Advierten que las Reservas Internacionales Netas líquidas alcanzan para 32 días de importación de carburantes


En junio de 2022, las RIN en divisas sumaban $us 1.424 millones y disminuyeron a $us 46,8 millones, en 2024; y este año subieron a $us 170,7 millones. Advierten que con los niveles actuales de las RIN, el tipo de cambio oficial de Bs 6,96 por dólar, ya no tiene respaldo.
Las reservas en divisas del BCB al mes de agosto eran de 170,7 millones de dólares. Foto: ABI
Las reservas en divisas del BCB al mes de agosto eran de 170,7 millones de dólares. Foto: ABI

 

Fuente: Visión 360
Por Marco Antonio Belmonte

Aunque las Reservas Internacionales Netas (RIN) han mejorado y hasta agosto se sitúan en 170,7 millones de dólares, el nivel es bajo y solo alcanzan para 32 días de importación de combustibles, advierten analistas.

Según los datos del Banco Central de Bolivia (BCB), hasta junio de 2022, Bolivia contaba con 1.424,8 millones de dólares de divisas como reservas y luego esto comenzó a declinar y en diciembre de ese año se cerró con 709,2 millones de dólares y en 2023 con 165,7 millones de dólares y en 2024 con 46,8 millones de dólares.



Las Reservas Internacionales Netas (RIN), al mes de agosto, sumaron 2.881 millones de dólares, de los cuales 2.651,8 millones de dólares son oro (aumentaron 762,5 millones), y 170,7 millones de dólares son divisas (123,9 millones de dólares de incremento respecto al saldo de 46,8 millones de diciembre 2024) y 58,7 millones de dólares son Derechos Especiales de Giro (DEG) y tramo de reservas.

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El economista Fernando Romero opinó que los 170,7 millones de dólares que se dispone como reservas liquidas en divisas alcanzan básicamente para garantizar la importación de combustibles durante 32 días.

Explicó que, hasta agosto, la compra del exterior de gasolina y diésel fue de 1.282 millones de dólares, es decir que cada mes se gasta 160,2 millones de dólares en estas operaciones en promedio. “Por día son 5,34 millones de dólares que se necesita para importar carburantes, por lo que las Reservas de divisas con las que se contaba a agosto que eran 170,7 millones de dólares, alcanzan para 32 días de importación de carburantes, prácticamente nada para los gastos que demanda esto”, precisó.

Señaló que mediante las exportaciones, monetización del oro y otras operaciones se pudo contar con la entrada de divisas, pero esto “ingresa y sale”, dado que se debe cubrir el pago del servicio de la deuda externa, cubrir importaciones y otras obligaciones.

Romero recordó que las principales fuentes de generación de las RIN son las exportaciones, desembolsos de deuda externa, la inversión extranjera y las remesas. “Debe mejorar el desembolso de deuda, brindar garantías para que los exportadores traigan sus divisas al país”, puntualizó.

El economista German Molina manifestó que la sostenibilidad de un régimen de cambio fijo oficial, como mantiene la actual administración gubernamental de 6,96 bolivianos por dólar, no tiene respaldo con un stock de reservas internacionales netas (RIN) y peor aún en uno de sus componentes principales por la liquidez inmediata que es un stock de dólares en efectivo (divisas) en el BCB como para disponer inmediatamente.

Las reservas de 170,7 millones de dólares en divisas apenas representan un 19,7% respecto a los niveles registrados al mes de agosto del 2022.

Señaló que esta cifra no es suficiente para atender toda la demanda por dólares proveniente de las personas naturales, jurídicas, sector público, privados y para devolver a los clientes que tienen su cuenta y depósitos  en dólares.

“Por otra parte, si el BCB decidiera vender estos dólares no logra cubrir toda la demanda que se la tiene reprimida y a eso se debe el funcionamiento del mercado paralelo del dólar que su cotización es volátil por diversos factores y la cotización al día de hoy está en un rango de 12  y 12,5 bolivianos por cada dólar”, subrayó.

Explicó que al mantenerse un tipo de cambio oficial de pizarra, porque no hay los dólares en la cantidad necesaria y suficiente, el mercado paralelo tiene una cotización por encima en un 72,4% al oficial.

Esto, dijo, afecta al sistema de precios de los mercados de bienes y servicios, donde para la fijación del precio de los bienes y/o servicios, el  productor según sus expectativas y conocimiento de sus costos, incorpora los impuestos, la cotización del mercado paralelo, previsión del precio de adquisición de insumos, otros y margen de ganancia.

“Los intermediarios a todo lo mencionado le agregan un incremento a precio de reposición del bien y su margen de ganancia.  Es decir, impacta directamente como también indirectamente de forma inmediata en los mercados en el corto plazo y más adelante, porque cuando suben los precios, generalmente no vuelven a los niveles iniciales”, anotó.

Agregó que los hogares tienen un ingreso fijo y ante la situación que se vive ahora reducen sus compras, porque es el único instrumento con el que cuentan para enfrentar lo que está generando la escasez de dólares oficiales.

La caída de las divisas se deben básicamente al programa, modelo, política económica y resultado vigente 2006-2025 de expansión del gasto público que no es compatible con un régimen de cambio fijo como el Gobierno mantiene -remarcó- sin tener los dólares suficiente porque requiere contar con un nivel óptimo de reservas internacionales en el Banco Central de Bolivia, y una estricta disciplina fiscal y cumplir la regla monetaria de una tasa de aumento de la emisión monetaria igual a la tasa de crecimiento de la economía.

Molina sostuvo que para reestablecer el flujo de divisas al país se debe sustituir el modelo de control estatal por un nuevo programa, modelo y política económica de asignación de recursos mediante los mecanismos de mercados de bienes y servicios que funcionen sin restricciones.

El nuevo modelo económico tiene que basarse en un sistema de cambio flexible (flotante), propuesto en 1950 por el Premio Nobel de Economía  Milton Friedman. Afirmó que es factible asumirlo porque el BCB ya no tendría que acumular divisas y fijar la cotización, sino sería el mercado que determinaría el precio y los exportadores que generan los dólares seria comprado por los importadores.

“El régimen cambiario flexible tiene las bondades de amortiguar los shocks externos y mantener el uso de la política monetaria como un instrumento independiente y que el Banco Central acuda en ayuda del sistema financiero ante una crisis.  Los incrementos de oferta monetaria no deseados bajo este régimen cambiario flexible se traducen en mayores niveles de tipo de cambio y de precios”, remarcó.

Además, para mantener la inflación bajo control es necesario una disciplina fiscal bajo reglas y el Banco Central tiene que ser autónomo y fijar metas explicitas de inflación.

Según la información presentada por el BCB, los 2.881 millones de dólares de RIN que se tienen hasta el 31 de agosto, equivalen a 4,8% del Producto Interno Bruto y alcanzan para 3,1 meses de importaciones.

Las fuentes de ingreso de las RIN, principalmente se originaron en las exportaciones de YPFB (628 millones de dólares), de Vinto y Comibol (113 millones de dólares) y 14 millones de dólares de otras empresas como Yacimientos de Litio Bolivianos (YLB), Empresa Nacional de Electricidad (ENDE), Empresa Boliviana de Alimentos (EBA) y otras. Además de desembolsos de deuda externa (679 millones de dólares) y 2.048 millones de dólares que provinieron de políticas del BCB como son la compra de oro, operaciones financieras, bono BCB en dólares y otros, y por la variación del oro se generaron 532 millones de dólares.

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