Presidente del TSJ: “Había que recobrar la independencia”


En el Bicentenario de Bolivia, el presidente del Tribunal Supremo Judicial, Romer Saucedo, reafirmó la lucha por una justicia independiente, con autonomía presupuestaria y cercana al pueblo.

Fuente: Correo del Sur



El Órgano Judicial, el único con sede en Sucre, reivindicó su independencia en el Bicentenario de Bolivia. En esa línea, el presidente del Tribunal Supremo de Justicia, Romer Saucedo, pidió respeto al poder político y reivindicó un mayor presupuesto como principio de esa independencia.

CORREO DEL SUR (CS).- Hemos hablado mucho de independencia en estos 200 años. ¿Cómo consolidar esa independencia cuando los bolivianos empezamos a escribir un nuevo siglo?

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Romer Saucedo (RS).- Es un desafío el que nos hemos trazado desde que asumimos la gestión. Entramos con una fuerza que nos dio legitimidad el pueblo boliviano con su voto en las urnas, y a partir de ello, decidimos que había que recobrar la

independencia del Órgano Judicial. Una justicia que estuvo por muchos años doblegada, sometida por otros poderes, por otros órganos del Estado, por el poder político y diversos factores que hicieron que seamos una de las instituciones menos creíbles en el país.

Entonces, había que trabajar y hay que trabajar todavía en recuperar un poco la credibilidad, pero además, partiendo de la independencia como una garantía en un Estado de derecho.

Si no tenemos una justicia que no es independiente, no le va a servir a nadie (…) Por eso estamos unidos, estamos trabajando de manera coordinada, sin que ello implique estar sometido a otros órganos. Y prueba de ello es que ante un desaire que tuvimos, decidimos hacer nuestro acto en nuestra casa, en coordinación con otras instituciones y de puertas abiertas, sin restricción a nadie.

CS.- ¿Qué obstáculos ve en esta construcción de la independencia?

RS.- El poder político muchas veces quiere pasar por encima de la legitimidad de uno (…) Al estar investidos de legitimidad, no vamos a permitir que nos pongan obstáculos. Dentro de esos obstáculos está, en este momento, el limitarnos en temas presupuestarios.

Lastimosamente, la Constitución Política del Estado dice que el Órgano Judicial debe tener autonomía presupuestaria. Hasta el momento no la tenemos.

Todos los años tenemos que ir al Ministerio de Economía, extender la mano, como dijeron algunos políticos, y decirles que nos den nuestro presupuesto anual cuando eso debería estar regulado mediante una ley que nos diga que cada año por lo menos el 3% del Tesoro General de la Nación se nos asigne al Órgano Judicial.

No tenemos ni el 0.5% del presupuesto del TGN. ¿Y con esas migajas pretendemos tener un Órgano Judicial sólido? Es obvio que no lo vamos a tener (…) Yo creo que va a ser muy importante cuando se nos respete la autonomía presupuestaria a través de una ley nacional de por lo menos el 3%.

Nosotros hemos pedido el 5% al Tesoro General de la Nación, pero creemos que por lo menos con un 3% podemos terminar de despegar como órgano y poder cubrir nuestras necesidades al interior de la justicia. Partiendo de eso, creo que podemos hablar ya de una independencia económica y, por lo tanto, de una independencia plena.

CS.- ¿Qué justicia quiere que empiece a construirse para el próximo centenario de Bolivia?

RS.- Queremos una justicia que esté cercana al pueblo. Una justicia que trate con calidad y con calidez a los litigantes. Una justicia que le dé a cada cual lo que le corresponde en derecho, sin mirar condiciones sociales, sin mirar condiciones políticas.

Una justicia que después de terminada una audiencia, las partes se vayan contentas y que, lastimosamente no puede haber empate en un juicio, en un proceso. Alguien gana y alguien pierde. Que quien gane, sepa que ganó porque tenía la razón, y quien pierda, sepa que perdió porque no tenía la razón.

Que confíen en los jueces, que tengamos una justicia reconstruida y que nuevamente sea el equilibrio de esos pesos y contrapesos que existen en un Estado de derecho. Yo creo que el día que volvamos a recobrar esa independencia judicial, el día que tengamos plenamente al 100% de nuestros jueces comprometidos con esta nueva visión, va a ser el mejor regalo que le vamos a poder entregar a nuestro país.

CS.- ¿Piensa que ese día está cerca?

RS.- Yo creo que estamos trabajando, por lo menos estamos caminando sobre esa senda y yo soy optimista, soy un soñador. Creo que ese día lo vamos a medir de aquí a seis años cuando estemos terminando nuestra gestión y el pueblo nos aplaudirá o nos va a reprochar y tengo la plena convicción de que el pueblo nos va a aplaudir al concluir nuestra gestión.