El juez Alexandre De Moraes dijo que no permitirá que un acusado «ridiculice» a la Justicia «creyendo que la impunidad está garantizada por el poder político o económico».

Fuente: https://actualidad.rt.com
El expresidente de Brasil Jair Bolsonaro no podrá usar celular, recibir visitas —salvo de sus abogados— ni salir de su residencia sin autorización judicial. Así lo determinó el juez Alexandre de Moraes, del Supremo Tribunal Federal (STF), al ordenar su arresto domiciliario tras constatar el incumplimiento de las medidas cautelares impuestas en julio.
Según G1, además de la prohibición de utilizar cualquier dispositivo móvil, Bolsonaro deberá portar una tobillera electrónica de monitoreo constante. La Policía Federal ya incautó uno de sus teléfonos y recogió los demás aparatos disponibles en su domicilio.

La orden también establece que nadie podrá ingresar a la vivienda sin permiso del STF, y que los visitantes autorizados —exclusivamente sus abogados— tienen prohibido utilizar celulares, tomar fotografías o grabar imágenes en el interior.
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El expresidente tampoco podrá mantener contacto con otros investigados en las causas que enfrenta, relacionadas con la tentativa de golpe de Estado tras las elecciones de 2022.
El endurecimiento de las restricciones se produjo luego de que su hijo, el senador Flávio Bolsonaro, publicara —y luego borrara— un video en el que su padre se dirigía a sus seguidores durante una manifestación celebrada el domingo pasado, en defensa de la amnistía a militares y civiles implicados en el asalto a los tres poderes del Estado en enero de 2023. El contenido fue interpretado por la Corte como una violación de las medidas cautelares anteriores.
«Violaciones deliberadas y reincidentes»
En su fallo, De Moraes advirtió que Bolsonaro incurrió en «violaciones deliberadas y reincidentes», y utilizó las redes sociales de aliados —incluidos sus tres hijos parlamentarios— para difundir mensajes con un «claro contenido de incentivo e instigación a ataques al STF y apoyo a la intervención extranjera en el Poder Judicial brasileño».
El magistrado subrayó que el exmandatario mantuvo una «conducta ilícita encubierta», al preparar material político previamente grabado para su difusión durante manifestaciones, burlando así las restricciones sin necesidad de usar directamente sus propios perfiles.
El documento judicial también menciona una videollamada realizada por Bolsonaro al diputado Nikolas Ferreira y considera que este hecho es una nueva infracción. Otro caso citado fue la imagen del expresidente hablando por teléfono durante el acto en Copacabana, en Río de Janeiro, publicada —y posteriormente eliminada— por Flávio Bolsonaro, en lo que el STF interpretó como un intento de ocultar la falta.
Desde noviembre de 2024, Bolsonaro reside junto con su esposa Michelle y su hija Laura en una casa dentro del condominio Solar de Brasilia, en el exclusivo barrio de Jardim Botánico, adonde se mudó alegando falta de espacio y privacidad en su vivienda anterior. Será allí donde cumpla la prisión domiciliaria, bajo estricta vigilancia.
«La Justicia es ciega, pero no es tonta», comentó De Moraes, quien añadió que «no permitirá que un acusado la ridiculice creyendo que la impunidad está garantizada por el poder político o económico».