El expresidente Evo Morales afirmó este domingo que los bolivianos no extrañarán al gobierno de Luis Arce, sino que serán las propias autoridades del actual oficialismo quienes “extrañarán el dinero que robaron”. La declaración fue una respuesta directa a las palabras del mandatario, quien horas antes aseguró que su gestión sería recordada por los avances sociales que mejoraron la calidad de vida en el país.
Fuente: ERBOL
“Me causó risa cuando dijo ‘nos van a extrañar’. El pueblo no va a extrañar al Lucho ni al gobierno; solo ellos van a extrañar el dinero que robaron, porque ya no van a poder seguir robando. Eso es lo que van a extrañar, por supuesto”, afirmó Morales en su programa dominical transmitido por radio Kawsachun Coca.
El exmandatario también rechazó los argumentos del gobierno que responsabilizan a sus seguidores de la derrota electoral del MAS en los recientes comicios generales. Según Morales, nadie cree en esa versión y recordó que fue Arce y su entorno quienes “robaron la sigla” del MAS-IPSP. Aseguró que, además, le usurparon el programa de gobierno y ahora incluso “el triunfo del voto nulo”, que —dijo— ratifica la fuerza de su tendencia política en provincias y ciudades.
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Tras la derrota del oficialismo, Morales señaló que resurgen antiguos discursos sobre supuestas amenazas a su libertad y la posibilidad de ser extraditado a Estados Unidos. En esa línea, mencionó que dirigentes afines a Andrónico Rodríguez comparten esa visión, la misma que antes expresaron gobiernos opositores como el de Jorge “Tuto” Quiroga, quien, recordó, anunció que de llegar al poder ejecutaría el mandamiento de aprehensión en su contra. “El gobierno de Lucho no lo hace porque teme al derramamiento de sangre”, sostuvo Morales.
Desde el gobierno se afirmó que no se ejecuta el mandamiento de aprehensión contra Evo Morales para evitar una eventual pérdida de vidas humanas, considerando que sus seguidores se encuentran movilizados y armados con palos y otros objetos para repeler cualquier incursión de las fuerzas del orden. El exmandatario está sindicado en procesos por los delitos de pedofilia y trata y tráfico de personas.
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