La Policía busca a Andrés Vásquez, alias ‘Coco Vásquez’, señalado como el responsable del asesinato de Édgar Dorado, alias ‘el Jefe’, quien, a su vez, era sindicado como responsable del triple asesinato de policías en Porongo el 21 de junio.
Fuente: eldeber.com.bo
La Policía Boliviana investiga presuntos vínculos entre los responsables del asesinato de Édgar Dorado Menacho, alias ‘el Jefe’, y servidores de la Policía y de las Fuerzas Armadas, además de un supuesto traficante de armas de nacionalidad brasileña. Las indagaciones, que aún están en curso, se apoyan en reportes de Inteligencia, allanamientos recientes y el análisis de comunicaciones telefónicas. Todas las personas mencionadas mantienen la presunción de inocencia hasta que exista una decisión judicial firme.
Dorado fue asesinado el 27 de julio en Santa Ana de Yacuma, en el departamento del Beni. Tenía una notificación internacional de Interpol después de haber sido identificado como chofer de Misael Nallar el 21 de junio de 2022, día del triple homicidio ocurrido en Porongo (Santa Cruz), donde perdieron la vida dos policías y un voluntario del Gacip. En informes policiales, Dorado figura como presunto partícipe material de ese hecho, aunque permanecía prófugo mientras Nallar fue capturado, procesado y sentenciado.
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De acuerdo con la hipótesis investigativa, Dorado intentaba reactivar actividades ligadas al narcotráfico desde Santa Ana, lo que lo habría puesto en conflicto con Yasser Andrés Vásquez Cardona, conocido como Coco Vásquez, señalado en los informes como presunto autor intelectual del ataque.
Las autoridades sostienen que la organización atribuida a Coco Vásquez mantenía contactos con un oficial y un subalterno de la Policía, con al menos cuatro miembros de la Armada y con Neogelio Marmitt Da Silva, ciudadano brasileño de 67 años, actualmente detenido e investigado como presunto proveedor de armas. El viceministro de Régimen Interior, Jhonny Aguilera, confirmó a EL DEBER que entre los integrantes de esa red también figuran los hermanos Erick y Oswaldo Hurtado Aguilera, a quienes los informes de la fuerza antidroga vinculan con varios homicidios cometidos en Beni y Santa Cruz desde 2023. “Fruto del seguimiento de inteligencia se logró ubicar la residencia de Coco Vásquez en la localidad de Cayubaba, municipio de Exaltación, en el departamento de Beni”, precisó la autoridad.
En esa zona se realizaron al menos doce allanamientos a casas y propiedades asociadas al investigado, donde se hallaron hangares y una pista clandestina utilizada para avionetas.
Aguilera informó además que fue aprehendido un alférez de la Armada, presuntamente en contacto con miembros de la organización, aunque aclaró que por ahora se mantiene en reserva la identidad de otros investigados para no entorpecer el curso de la pesquisa.
El día del asesinato de Dorado, siete atacantes se movilizaron en dos vehículos, una camioneta ploma y una vagoneta Jeep. De la primera descendieron tres hombres armados que dispararon contra el auto en el que viajaba Dorado, provocándole la muerte con siete impactos de bala. Testigos que hablaron con la Policía bajo condición de anonimato señalaron que una Toyota Hilux ploma sin placa, captada por cámaras de vigilancia en la escena, pertenecía presuntamente a Coco Vásquez. Semanas antes, ese mismo vehículo habría sido visto en poder de los hermanos Hurtado Aguilera y también en el taller de Marmitt Da Silva.
Los reportes señalan que la Policía identificó a tres de los atacantes: los hermanos Hurtado Aguilera y Hidelbrando Rodríguez Da Silva, ciudadano brasileño que conducía la camioneta. Horas después del crimen fueron aprehendidos Marmitt, Rodríguez y el boliviano Franco Dorado, de 25 años, quienes permanecen detenidos mientras se amplían las pericias.
Las pesquisas revelan que en el teléfono de Marmitt se habría encontrado un historial de mensajes de texto con descripciones de armas y precios, además de comunicaciones con uniformados y con integrantes de la red de Coco Vásquez. Los investigadores analizan si este flujo de información confirma que Marmitt actuaba como proveedor de armas para el grupo.
El caso Dorado vuelve a poner en evidencia la compleja red de relaciones que se tejen entre actores criminales y algunas estructuras estatales, además de la facilidad con la que organizaciones transnacionales logran establecer operaciones en zonas de frontera. Las autoridades del Ministerio de Gobierno insisten en que las investigaciones están en curso y que se trata de un esfuerzo coordinado entre la Policía, la Fiscalía y agencias internacionales. Enfatizan, además, que las calificaciones de autores, cómplices o proveedores son parte de la etapa investigativa y que cualquier responsabilidad deberá ser definida en sede judicial.
La investigación continúa y, mientras se aguardan los resultados de los peritajes a teléfonos y documentos incautados, el Ministerio Público mantiene bajo reserva varias diligencias con el objetivo de establecer la verdad histórica de los hechos.