Una familia denuncia la extracción de órganos sin notificación ni permiso en un hospital de Nueva York


Los familiares emprendieron acciones legales y cuestionan los procedimientos hospitalarios y las garantías del sistema de procuración de órganos tras el fallecimiento de su ser querido.

La familia de una mujerLa familia de una mujer fallecida exige transparencia y respeto en los procedimientos de donación de órganos en Nueva York. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Fuente: Infobae

El 9 de mayo de 2022 los médicos en Bellevue declararon muerte cerebral, desconociendo aún la identidad de la paciente. Posteriormente, personal médico de NYU Langone Health procedió a extraer varios órganos y tejidos, incluidos la aorta torácica y abdominal, riñones, glándulas suprarrenales, hígado y vesícula biliar, sin haber informado ni solicitado el consentimiento a la familia, según una demanda interpuesta en 2023 en la Suprema Corte de Manhattan por Alberto Anaya, hijo de la fallecida, y Freddys Baldrich Hilder, su esposo sobreviviente.

De acuerdo con Newsweek, la desaparición había sido reportada por sus familiares en Nassau County el 8 de mayo, es decir, antes de que Hoyos de Baldrich fuera identificada en el hospital y antes del retiro de los órganos. Las sobrinas de la mujer, Stephanie y Emily Echeverria, sostienen que la familia mantuvo la búsqueda activa durante esos días y que las autoridades no notificaron el hallazgo del cuerpo, a pesar de que existían indicios de su identidad entre sus pertenencias.

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El sistema hospitalario de la ciudad enfrenta nuevas presiones para mejorar la comunicación con las familias. (Crédito: Google Earth)

Las interrogantes persisten: cronología de la desaparición e identificación de Hoyos de Baldrich

La cronología relatada en los documentos presentados en tribunales exhibe las dificultades que enfrentó la familia para acceder a información sobre el paradero y condición de Hoyos de Baldrich. Su cuerpo fue encontrado tras el accidente, pero no se identificó hasta diez días después, cuando fue trasladado a la oficina del médico forense de la ciudad de Nueva York el 17 de mayo.

Fue recién el 18 de mayo que un detective del condado de Nassau llamó a Alberto Anaya para informarle que habían localizado a su madre, pero añadió que su “cuerpo había sido disecado y que sus órganos y tejidos habían sido retirados y donados,” detalla la demanda de 42 páginas presentada por la familia, recogida por Newsweek. El vacío informativo dejó múltiples preguntas sobre los procedimientos internos y la obligación de notificación que tendrían las autoridades hospitalarias y la organización encargada de la donación.

Decisiones institucionales bajo escrutinio y la autorización final de Bellevue

Uno de los elementos principales de la demanda es la presunta decisión unilateral del entonces director del Hospital Bellevue, William Hicks, quien autorizó a la organización LiveOnNY a proceder con la extracción de los órganos de Hoyos de Baldrich bajo el marco legal estatal. Un formulario de autorización aportado por el abogado familiar, Jeff Korek, y citado por Newsweek, establece que la autorización se concede al hospital solo cuando no existe agente de atención médica, esposo u otros familiares localizables, como permite la ley del estado de Nueva York.

El documento señala que los órganos y tejidos extraídos podrían ser utilizados para trasplantes o, en caso de imposibilidad, para investigación o fines educativos. “No conozco ninguna negativa de la donante a los obsequios que hago”, manifiesta el acta de consentimiento; sin embargo, la familia afirma que existían objeciones explícitas por creencias personales y religiosas.

Las sobrinas y el hijo aseguran que Hoyos de Baldrich nunca fue donante registrada y que se oponía expresamente a esa práctica, apoyados en una carta del reverendo Francis Shannon de la iglesia St. Mary Star of the Sea, en la que se destaca que la religión católica acepta la donación de órganos, pero requiere el consentimiento explícito, nunca supuesto ni automático.

El caso ha impulsado el debate sobre los controles y garantías en el sistema de trasplante de órganos en Estados Unidos. (Imagen Ilustrativa Infobae)

Un caso que se inserta en el debate nacional sobre la extracción de órganos y su regulación

El contexto del caso cobra relevancia en el marco de una discusión nacional sobre la eficiencia y transparencia del sistema de donación y trasplante de órganos en Estados Unidos. En paralelo al caso Hoyos de Baldrich, una investigación citada por Newsweek reveló que la presión por incrementar los números de donación ha llegado a propiciar intentos de extracción en pacientes aún con vida, derivando en nuevas regulaciones y anuncios de reforma estatal y federal.

El abogado Jeff Korek señaló en declaraciones recogidas por Newsweek que empleados de LiveOnNY, la organización encargada de la procuración de órganos en Nueva York, habrían tenido incentivos económicos por cada meta de donación alcanzada, según correos internos reportados por WABC en 2023. Estos aspectos, sumados a la negativa de las instituciones hospitalarias y de LiveOnNY a evacuar consultas “por la litigación en curso”, según Newsweek, profundizan la incertidumbre familiar sobre cómo y por qué se tomaron las decisiones en ausencia del consentimiento expreso.

En Estados Unidos, aproximadamente 105.000 personas esperan un trasplante, con 8.000 solo en Nueva York, describen datos de LiveOnNY y United Network for Organ Sharing (UNOS) recogidos por Newsweek. En 2024, UNOS reportó 17.000 donantes fallecidos y un promedio de 132 trasplantes diarios, mientras que la necesidad sigue superando la oferta, lo que contribuye a tensiones adicionales sobre el sistema regulador y de supervisión.

Dignidad y derechos vulnerados: el impacto en la familia y la comunidad

El impacto emocional para la familia de Myriam Hoyos de Baldrich ha sido descrito como un “calvario” por sus seres queridos. “No puedo ni poner en palabras lo que hemos soportado,” relata Stephanie Echeverria a Newsweek, mientras que Emily Echeverria señala que aunque la donación de los órganos salvó vidas, la angustia por la manera en que se llevaron a cabo los hechos es permanente.

El caso, que continúa abierto tras rechazar la familia variadas ofertas de acuerdo, busca no solo reparación económica sino también esclarecer los vacíos de procedimiento y legalidad para impedir que otras familias sufran situaciones similares en el futuro.

Los representantes institucionales de NYU Langone Health, NYC Health + Hospitals y LiveOnNY no comentaron el caso al ser consultados por Newsweek, mientras a nivel nacional el Departamento de Salud y Servicios Humanos prometió revisar y reformar el sistema estadounidense de trasplantes ante informes de prácticas perturbadoras como la extracción en personas con signos vitales.

Mientras tanto, la familia de Hoyos de Baldrich reclama conocer los detalles de lo sucedido y demanda garantías para que la dignidad y derechos de los pacientes sean respetados, al tiempo que el sistema de trasplantes de órganos estadounidense se encuentra nuevamente bajo la lupa por la transparencia y equidad en sus procedimientos, según la cobertura de Newsweek.