Al grito de “Khamenei asesino”, miles de iraníes exiliados en Bruselas se movilizaron para exigir un cambio de régimen en su país


La manifestación, encabezada por Maryam Radjavi del Consejo Nacional de Resistencia de Irán, reclamó sanciones más duras contra la República Islámica y la inclusión de la Guardia Revolucionaria en la lista de grupos terroristas de la UE.

Fuente: Infobae 

Decenas de miles de iraníes marcharon este sábado en Bruselas, capital de Bélgica, para exigir un cambio de régimen en Irán y expresar su respaldo a la resistencia organizada liderada desde el exilio, según informaron los organizadores de la movilización. Manifestantes llegados desde varios países europeos se reunieron en la plaza del Atomium, portando banderas iraníes y coreando consignas como “Khamenei asesino” -en alusión al líder supremo iraní- y “lucharemos, venceremos”.



Durante el acto, Maryam Radjavi, presidenta del Consejo Nacional de Resistencia de Irán (CNRI) -la principal agrupación opositora iraní en el exilio-, se dirigió a los asistentes y declaró: “La sociedad iraní se encuentra en un estado volátil, y la única solución es la tercera opción, ni el apaciguamiento ni la guerra, sino el cambio de régimen por parte del pueblo y su resistencia organizada”.

Entre las demandas expresadas figuran la inclusión de la Guardia Revolucionaria iraní en la lista de organizaciones terroristas de la Unión Europea (UE), la implementación de sanciones europeas adicionales contra el régimen de Teherán y el establecimiento de un Irán democrático y laico.

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Radjavi instó: “Permítanme insistir a Occidente: no retrasen más la designación de la Guardia Revolucionaria como organización terrorista. No retrasen más la aplicación de las resoluciones del Consejo de Seguridad de la ONU contra los proyectos nucleares del régimen. No retrasen más el reconocimiento de las Unidades de Resistencia para resistir y enfrentarse a la Guardia Revolucionaria”.

La manifestación en Bruselas conmemoró también el sexagésimo aniversario de la fundación de la resistencia iraní, realizándose poco después de que el Reino Unido, Francia y Alemania iniciaran el mecanismo de restauración automática de sanciones de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en un proceso de 30 días contra Teherán, relacionado con el desarrollo del programa nuclear iraní. El grupo europeo ofreció a Irán la extensión del plazo, que concluye el 18 de octubre, si reanuda la cooperación con el Organismo Internacional de Energía Atómica (OIEA), restablecida tras la guerra de junio con Israel. Entre los requisitos figuran comunicar el paradero de 400 kilos de uranio enriquecido al 60% y el retorno a la mesa de negociaciones con Estados Unidos.

Irán, por su parte, rechaza la legitimidad de la reaplicación de sanciones a manos del Reino Unido, Francia y Alemania, señalando que estos países incumplieron sus obligaciones derivadas del acuerdo nuclear firmado en 2015.

Miles de iraníes exiliados marcharon en Bruselas con banderas y pancartas contra el régimen de Teherán, en apoyo al Consejo Nacional de Resistencia de Irán y a favor de un país democrático y laico

Durante la jornada, intervinieron también destacados representantes internacionales. Mike Pence, exvicepresidente de Estados Unidos, se dirigió a la multitud en Bruselas y sostuvo que tras el ataque estadounidense contra instalaciones nucleares iraníes en junio “el mundo es más seguro” y “el pueblo iraní está hoy más cerca de la libertad que en ningún otro momento de los últimos 60 años”. Sin embargo, tanto el OIEA como otros expertos internacionales cuestionan el real impacto de estos ataques y advierten sobre la continuidad parcial del programa atómico iraní.

Pence defendió la imposición de “sanciones severas” al régimen. Entre los asistentes se encontraba también Alejo Vidal-Quadras, ex dirigente del Partido Popular (PP) y cofundador de Vox. Vidal-Quadras fue víctima de un atentado en noviembre de 2023, el cual atribuye al régimen de Teherán. En su intervención, afirmó: “El futuro de Irán está ante nosotros en este momento. No sois una minoría, no sois una fracción, sois la voz de millones de iraníes”.

Por otro lado, este mismo sábado autoridades de Irán ejecutaron a un hombre acusado de participar en un ataque contra fuerzas de seguridad en el marco de las protestas nacionales de 2022, según informó la agencia oficial judicial Mizan Online. El condenado, identificado como Mehran Bahramian, enfrentó cargos de abrir fuego contra un vehículo policial en Semirom, provincia de Isfahan, resultando en la muerte de un agente y heridas a otros en diciembre de 2022. La Corte Suprema de Irán ratificó la sentencia. Bahramian representa la duodécima persona ejecutada por hechos vinculados a las mencionadas protestas.

Las protestas iniciaron tras la muerte, bajo custodia policial, de Mahsa Amini, una mujer kurda de 22 años detenida por presunta violación del código de vestimenta. En junio, Irán ejecutó a Abbas Korkouri, condenado por disparar contra manifestantes.

Organizaciones de derechos humanos, como Amnistía Internacional, han denunciado que el régimen iraní utiliza la pena de muerte como herramienta para castigar la disidencia política. Según datos de la ONU, se documentaron cerca de 1.000 ejecuciones en Irán en 2024. Amnistía Internacional advirtió que autoridades iraníes “pueden ejecutar a otras personas en el corredor de la muerte por cargos políticamente motivados” y subrayó, en un comunicado posterior a ejecuciones secretas en julio, “el uso despiadado de la pena de muerte por parte de las autoridades como herramienta de represión política en tiempos de crisis nacional para aplastar la disidencia y sembrar el miedo entre la población”.