Mientras Bolivia se prepara para la jornada electoral definitiva, cabe también preguntarse si el poder de las plataformas digitales decidirá quién llegará a la Casa Grande del Pueblo. ¿Serán las redes sociales las que inclinen la balanza el 19 de octubre? ¿Cómo se redistribuirán los votos de los partidos que quedaron fuera de la contienda? ¿Parten con ventaja Paz y Lara sobre Tuto y Juan Pablo Velasco?
La fecha está sellada para el balotaje del 19 de octubre. El Tribunal Supremo Electoral (TSE) lo confirmó el miércoles tras proclamar los resultados de la primera vuelta. El Partido Demócrata Cristiano (PDC), liderado por Rodrigo Paz y su compañero de fórmula, el excapitán de Policía Edman Lara, dio la gran sorpresa al ubicarse en el primer lugar con el 32,06 % de los votos, forzando un balotaje contra Jorge Tuto Quiroga (Libre), quien logró un 26,70 % del respaldo, un poco más de 5 puntos de ventaja.La inesperada victoria de Paz puso bajo los reflectores su singular estrategia de campaña: una combinación de intenso trabajo territorial y una intrépida incursión en las redes sociales, especialmente en TikTok. Es en esta plataforma donde el PDC parece haber encontrado una veta para conectar con un electorado diverso, desde votantes indecisos hasta antiguos adeptos al MAS, partido que, tras casi dos décadas de hegemonía, apenas consiguió dos escaños en la Asamblea Legislativa Plurinacional.
La interrogante es inevitable: ¿fue esta estrategia digital el verdadero motor del éxito del binomio Paz-Lara o hay detrás, como han denunciado desde Libre y algunos analistas, una velada alianza con el todavía partido de Gobierno?
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Mientras Bolivia se prepara para la jornada electoral definitiva, cabe también preguntarse si el poder de las plataformas digitales decidirá quién llegará a la Casa Grande del Pueblo. ¿Serán las redes sociales las que inclinen la balanza el 19 de octubre? ¿Cómo se redistribuirán los votos de los partidos que quedaron fuera de la contienda? ¿Parten con ventaja Paz y Lara sobre Tuto y Juan Pablo Velasco?
Estrategias y alcance
Nuevas ideas con libertad es el sitio donde Edman Lara acumula más seguidores
La campaña en redes, particularmente en TikTok, irrumpió como un factor relevante en la primera vuelta. El binomio Paz-Lara capitalizó esta plataforma de manera notoria. Edman Lara, a través de su cuenta “Nuevas Ideas con Libertad”, acumuló 558.600 seguidores y destacó por su constancia, transmisiones en vivo y una comunicación directa con sus potenciales votantes.
Su video más popular registra 4,5 millones de reproducciones y varios superan el millón. Un contenido reciente junto a Rodrigo Paz, posterior a las elecciones del 17 de agosto, alcanzó 1,7 millones de vistas. El estilo provocativo e interpelador de Lara hacia la vieja clase política y la corrupción, además de sus polémicas ofertas, han encontrado eco en su audiencia.
El candidato Rodrigo Paz ha estado activo en TikTok y otras redes
Paz, con 324.900 seguidores en TikTok, también mantuvo una actividad constante. Su video más visto, en el que aborda su propuesta de implementar un salario universal para las mujeres, logró más de 4,7 millones de reproducciones. El candidato a la presidencia se muestra en sus contenidos interactuando con ciudadanos en distintas localidades, lo que proyecta la imagen de alguien cercano y con amplio recorrido nacional. Tanto Paz como Lara, hasta ahora, han optado por videos de estilo casero, grabándose a sí mismos.
Tuto Quiroga, con 248.300 seguidores en TikTok, también mantuvo una presencia activa en esta plataforma durante su campaña, aunque con un enfoque de producción diferente. Su video más popular, en el que comparte un desayuno con una ciudadana que expresa sus preocupaciones sobre el estado de la economía, sumó 4,2 millones de reproducciones.
Los contenidos de Quiroga se han caracterizado hasta ahora por una producción profesional, con un guion y grabaciones realizadas por terceros, nunca por él directamente. Velasco sigue un patrón similar, con videos producidos y grabados por otra persona, buscando conectar directamente con la gente. Su video más popular superó las 873 mil reproducciones.
Fuera de TikTok, Quiroga es el que más seguidores tiene. En Facebook, 196.000 frente a 70.000 de Paz. En Instagram, 46.900 seguidores mientras que Paz suma 9.661. En X (anteriormente Twitter), destaca con 234.700, una cifra considerablemente superior a los 9.144 de Paz.
Sin embargo, y según las interacciones de las cuentas de los candidatos, gran parte de la batalla de la primera vuelta se libró en TikTok, y todo indica que esta plataforma también jugará un rol importante en el balotaje.
