La Universidad Harvard logra una victoria legal contra Trump


Una jueza federal de Estados Unidos revocó este miércoles la congelación de fondos millonarios que ordenó el gobierno de Donald Trump a la Universidad Harvard, una victoria para esta institución convertida en el símbolo de la cruzada del presidente contra algunos centros de educación superior.

Students walks on the campus of Harvard University in Cambridge, Massachusetts, U.S., May 23, 2025.
Estudiantes caminan por el campus de la Universidad de Harvard en Cambridge, Massachusetts, EE. UU., el 23 de mayo de 2025. REUTERS – Faith Ninivaggi

Desde su regreso a la Casa Blanca en enero, Trump ha acusado a la prestigiosa universidad estadounidense de servir de caldo de cultivo para la ideología «woke», un término con el que los republicanos denuncian las políticas de fomento de la diversidad.

También la acusa de no proteger adecuadamente a sus estudiantes judíos e israelíes durante las protestas en el campus que exigían un alto el fuego en la Franja de Gaza.



Harvard rechaza las acusaciones y dijo que Trump estaba más bien centrado en controlar sus contrataciones, admisiones y plan de estudios.

En represalia, el gobierno retiró poco más de 2.600 millones de dólares en subvenciones federales a Harvard, incluidas las destinadas al sector salud, y revocó su certificación en el sistema Sevis, mediante el cual se autoriza a extranjeros a estudiar en Estados Unidos.

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La jueza de distrito de Boston Allison Burroughs se pronunció tras una demanda presentada por Harvard contra las órdenes del gobierno.

Harvard y la Casa Blanca podrían llegar a un acuerdo  

El fallo, que puede ser apelado, podría influir en conversaciones entre Harvard y la Casa Blanca, que según informes están en curso, sobre un acuerdo bajo el cual la universidad pagaría una suma reconociendo los reclamos de Trump, a cambio de restaurar el financiamiento federal.

Otras universidades han llegado a acuerdos similares con la administración

«El tribunal revoca y anula» las decisiones de la administración al considerarlas una «violación de la Primera Enmienda» de la Constitución, declaró la magistrada en referencia a las órdenes emitidas a partir del 14 de abril de 2025.

La portavoz de la Casa Blanca, Liz Huston, calificó a la jueza Burroughs como una «activista nombrada por Obama» que se sabía «iba a fallar a favor de Harvard».

«Harvard no tiene un derecho constitucional a los dólares de los contribuyentes… Nos moveremos de inmediato para apelar esta decisión flagrante», dijo Huston.

El fallo también impide que la administración utilice el mismo razonamiento para recortar financiamiento en el futuro.

El profesor de la Facultad de Derecho de Albany Ray Brescia dijo a la AFP que, pese a la victoria legal de este miércoles, Harvard aún podría seguir los pasos de la Universidad de Columbia y llegar a un acuerdo con el gobierno.

«(Trump) podría volver a la mesa de negociaciones y ofrecer a Harvard un trato mejor que el que le ha dado hasta ahora. Creo que ha habido algunos comentarios sobre un acuerdo de 500 millones de dólares», dijo.

«La gente llega a acuerdos todo el tiempo por muchas razones, incluso si creen que tienen 100% de razón», agregó el profesor.

«Cortina de humo»

La jueza, nombrada por el expresidente demócrata Barack Obama, afirmó que las pruebas que había visto sugerían que Trump «utilizó el antisemitismo como cortina de humo para un ataque selectivo e ideológico contra las principales universidades del país».

Además, consideró que los recortes de fondos gubernamentales tienen poca incidencia en el problema de antisemitismo en el campus, algo que la propia universidad reconoció.

«Es evidente, incluso basándose únicamente en las propias admisiones de Harvard, que la universidad se ha visto afectada por el antisemitismo en los últimos años y podría (y debería) haber abordado mejor el problema», escribió.

«Dicho esto, en realidad, hay poca conexión entre la investigación afectada por las terminaciones de subvenciones y el antisemitismo».

Al iniciarse la primera audiencia en Boston, en julio, Trump acusó públicamente a la jueza Burroughs de ser una notoria opositora y a Harvard de «ser antisemita, anticristiana y antiestadounidense».

La universidad, por su parte, afirma haber tomado medidas para garantizar que los estudiantes y el personal judío o israelí no se sientan excluidos ni intimidados en el campus, al tiempo que sostiene que las medidas del gobierno federal «amenazaron» la libertad de expresión y la libertad académica.

El gobierno también ha atacado la capacidad de Harvard para albergar a estudiantes internacionales, una fuente importante de ingresos que representó el 27 por ciento de la matrícula total en el año académico 2024-2025.