Y se viene la segunda vuelta


En 56 días viviremos la segunda vuelta de la elección del Bicentenario, bautizada por todos los candidatos como la más importante de nuestra historia. Este momento marca el inicio de la reconstrucción institucional de Bolivia, requisito ineludible para superar la crisis económica. Un desafío enorme.

Los dos candidatos que disputarán la presidencia son Rodrigo Paz Pereira y Jorge “Tuto” Quiroga. El MAS quedó fuera de la contienda, a punto de perder incluso su sigla.



Rodrigo Paz Pereira representa al centro político. Plantea reformas moderadas,  achicamiento gradual del Estado, apertura al mercado y rechazo al FMI. Hijo del expresidente Jaime Paz Zamora, trae consigo una herencia de lucha democrática. Lo acompaña en la vicepresidencia el ex Capitán Edmand Lara, polémico y disruptivo, un expolicía dado de baja por denunciar corrupción en la cúpula policial. Aporta, rostro nuevo y atractivo para sectores desencantados del masismo.

Tuto Quiroga se perfila desde la derecha con una propuesta liberal. Fue ministro de Finanzas y presidente de la República entre 1997 y 2002, llegó de la mano del expresidente General Hugo Banzer Suarez. Propone medidas de shock contra la crisis, reducción del Estado, apertura económica y acuerdo con el FMI. Su compañero de fórmula, JP Velazco, es un exitoso empresario cruceño. El binomio reporta una debilidad, no logró conectar con sectores populares.

=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas

En 2005 Evo Morales barrió con el sistema tradicional de partidos e instaló el “proceso de cambio”, que veinte años después deja un país quebrado y en crisis galopante. Hoy, Rodrigo y Tuto deben convencer de que sus visiones son las adecuadas para construir un nuevo tiempo. La disputa será entre la corriente renovadora y anticorrupción de Rodrigo y Edmand, frente a la experiencia y conservadurismo de Tuto y JP. La batalla será dura, ya empezó la guerra sucia, espero no dañen lo irreparable, más adelante ambos deberán sentarse a pactar soluciones para los problemas que angustian a los bolivianos.

En la Asamblea Legislativa Plurinacional, ambos llegan con fuerza:

Rodrigo logró 48 diputados y Tuto 38, sumando 86 diputados (2/3 de la Cámara).

Andrónico y Del Castillo apenas alcanzaron 11 diputados (8,5%), no tienen incidencia real. Tendrán que dar volteretas para lograr les permitan usar la palabra en el hemiciclo.

En el Senado, Rodrigo obtuvo 16 senadores y Tuto 12, (más de 2/3 de la Cámara). El MAS y Andrónico: cero senadores. Esa la magnitud del fracaso.

Unidad de Samuel: 26 diputados y 7 senadores. Bancada estratégica para la construcción de equilibrios y toma de decisiones.

Manfred: 1 senador y 6 diputados.

UCS y ADN: perdieron sigla. Algún día comprenderemos como llegaron a ese extremo.

Así llegamos a esta segunda vuelta, con sentimientos encontrados: con entusiasmo, dudas y esperanza.

Las bancadas, aunque numerosas, son frágiles porque provienen de organizaciones políticas débiles y son alianzas electorales de corto plazo. El próximo año tendremos elecciones de gobernadores y asambleístas en los nueve departamentos; alcaldes y concejales en 340 municipios: un nuevo reto, en el que el masismo intentará reinstalarse para reforzar el bloqueo a la construcción del nuevo tiempo.

No fue posible unificar fuerzas políticas antes de la elección, a estas alturas vemos señales que tampoco será fácil después de la elección. Esperemos que el ganador tenga la talla política y el desprendimiento para lograr el Gran Acuerdo Nacional que permita mantener la esperanza de un nuevo tiempo.