Proyecciones de voto
El total de votos emitidos en la primera ronda fue de 6.731.848. Si se suman los obtenidos por los partidos que no pasaron a la segunda vuelta, en teoría quedan más de 2,1 millones de sufragios en juego y más de 3,4 millones si se incluyen los votos nulos, opción promovida por el expresidente Evo Morales.
En ese sentido, Quiroga partiría con sus 1.397.226 votos de la primera vuelta (26,69 %). ¿Es posible que a estos se sumen los de Unidad, que obtuvo 1.039.426 (19,85 %), y los de APB-Súmate, que logró 347.574 (6,664 %), más los de Libertad y Progreso ADN, que logró 76.349 (1,46%), dadas las afinidades ideológicas?
Si Quiroga retiene sus votos y suma la totalidad de Unidad y ADN, su proyección alcanzaría a 2.860.575 votos.
Paz, por su lado, cosechó 1.693.891 votos en la primera vuelta (32,15 %). A esa base se podrían añadir los de Alianza Popular (AP), con 439.388 (8,39 %), debido a la —en teoría— afinidad política de sus votantes. Asimismo, los 168.917 del MAS-IPSP (3,19%) y los 86.154 de La Fuerza del Pueblo (FP, 1,65 %).
Si Paz retuviera sus votos y sumara los de AP, MAS-IPSP y FP, su proyección sería de 2.388.350 votos, un caudal menor al de Quiroga. Pero si sumase también los nulos, el panorama cambiaría, pues lograría 3.713.946 votos. Sin embargo, y como dicen los expertos, las elecciones no son matemáticas, por lo que es poco probable que el electorado se comporte de ese modo. Dicho eso, la pregunta es cuánto del caudal de votos en juego y de qué segmentos logrará captar cada binomio, o qué caudal de votos será determinante.
Esta semana, Morales, que se arroga los votos nulos, afirmó que sus seguidores planean votar por Paz en la segunda vuelta a fin de impedir una victoria de Quiroga.
Experiencias en Sudamérica
Los recientes balotajes presidenciales en la región, como los de Chile (2021), Brasil (2022), Colombia (2022) y Ecuador (2023), mostraron patrones comunes que podrían ayudar a pronosticar el desenlace en Bolivia, aunque el comportamiento nunca es el mismo en un país y otro. Las victorias de los candidatos ganadores en cada una de esas naciones no se basaron solo en la retención de la base de votos inicial, sino en su capacidad para movilizar nuevos votantes y absorber el apoyo de las opciones que no pasaron a la segunda vuelta.
En Chile 2021, José Antonio Kast lideró la primera vuelta con el 27,91 % de los votos, seguido por Gabriel Boric con el 25,83 %. En el balotaje, Boric revirtió el resultado y ganó con el 55,87 % de los votos frente al 44,13 % de Kast, con un aumento significativo en la participación de los votantes.
En Brasil 2022, Luiz Inácio Lula da Silva obtuvo 48,43 % en la primera vuelta frente a 43,20 % de Jair Bolsonaro. La segunda vuelta resultó en una victoria ajustada para Lula con el 50,90 % de los votos contra el 49,10 % de Bolsonaro.
En Colombia 2022, Gustavo Petro lideró la primera vuelta con 40,34 %, seguido por Rodolfo Hernández con 28,17 %. En el balotaje, Petro se impuso con el 51,57 % de los votos frente al 48,43 % de Hernández, en una elección que registró la participación más alta en 24 años.
En Ecuador 2023, Luisa González ganó la primera vuelta con el 33,61 % de los votos, seguida por Daniel Noboa con 23,47 %. En la segunda vuelta, Noboa obtuvo la victoria con 51,83 %, superando el 48,17 % de González.
En Ecuador, la victoria de Noboa se basó en el voto anti-correísta. En Colombia, la contienda entre Petro y Hernández fue una disputa de populismos, en la que el primero consiguió mantenerse a la cabeza. En Chile, el triunfo de Boric fue impulsado por electores que no querían a Kast. En Brasil, la ajustada victoria de Lula da Silva dependió de la consolidación del voto anti-Bolsonaro.
De acuerdo con estos casos, las victorias en la segunda vuelta se cimentaron en gran medida en un voto de rechazo al adversario y no tanto en sus programas o propuestas.
Lo que dicen los expertos
La victoria del binomio Paz-Lara del 17 de agosto se explica por su capacidad de atraer a dos electorados distintos: exvotantes del MAS que buscaban una opción “menos traumática” y electores con pensamiento crítico, también del MAS, que no deseaban un retorno al pasado. Así lo analiza el especialista Andrés Delgadillo, quien además contrasta las estrategias de campaña de los dos candidatos que disputarán el balotaje.
