Kaa-Iya significa “Amo del Monte” en guaraní. Este Parque Nacional es territorio ancestral de guaraníes, chiquitanos y ayoreos, además, resguarda comunidades en aislamiento voluntario. Ubicado en el Chaco boliviano, alberga más de 350 especies de fauna.
Fuente: eldeber.com.bo
El Parque Nacional y Área Natural de Manejo Integrado Kaa-Iya del Gran Chaco cumple este 21 de septiembre tres décadas de creación, consolidándose como la mayor área protegida de Bolivia y uno de los santuarios mejor conservados del planeta. Con una superficia cercana a los 3,5 millones de hectáreas, Kaa-Iya es considerado un modelo de conservación indígena y un baluarte de biodiversidad en el mundo.
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La administración del parque, dirigida por Jorge Banegas, trabaja para que el área protegida sea incorporada a la Lista Verde de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza, que distingue a los espacios con las prácticas más avanzadas de gobernanza y manejo a nivel global. Además, el nombramiento permitiría que exista mayor capacidad de defensa y conversación del territorio.
El Kaa-Iya se distingue por resguardar el bosque seco chaqueño mejor conservado del planeta, además de ecosistemas que proveen servicios ambientales esenciales como agua, captura de carbono y regulación climática. También cuenta con dos sitios Ramsar, humedales y fuentes de agua dulce de importancia internacional.
Más de 350 especies en esta área protegida
Kaa-Iya alberga más de 350 especies de fauna, entre ellas el jaguar, el tapir, el oso hormiguero gigante y el pecarí chaqueño, además de una amplia diversidad de aves, reptiles y anfibios. Su territorio sigue siendo un laboratorio natural donde la ciencia descubre nuevas especies de flora y fauna.
Esta área natural se encuentra en las provincias de Cordillera y Chiquitos, está ubicada en la región del Chaco boliviano, en el sureste del país, limitando al sur con la República del Paraguay. Con 34 411,2 km², su superficie es mayor a Bélgica.
Pueblos ancestrales
Pero el valor del Kaa-Iya no es solo natural. Es también territorio ancestral de los pueblos guaraní, chiquitano y ayoreo, y una de las pocas áreas protegidas de la región que resguarda a comunidades en aislamiento voluntario. Su gestión incluye la participación de representantes indígenas y el trabajo conjunto con comunidades locales para garantizar la integridad del área.
Durante estos 30 años, el Kaa-Iya ha resistido amenazas como la expansión agrícola, los incendios forestales y la fragmentación del hábitat. Hoy busca fortalecer sus estándares de gestión para alcanzar la Lista Verde y consolidarse como referente internacional de conservación.