El giro político en Bolivia genera optimismo de cara a los cambios que puedan implementarse para hacer frente a la crisis que se vive en el país, pero ¿será un espejismo?
Fuente: https://www.bloomberglinea.com
Bloomberg Línea — La caída reciente del tipo de cambio paralelo no reflejaría una mejora estructural ni un regreso de la confianza, sino que más bien sería “un espejismo táctico”, dijo a Bloomberg Línea el economista Jonathan Fortun, del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF).
El tipo de cambio paralelo, o también llamado dólar digital, llegó a escalar en medio de la crisis económica en el país sobre los Bs.20 a comienzos de año, pero en la actualidad se ha estabilizado en torno a los Bs.12,4, hasta este 29 de agosto a las 12 p.m. ET.
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“Lo que ha bajado no es la presión real sobre el sistema cambiario, sino el nivel de crispación política en la superficie”, según Fortun. “Y eso ha bastado para relajar temporalmente la demanda especulativa de dólares en el mercado informal”.
Explica que tras semanas de tensión por la incertidumbre electoral y la posibilidad de una ruptura institucional, la percepción de transición “ordenada” entre el gobierno saliente del presidente Luis Arce y la administración entrante “ha generado una sensación de respiro”.
En medio de la escasez de dólares en Bolivia, los ciudadanos se han volcado a opciones alternativas, como las criptomonedas o el denominado dólar digital, en el mercado paralelo.
Según Fortun, “el mercado paralelo responde no solo a fundamentos, sino a climas. Y el clima político, al menos en apariencia, ha bajado de temperatura”.
El próximo 19 de octubre la segunda vuelta de las elecciones a la Presidencia se definirá entre el senador centrista Rodrigo Paz, del Partido Demócrata Cristiano, y el expresidente conservador Jorge Quiroga.
Luego de más de 20 años de gobierno del Movimiento al Socialismo (MAS), los bolivianos deberán elegir ahora entre dos proyectos de país más cercanos a la derecha y centrados en resolver la crisis.
Paz Pereira ganó la primera vuelta con el 32,06% de los votos y Quiroga fue segundo con el 26,70%, de acuerdo con el cómputo oficial del Tribunal Supremo Electoral (TSE) de la jornada del pasado 17 de agosto.
Factores internos y externos que pueden influir
Luis Fernando Romero Torrejón, economista e investigador, dice en un análisis que la reciente caída del dólar paralelo en Bolivia responde a una mezcla de factores internos y externos.
Por un lado, explica que se evidencia un posible incremento en la oferta de divisas, impulsado tanto por exportaciones y remesas en el mercado formal, como por compras de turistas y contrabando en el mercado informal.
Al mismo tiempo, considera que el cambio de gobierno generó expectativas positivas en el sector privado, con la posibilidad de liberar exportaciones, ampliar el apoyo estatal y fortalecer inversiones en sectores clave como litio, hidrocarburos y minerales.
Esto redujo la presión especulativa y llevó a una menor demanda de dólares para proteger patrimonios, pues muchos agentes convirtieron sus divisas a bolivianos para cubrir gastos inmediatos.
En el frente interno, el mayor control estatal sobre las operaciones cambiarias, sumado a sanciones en mercados no autorizados, contribuyó a estabilizar la cotización.
La escalada de la inflación también habría tenido un papel importante, ya que redirigió el gasto de la población hacia necesidades básicas, disminuyendo el interés en inversiones financieras y especulativas.
Asimismo, el mayor uso de criptomonedas ayudó a reducir la demanda de dólares, al ofrecer una alternativa para transacciones y ahorro, restando presión al mercado paralelo.
¿Una distracción en la economía boliviana?
El economista del Instituto de Finanzas Internacionales (IIF) no ve una estabilidad real del tipo de cambio, sino que cree que la actual coyuntura es “una distracción”.
En su opinión, esto se sustenta en el hecho de que la economía real sigue funcionando sin dólares, sin reservas netas, sin acceso a mercados y con una deuda interna cada vez más concentrada en manos de la Gestora Pública.
“La brecha cambiaria sigue siendo un termómetro de expectativas, y lo que mide ahora no es esperanza, sino fatiga. La gente no ve una solución. Ve una pausa. El tipo de cambio paralelo baja porque los agentes están recalibrando su estrategia de cobertura. No porque crean que lo peor ya pasó”, comentó.
Además, advierte que no hay señales claras de reposición de reservas ni de un nuevo ancla macroeconómica.
En cambio, percibe una intervención informal, “operaciones quirúrgicas” del Banco Central de Bolivia (BCB) a través de ventas selectivas en el mercado paralelo, y uso intensivo de mecanismos no convencionales como los repos contra oro y “deuda cuasifiscal escondida”.
“Bolivia está lejos de haber contenido su crisis cambiaria. Simplemente, aprendió a convivir con ella”, opinó el analista del IFF.