La ambulancia que debió socorrer al bombero voluntario Juan Pablo Zeballos no tenía combustible y los familiares denunciaron que el oxígeno para mantenerlo estable no estaba correctamente conectado o no tenía suficiente presión.
Juan Pablo Zeballos y Alex Nay Vargas. Foto composición Sumando Voces
Fuente: Sumando Voces / Bolivia
Yenny Escalante
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Dos hombres que dedicaron su vida a proteger la naturaleza fallecieron en accidentes de tránsito ocurridos este fin de semana en Santa Cruz y La Paz. Sus muertes enlutan al país y dejan en evidencia, además, la fragilidad de los sistemas de emergencia en Bolivia.
Juan Pablo Zeballos
En la carretera San José – San Ignacio, el vehículo en el que viajaban los hermanos Ronald y Juan Pablo Zeballos volcó la noche del sábado, aproximadamente a las 19:00. Ambos fueron rescatados con vida, pero el estado de Juan Pablo, bombero voluntario de la UUBR de San José, era crítico.
Cuando se intentó trasladarlo a Santa Cruz, la ambulancia asignada no tenía combustible y los familiares debieron cubrir 1.200 bolivianos para el viaje. A ello se sumó la deficiencia del equipo médico: los familiares denunciaron que el oxígeno para mantenerlo estable no estaba correctamente conectado o no tenía suficiente presión. Juan Pablo no resistió y murió en el trayecto.
Aquí puede ver el video antes del traslado:
«Tu paso por nuestra unidad dejó huella, y siempre serás recordado como parte de nuestra familia UUBR. Descansa en paz, hermano», se lee en un post de los Bomberos Voluntarios UUBR.
También, la organización Alas Chiquitanas se pronunció: «Nos parte el corazón saber que la ayuda no llegó a tiempo para Juan Pablo. La negligencia y deficiencias en el hospital municipal de San José, por la falta de combustible y oxígeno en la ambulancia de turno, se cobró la vida de un bombero voluntario de UUBR San José que estuvo en estado crítico por más de tres horas luego de un accidente de tránsito, por lo que tenía que ser trasladado a Santa Cruz para ser atendido».
Exige a las autoridades de todos los niveles del Estado investigar este hecho y de manera urgente dotar combustible a las unidades que atienden emergencias. Asimismo, la organización expresó sus condolencias a la familia Zeballos y a sus camaradas.
Ríos de Pie también expresó su sentir: «Su vida es testimonio de lo que significa ponerse al servicio de la comunidad.
Que su nombre no se pierda en el silencio ni su muerte quede en vano. Exigimos que se garantice lo mínimo para salvar vidas: ambulancias listas, equipamiento completo y un sistema de emergencias que funcione de verdad. La memoria de Juan Pablo nos recuerda que Bolivia merece mucho más».
La organización destacó que Juan Pablo no solo fue un bombero voluntario siempre dispuesto a darlo todo por su comunidad de San José, sino también un joven comprometido con distintas causas sociales. Integró Ríos de Pie, participó en el Control Electoral de Cuidemos el Voto y se formó en acciones de protesta no violenta. Se capacitaba de manera constante para enfrentar incendios y proteger a su gente, entregando su energía en cada lucha. «Era de esos jóvenes que inspiran con su ejemplo, su compromiso y la fuerza de su corazón», puntualiza Ríos de Pie.
Alex Nay
En el norte paceño, otra tragedia se conocía el mismo 30 de agosto: Alex Nay Vargas, guardaparque del Parque Nacional Madidi y miembro del pueblo indígena tacana, perdió la vida en la carretera Tumupasa–Ixiamas. El accidente, según reportó el periodista Ervin Serato Dumay, ocurrió cerca del puente Eshahuai. «El vehículo se dirigía hacia Ixiamas cuando, según el conductor, la llanta se jaló hacia un costado al acelerar repentinamente, provocando el accidente», informó en sus redes.
Producto del hecho falleció Nay. Tres quedaron heridas, quienes fueron atendidas en el hospital de Tumupasa, y otras tres, incluyendo un bebé de pocos meses, se trasladaron por su cuenta al hospital de San Buenaventura, reportó el periodista Serato.
Vargas había entregado 17 años a la defensa de uno de los ecosistemas más diversos del planeta, enfrentando incendios, la caza furtiva y la presión sobre los recursos naturales. Sus compañeros guardaparques lo despidieron en el Madidi con un homenaje póstumo, recordándolo como un guardián incansable y un aliado de los pueblos indígenas. En 2023 ya había sufrido graves daños a su salud a causa de los incendios que combatía, pero continuó en su labor hasta el final.
Al respecto, el defensor Alex Villca Limaco expresó: «El Guardaparque, Alex Nay Vargas deja un gran vacío en el pueblo indígena tacana y área protegida Madidi, su labor incansable en defensa de los bosques, el agua y la vida, nos deja un legado de profundo compromiso de defensa de la naturaleza y los pueblos indígenas. ¡Querido Alex, tu lucha y amor por la naturaleza vivirá por siempre en nuestros corazones!».
El periodista Marcelo Huanca Dorado también expresó su pesar por esta pérdida: Con profundo pesar, despedimos a Álex Nay Vargas, guardaparque del Parque Nacional y ANMI Madidi, quien durante 17 años dedicó su vida a la protección de este territorio de incomparable riqueza biológica y a la defensa del pueblo indígena Tacana, al que pertenecía», publicó en sus redes sociales.
«Papá, aunque estés en el cielo, tu amor nos seguirá acompañando aquí en la tierra. Tu legado de amor y bondad seguirá vivo. El tiempo no borra tu huella, en cada estrella que brilla veo un reflejo de tu amor eterno. Tu presencia sigue viva en nuestro corazón, aunque estés en un lugar celestial, siempre te amaremos papito», publicó Camila Nay.
Las muertes de Juan Pablo Zeballos y Alex Nay Vargas dejan un vacío entre quienes luchan por la vida y la naturaleza en Bolivia, recordando también la deuda pendiente del Estado en garantizar condiciones dignas y seguras tanto para los defensores ambientales como para los ciudadanos que enfrentan emergencias médicas.