Investigación revela el doble rol del cooperativismo en Bolivia: Entre el desarrollo social y los desafíos ambientales


El estudio divide al cooperativismo en cuatro bloques: productivo (agropecuario y minero), servicios (transporte, vivienda, ahorro y crédito), servicios públicos (agua, electricidad y telecomunicaciones), marco histórico y normativo (bases legales y evolución del modelo).

Investigación revela el doble rol del cooperativismo en Bolivia: entre el desarrollo social y los desafíos ambientales

 

Fuente: ABI / La Paz



 

El Instituto para el Desarrollo Rural de Sudamérica (IPDRS), con el apoyo de We Effect, presentó el libro Cooperativismo en el Bicentenario de Bolivia, una investigación que analiza las potencialidades y contradicciones del movimiento cooperativo en el país.

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La investigación fue elaborada por más de diez especialistas en economía popular, ruralidad y políticas públicas.

“Este libro trata de entender cuáles son los desafíos, pero también las potencialidades que tiene el sistema cooperativo. Es amplio, diverso, con retos externos -ante la sociedad y el Estado-, pero también internos, de articulación y encuentro entre sus propios sectores”, explicó la investigadora Karen Mercado.

La institución resalta que la publicación coincide con dos hitos históricos: el Bicentenario de Bolivia y la declaración de 2025 como Año Internacional de las Cooperativas por parte de Naciones Unidas, lo que convierte el estudio en un insumo estratégico para reflexionar sobre el rol de este modelo en la economía y la democracia.

El estudio divide al cooperativismo en cuatro bloques: productivo (agropecuario y minero), servicios (transporte, vivienda, ahorro y crédito), servicios públicos (agua, electricidad y telecomunicaciones), marco histórico y normativo (bases legales y evolución del modelo).

Ejemplos como la cooperativa El Ceibo, pionera en transformar y exportar cacao del norte paceño, muestran la capacidad de estas organizaciones para mejorar ingresos, fortalecer la seguridad alimentaria y generar cadenas productivas completas que benefician a comunidades rurales.

Pero no todas las experiencias son positivas. La investigación subraya que el cooperativismo minero aurífero concentra hoy las principales tensiones.

“Quizás, el sector más cuestionado y observado por el resto de la ciudadanía boliviana es el minero. En especial, aquel dedicado a la explotación aurífera en las cuencas acuíferas de los bosques y, en varios casos, las áreas protegidas que albergan espacios geográficos importantes para el equilibrio ecológico nacional”.

El IPDRS advierte que muchas de estas cooperativas operan más allá de los permisos legales de prospección, impulsadas por la rentabilidad del oro.

Con la coordinación de Oscar Bazoberry Chali, Nuris Poma Catacora y Ruth Bautista Durán, el libro plantea que el cooperativismo boliviano está en una encrucijada: reafirmarse como instrumento de inclusión social, vivienda digna y producción sostenible, o consolidarse como un modelo híbrido atravesado por intereses extractivos y tensiones con las comunidades.

“La investigación presenta una variedad de información novedosa que ha sido elaborada por un conjunto de investigadores especializados en el área rural, las zonas periurbanas y la generación de información de interés para este sector y el resto del país”, refiere un reporte institucional.

Los estudios de caso de cada área cooperativa fueron realizados por: Miguel Ángel Peñaranda, David Cahuana Mollo, Elizabeth López Canelas, Luis Alemán Vargas. La lista también incluye a: Erika Incata Bedoya, Gualberto Rodríguez Gandarillas, Guillermo Sánchez Velasco, Karen Mercado Andia y Bernardo Vargas Rivera.