El ministro de Hidrocarburos y Energías, Alejandro Gallardo, posesionó a Joel Callau Justiniano como nuevo director Ejecutivo de la Agencia Nacional de Hidrocarburos (ANH), destacando la importancia de este nombramiento en un contexto donde la distribución y comercialización de carburantes exige un firme control y fiscalización por parte del ente regulador.
Fuente: www.mhe.gob.bo
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Durante el acto, el Ministro explicó que el Gobierno asume la responsabilidad de contar con los recursos necesarios para la compra de combustibles y así garantizar la atención de la demanda. Esto se debe a que situaciones como la ocurrida recientemente en la Asamblea Legislativa muestran el rechazo a créditos con posiciones políticas que afectan directamente a la población.
“Sé que, de manera coordinada, podemos encontrar soluciones eficientes que nos permitan disminuir las filas, reducir la repetitividad, optimizar los diferentes mecanismos de control, tanto físicos como sistemáticos, y garantizar de esta forma el abastecimiento de combustibles”, agregó Gallardo.
Entretanto Callau señaló que trabajará de la mano del Ministerio de Hidrocarburos y Energías, y con YPFB que constituye el brazo operativo del Estado, con el objetivo de cumplir las atribuciones constitucionales que tiene la ANH.
A partir de ahora, “regularemos, controlaremos y fiscalizaremos toda la cadena de los hidrocarburos, especialmente ante los desafíos que conlleva este nuevo cargo (…) Aportaré todo lo que esté a mi alcance y brindaré pleno respaldo a su gestión, para que garantizar el abastecimiento a la población como corresponde”, expresó la nueva autoridad.
La ANH, creada bajo el marco del Decreto 29894 del 7 de febrero de 2009 y formalizada mediante la Resolución Administrativa N° 474/2009, y asumió responsabilidades ampliadas, consolidándose como autoridad reguladora del sector.
Su misión es regular, controlar, fiscalizar y supervisar, en línea con las políticas nacionales, todas las actividades de la cadena de hidrocarburos, desde la exploración y producción hasta la comercialización y entrega al consumidor final. De esta manera, la ANH no solo protege los intereses estratégicos del Estado, sino que también contribuye al desarrollo económico del país, asegurando transparencia, eficiencia y seguridad en un sector clave para Bolivia.