“Todo estaba jodido, jodido… en estos días ya voy a tener el efectivo”: los mensajes que delataron a policías bolivianos en Chile


El gobierno boliviano asegura que los uniformados pasaron la frontera en el contexto de un patrullaje asociado a sus funciones, pero la Fiscalía de Calama reveló el contenido de los teléfonos.

Por Mauricio Quiroz Terán 
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Captura de video del patrullero chileno cuando se produjo la detención. Foto: Expediente

Fuente: El Deber 

 



 

El silencio de la sala del Juzgado de Garantía de Calama se quebró cuando el fiscal Claudio Rojas leyó en voz alta los mensajes recuperados de uno de los celulares incautados. La frase parecía sacada de una charla cotidiana, pero cargada de códigos: “Todo estaba jodido, jodido. Ayer he hecho pasar y hoy ya se la han llevado. Así que en estos días ya voy a tener el efectivo, compa. No te preocupes.”

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Para la justicia chilena, esas palabras no fueron simples desahogos entre amigos. Eran la prueba más contundente de que cinco policías de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Narcotráfico (Felcn) y un civil no habían cruzado la frontera por error, como aseguraban, sino que estaban directamente vinculados al tráfico de drogas y armas en la zona del Hito Cajón, en la Región de Antofagasta, según conoció EL DEBER tras revisar los actuados legales.

La captura en la nieve

El caso comenzó el domingo 24 de agosto por la mañana, cuando patrullas de Carabineros encontraron dos camionetas semienterradas en la nieve, a 200 metros de la ruta codificada como CH-27 en el vecino país que conecta Antofagasta con San Pedro de Atacama y que bordea el extremo sur de territorio boliviano donde está el Parque Nacional Abaroa.

En uno de los vehículos, probablemente registrados a nombre de la Policía boliviana, hallaron casi 500 kilos de marihuana y 70 kilos de pasta base de cocaína. En la otra, armas de guerra, pistolas y municiones. Los motorizados corresponden a la dotación gubernamental, afirmó una fuente policial del país consultada por EL DEBER.

De hecho, cinco de los ocupantes de esos motorizados resultaron ser efectivos de la Felcn que viajaban en un vehículo Nissan con matrícula boliviana. El sexto, un civil, conducía una Toyota con patente chilena adulterada y con reporte de robo. Todos terminaron detenidos y trasladados a Calama.

“Las lechugas”

En la audiencia, los policías insistieron en que cumplían labores oficiales de interdicción y que, durante una persecución a contrabandistas, se habían visto obligados a repeler disparos, sin percatarse de que habían cruzado al lado chileno.

Pero la versión se desplomó cuando la Fiscalía de Chile reveló en una audiencia que tuvo lugar el jueves 21 de agosto los audios y mensajes de WhatsApp encontrados en sus celulares. Allí se hablaba en clave de “lechugas” para referirse a marihuana:

– “Hay que seguir trabajando internamente no más, tranquilamente, sin que alguien se dé cuenta. Capaz a alguien le han dicho que has llevado lechugas en cantidad, pues, 30 lechugas de punta a punta estaban los militares.”

– “Todo estaba jodido, jodido. Ayer he hecho pasar y hoy ya se la han llevado. Así que en estos días ya voy a tener el efectivo, compa. No te preocupes.”

El juez Sergio Rojas no dudó en subrayar la relevancia de esas pruebas: “Las diligencias sobre los teléfonos son de suma importancia para entender la intención de estas personas al ingresar (a Chile).”

“Son cinco efectivos policiales a cargo, un suboficial y cuatro sargentos. Cuando se habla de seis, estamos hablando de que la sexta persona es un ciudadano que ha sido aprehendido por estos”, confirmó el comandante de la Policía Boliviana, el general Augusto Russo.

Según la autoridad boliviana, los policías trasvasaron la frontera “sin dolo” en el contexto de una persecución. Anticipó que la Cancillería boliviana activó los trámites necesarios para que los uniformados retornen a suelo boliviano.

Investigación en curso

Pero los policías fueron formalizados en Calama por tráfico de drogas, tenencia ilegal de armas prohibidas, tenencia de municiones y disparos injustificados. El civil, en tanto, fue acusado de tráfico de drogas y receptación de vehículo robado. Todos fueron enviados a la cárcel de Antofagasta por un periodo de 150 días de investigación.

La fiscalía también confirmó que se incautó de 14 celulares, ninguno entregado de manera voluntaria. Todos debieron ser desbloqueados judicialmente, y se espera que en los próximos meses sigan apareciendo más evidencia y audios que esclarezcan el alcance de la red detrás de este caso, porque no todos los datos de estos dispositivos han sido desvelados.

El viceministro de Sustancias Controladas, Jaime Mamani, defendió a los uniformados asegurando que cumplían “una labor de interdicción”. Pero en Chile, el diputado Sebastián Videla fue tajante: “Que estén con droga, armamento de guerra y un auto robado es complejo, hay que respetar el trabajo de la justicia chilena.”

En contacto con EL DEBER, Videla anunció que lleva adelante una iniciativa para cerrar los pasos de frontera que son usados de manera ilegal. También indicó que al menos 30 vehículos por semana se roban de Antofagasta para llevarlos a Bolivia. En los 942 kilómetros de frontera existen seis pasos legales entre Bolivia y Chile.