Los movilizados piden que YPFB llegue a Yapacaní caso contrario masificarán las medidas de presión
Fuente: eldeber.com.bo
Este martes se cumple el segundo día de la toma de los campos petroleros en el municipio de Yapacaní, Santa Cruz, en demanda del suministro de diésel y ante reiterados incumplimientos por parte de Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) de los compromisos suscritos para el abastecimiento de combustible.
Los movilizados, liderados por el Comité Procamino de la Faja Norte, advirtieron que masificarán las medidas de presión con el cierre de válvulas si no reciben una respuesta inmediata. Hasta el momento han intervenido los pozos Yapacaní, Sirari y Boquerón
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
“Hemos ido a Santa Cruz en vano, gastando y perdiendo tiempo. Ellos deben bajar a los pozos para reunirse”, declaró Severino Gómez, presidente del Comité Procamino.
Según los dirigentes, son varios los compromisos asumidos por YPFB que no han sido cumplidos, lo que ha generado malestar e indignación entre las comunidades afectadas.
Finalmente, exigieron que las autoridades de la estatal petrolera lleguen directamente a Yapacaní para establecer una mesa de diálogo en territorio, de lo contrario la situación podría agravarse con el cierre de válvulas.
Testimonio
Don Max Quispe Álvarez es uno de los muchos productores agrícolas de Yapacaní que enfrentan pérdidas devastadoras a causa de la escasez de combustible. Su historia refleja el drama humano detrás del conflicto que se vive actualmente en la región.
“Trabajé en el extranjero y regresé al país para invertir en mi chaco, pero perdí mi capital por falta de combustible”, lamentó Quispe, mientras hace vigilia en la planta Sirari, una de las tres tomadas por los comunarios de la Faja Norte.
El hombre contó que intentó conseguir 40 litros de gasolina haciendo filas durante días. Incluso tuvo que dormir en su vehículo esperando abastecerse. Pero ni aun así logró acceder al carburante. Debido a esto, perdió su hectárea y media de papaya.
“Se pudrió mi producción por falta de gasolina”, relató con impotencia.
Como don Max, son varios los agricultores que denunciaron que el combustible para sus cosechas no se consigue en los surtidores oficiales, sino en el mercado negro a precios elevados, lo que agrava aún más la situación económica.