EY Global, una empresa que ofrece servicios profesionales, realizó recientemente una gran encuesta a 10.000 jóvenes de la Generación Z en diez países diferentes y los resultados son muy interesantes. Sobre todo porque demuestran que no quieren llevar a cabo la vida como hicieron las generaciones mayores.
El estudio hace referencia a la “primera generación global”, es decir, la primera que nació con Internet y las redes sociales, lo que permitió a sus integrantes formarse una visión diferente del mundo. Se trataría así de «la generación más informada e interconectada de la historia«, que ve la vida adulta desde un ángulo pragmático, con una marcada conciencia económica y escepticismo hacia los modelos tradicionales, incluidos los de sus padres.
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Un tema central de su preocupación es la seguridad financiera pero no lo ven como un asunto de éxito sino que ven importante alcanzar la independencia financiera para conseguir otros objetivos en la vida, solo como un medio para un fin que es el bienestar y tener buena salud física y mental.
Cambio de prioridades
«Están redefiniendo el éxito, no como un objetivo fijo, sino como una búsqueda holística y en evolución que va más allá de su cuenta bancaria» y esto es interesante para los jefes a la hora de saber cómo atraer talento y llegar a retenerlo. De hecho, dicen desde la consultora que los altos ejecutivos se ven obligados a cuestionar suposiciones arraigadas sobre todos los aspectos de sus empresas.
Los jóvenes adultos priorizan su salud física y mental, así como sus relaciones familiares, sobre el patrimonio y el desarrollo profesional.El 87% de los encuestados considera que la libertad financiera es un objetivo esencial, pero solo el 42% considera que la riqueza sea un indicador de éxito. Tener un buen salario no es por tanto un fin en la vida de muchos jóvenes: es más bien un medio para alcanzar sus objetivos.
En esta misma perspectiva, la carrera profesional (41%) aparece muy por detrás de las relaciones familiares (45%) y de la salud mental y física (51%) en el ranking de prioridades de los encuestados.
Por otro lado, el 70% de los encuestados busca transparencia en cuanto a los valores de su empresa, pero también en su política salarial. Y si la falta de autenticidad se percibe como insuficiente, la mayoría no dudaría en quejarse a sus superiores. Y en caso de recibir una respuesta insatisfactoria, el 57% de ellos estaría dispuesto a cambiar de empresa para ver si hay mejores oportunidades en otro lugar.
Básicamente, lo que ha visto esta investigación es que se está construyendo una nueva normalidad en la que el éxito tiene más que ver con el crecimiento personal, la salud mental y el impacto positivo general que con los ingresos y el prestigio corporativo. «Para los reclutadores, esto ciertamente representa un desafío», explican los expertos.
Las principales diferencias de la Gen Z con los mayores
Esta es la primera generación verdaderamente global: conectada, informada y con fluidez cultural. A diferencia de las generaciones anteriores, los jóvenes de hoy han crecido expuestos en tiempo real a la cultura y las crisis globales, lo que ha creado una interconexión sin precedentes. Y aunque la mayoría dice que preferiría pasar menos tiempo en redes sociales, sí que en general las usan a menudo como manera de informarse.
La misma consultora dice de la juventud que son la «Generación Pragmática», que aborda los hitos de la vida no con rebeldía, sino con escepticismo razonado y una perspectiva global.
Por ejemplo, en lugar de unirse a una empresa con el objetivo de quedarse toda la vida, la investigación muestra que el 59% de los jóvenes adultos a nivel mundial cree que debería trabajar para entre dos y cinco organizaciones a lo largo de su vida, mientras que el 19% cree que debería trabajar en seis o más. En muchos países, cambiar de trabajo ya no se considera algo negativo, sino un paso esencial para abrir puertas y ampliar oportunidades.
Por su parte, los Baby Boomers y la Generación X han tendido a favorecer una o dos empresas a lo largo de sus carreras. Concluye el informe que la cuestión de la lealtad a una empresa o a su dirección parece pertenecer al pasado.
Fuente: https://www.genbeta.com