La Gobernación de Oruro alertó sobre el “crítico” desequilibrio hídrico que afecta al altiplano orureño, factor que ha contribuido al secado del Lago Poopó, el segundo más grande de Bolivia.
Fuente: ABI
“El problema es que tenemos precipitaciones promedio de apenas 400 milímetros al año, mientras que la evapotranspiración supera los 1.200 milímetros. Es decir, todo lo que llueve, rápidamente se evapora. Esa es una de las causas por las cuales se ha secado el Lago Poopó”, explicó el secretario departamental de Medio Ambiente, Agua y Madre Tierra de Oruro, Olson Paravicini.
El funcionario detalló que, si bien las condiciones climáticas naturales influyen directamente en la disponibilidad de agua, su despacho ejecutó una serie de acciones para mitigar el impacto ambiental.
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Entre ellas, destacó el dragado permanente del río Desaguadero, que conecta el Lago Titicaca con el sistema lacustre del sur.
“Estamos monitoreando constantemente, ya que todo está relacionado con las condiciones climatológicas. Mientras más precipitaciones tengamos aguas arriba —como en La Paz o el sur del Perú— más agua llegará a nuestros lagos”, precisó en entrevista con Bolivia TV.
Pese a las adversidades, Paravicini sostuvo que existen factores alentadores para la implementación de cultivos adaptados a las nuevas condiciones térmicas.
Señaló que la temperatura en Oruro difiere en solo tres o cuatro grados respecto a los valles de Cochabamba y Chuquisaca.
“Esto nos permite planificar acciones de adaptación. Ya hemos comenzado plantaciones de frutales en distintos puntos del departamento y otros cultivos que pueden sostener esa temperatura”, añadió.
Sin embargo, el funcionario insistió en que la rápida pérdida de agua por evaporación sigue siendo uno de los mayores obstáculos para la recuperación de los ecosistemas lacustres de la región.
GMM/Mac
Fuente: ABI