzas públicas, desde 2015, que se profundizó con la crisis del coronavirus. El presupuesto consolidado alcanzó a 228.357 millones de bolivianos.
En tanto, el consolidado de 2022 subió a 235.090 millones de bolivianos, en 2023 se incrementó a 243.950 millones, de 2024 aumentó a 265.558 millones y en 2025 nuevamente registró un alza, 296.566 millones.
Populismo
Por otra parte, el ofrecimiento del candidato a vicepresidente del Partido Demócrata Cristiano (PDC), Edman Lara, de subir la Renta Dignidad a 2.000 bolivianos, ya recibió críticas y solicitudes de explicaciones, pues un país con una aguda crisis económica y energética, ofrecer aumentos, requiere de un análisis técnico y no anuncios populares para ganar votos.
En varias entrevistas con medios de comunicación, el analista financiero Jaime Dunn explicó que el mejor gobierno no es el que da bonos. Es el que hace que los bonos ya no sean necesarios.
“Cuando un gobierno señala que se dará bonos, simplemente te indica que te quiere pobre y no tu independencia económica”, reflexionó.
Fuente: El Diario