Paz y Tuto triunfaron en las dos últimas semanas de campaña, por lo que ninguno quiere precipitarse. El debate de vicepresidentes genera expectación mientras que la apuesta de Campero gana enteros
Fuente: El País.bo
Se supone que a 28 días de la segunda vuelta electoral, los candidatos Rodrigo Paz y Tuto Quiroga deberían estar haciendo noticia día sí y día también, pero al parecer la familia Arce Catacora está aprovechando esta recta final de gobierno para ocupar portadas.
El presidente sigue lidiando con un escándalo por paternidad no reconocida que era tan fácil de evitar como someterse a la prueba o pagar lo establecido; a eso se suma otro escándalo de su hijo, denunciado por violencia de género, mientras avanza la investigación por Botrading – una empresa establecida por YPFB para intermediar en la compra de combustibles aparentemente y según denuncias, asesorada por el suscrito Rafael Arce Mosqueira, y poco se sabe de la investigación sobre la finca Adán y Eva, comprada con un crédito millonario por los otros dos hijos veinteañeros y que recibieron numerosos beneficios del Estado – Emapa, ABT, UPRE, etc. – para hacerla más rentable, salvo que la investigación está abierta.
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No es asunto de campaña, salvo por el temor que puede infundir en los candidatos sea lo que sea que pueda recibir en caso de que gane la presidencia. Las pocas certezas sobre el oro, sobre el combustible y sobre la economía en general son tan grandes que ya se han hecho comunes. El país sobrevive siempre.
Campaña
Tuto se metió en la segunda vuelta tras una estrategia magistral en las dos últimas semanas que desmontaron a Doria Medina como “candidato de la derecha” y Rodrigo Paz no articuló el “voto útil popular” hasta esas mismas fechas, por lo tanto uno y otro pasan el tiempo de estas semanas entre viajes y apuestas poco arriesgadas. Paz tal vez se la jugó un poco más yendo a CNN con Fernando del Rincón, militante del antimasismo desde tiempos inmemoriales y que ahondó en esa teoría como siempre bien documentado, pero Paz salió bien parado gracias a sus interminables recursos oratorios. Tuto sigue sembrando en el campo de “Evo apoya a Paz”, aunque los números no cuadran por mucho que eleve la voz.
Con los candidatos renuentes, la noticia salió del Tribunal Supremo Electoral (TSE): ya hay fecha para los debates. Y habrá de vicepresidentes.
El 5 de octubre se medirán JP Velasco y Edman Lara, dos candidatos que han roto el molde de mero acompañante y que andan sumando (o perdiendo) votos por sí mismos. Lara es la piedra angular de una candidatura popular de Rodrigo Paz que no pasaría ninguna prueba del algodón por sí mismo; JP Velasco es el elegido para decirles a los jóvenes que votando por Tuto hay otro futuro, incluyendo, obvio, a los del Mercado Campesino que atienden más al TikTok que a sus padres.
El 12 de octubre se medirán los candidatos a la presidencia. Rodrigo Paz triunfó en los debates de la primera vuelta: en el primero porque ofreció pactos y se diferenció de todos; en el segundo simplemente porque asistió sin soberbias ni cálculos a debatir con dos desahuciados: Eduardo del Castillo del MAS y Pavel Aracena de ADN. El androniquismo aún pena la decisión que se tomó ante la última oportunidad de no naufragar.
Las llaves de Evo y Samuel
Tuto y Rodrigo contemporizan, pero la suerte está echada. Los números no fallan: 7 millones de votantes, 1,7 lo hicieron por Paz Pereira, 1,4 lo hicieron por Tuto. Menos de la mitad. Más de la mitad al aire.
Hay un millón de personas que lo hicieron por Samuel Doria Medina, ex mirista y de raíz socialdemócrata, como Jaime Paz y su hijo Rodrigo, aunque busque subterfugios ahora para no lastimar a nadie. Doria Medina dijo que apoyaría a Rodrigo por el hecho de que se comprometió a apoyar “al primero”, y no fue él. Aun así la capacidad de endosar el voto de Doria Medina es relativa, más cuando la sombra del masismo (por mucho que la emplearon igual contra él) planea sobre sus burbujas. Tuto confía en llevársela.
El otro millón flotante es de Evo Morales, que ya no ha pedido el voto nulo y se pasa el día haciendo guiños para que voten por Lara y Paz, probablemente no por afinidad ideológica ni seguramente por un pacto oscuro de impunidad, sino po0r la certeza de que un gobierno sin plan es más débil y fácil de tumbar.
Paz lo ha empezado a negar, pero sin muchas ganas. Tuto lo quiere explotar, pero hasta ahí nomás. Quedan cuatro semanas. La cosa recién empieza.
El fantasma de Jaime Dunn vuelve
Jaime Dunn fue durante unas semanas trending topic, un candidato nuevo y fresco que hablaba propuestas radicales en lo económico, pero no pudo terciar por unas viejas deudas del pasado. Desde entonces Dunn se ha cuidado de no apoyar a uno u otro, por mucho que su programa se pareciera al de Tuto o Rodrigo fuera un viejo amigo de la escuela.
El viernes su hija Micaela anunció su alianza con Luciana Campero en la agrupación TU, como base de un proyecto nacional futuro que empiece ganando en las subnacionales.
Campero fue senadora de Tuto, aunque quedó inhabilitada, y lo ha seguido apoyando posteriormente. Veremos cómo madura la apuesta.
Fuente: El País.bo