Según Delgadillo, un factor clave fue que la fórmula Paz-Lara capitalizó el voto de sectores que apoyaron al MAS en el pasado, pero que no votarían por figuras tradicionales como Tuto Quiroga o Samuel Doria Medina. Para este grupo, Paz representaba “la opción que les daba menos miedo, que generaba menos retroceso” en su concepción política.
Por otro lado, señala que la candidatura de Paz también fue atractiva para el electorado crítico con el MAS, que buscaba una alternativa a las figuras del pasado de este partido. “Si estoy cuestionando al MAS, ¿por qué el pasado sería bueno? Entonces, ahí la candidatura que emergía como algo diferente era la de Paz-Lara”, afirma Delgadillo.
En cuanto a las campañas, describe la de Tuto Quiroga como “organizada, bien técnica”, pero con la debilidad de no haber penetrado “en sectores populares, en el área rural”.
En contraste, la campaña de Paz fue “emergente, con dificultades” en plano logístico y de diseño de estrategia, pero con “la enorme virtud de haber logrado llegar a sectores populares, que es lo que ha hecho que gane en primera vuelta”.
El analista también aborda el papel de las redes sociales y destacó la fortaleza previa del binomio Paz-Lara en plataformas como TikTok, donde sus transmisiones en vivo, dice, superan a “cualquier red (de televisión) a nivel nacional” con miles de seguidores. Según Delgadillo, esta presencia consolidada les generó una gran visibilidad.
No obstante, matiza que, si bien todos los candidatos realizaron trabajo territorial, los resultados no se definieron por esas acciones, sino por “pensamientos mucho más macro”, como el miedo que generaba una u otra opción en el electorado.
De cara al balotaje, Delgadillo considera que ni el trabajo territorial ni las redes sociales serán determinantes por sí solos. En su opinión, la clave del éxito residirá en el balance de ambas estrategias. “Es un equilibrio. Los dos son importantes. Quien logre equilibrio será competitivo”, sentencia.
Finalmente, advierte que el escenario para la segunda vuelta es nuevo y que no se puede dar por sentado ningún resultado. “Ambas campañas se inician de cero”, sostiene y recalca que la transferencia de votos no es automática: “No es aritmética, no es que el 15 (por ciento) que votó para uno se sumará al otro (…). Nadie es dueño de los votos”.
La batalla en las redes
La campaña para la primera vuelta electoral descuidó las calles y por eso se disputó principalmente en las redes sociales, un cambio que marcó un antes y un después en la política nacional. Según la analista y editora en jefe de Bolivia Verifica, Patricia Cusicanqui, las organizaciones políticas volcaron sus recursos al espacio digital, aunque su influencia se centró más en reforzar posturas existentes que en definir el voto.
A diferencia de elecciones anteriores, esta vez, en algunas ciudades hubo “cero caravanas callejeras” y una “muy escasa presencia” de militantes en el espacio público, observa la experimentada periodista. En su lugar, afirma que “los partidos y las organizaciones y las alianzas pusieron toda su fuerza, su empeño, su tiempo y su dinero en las redes sociales”.
Este enfoque digital, en su opinión, tuvo estrategias dispares. Mientras candidaturas como las de Jorge Quiroga y Samuel Doria Medina invirtieron cerca de 1 millón de bolivianos cada uno en publicidad pagada en Meta, Rodrigo Paz destinó unos 200 bolivianos, según una investigación de Bolivia Verifica.
Sin embargo, la diferencia, de acuerdo con la especialista, estuvo en el tiempo que llevaban los candidatos difundiendo su proyecto político en las redes. En el caso de Paz, venía desarrollando un trabajo constante desde 2023, a diferencia de sus rivales, que se metieron de lleno, de forma intensiva, únicamente durante la campaña. Es decir, el éxito de Paz no tuvo que ver con su desempeño reciente, sino con el trabajo acumulado que llevaba ya en plataformas como TikTok.
Por otro lado, pese a la viralidad de los contenidos, Cusicanqui dice que duda de que las redes vayan a definir la elección. Explica que los ciudadanos suelen ingresar a estas plataformas con una postura ideológica definida y las usan para reconfirmar sus ideas, a menudo dentro de “burbujas” y sesgos de confirmación. Este aislamiento, advierte, “puede resultar peligroso para la democracia, porque te cierras” a posturas diferentes y se fomenta la polarización”.
Para la segunda vuelta, el espacio de disputa política seguirá siendo el digital. La experta ilustra al respecto que ya se están empleando estrategias de comunicación que apelan a las emociones, como el episodio en que el candidato vicepresidencial Juan Pablo Velasco esperó con una silla vacía a Edman Lara en un mercado de Santa Cruz, mientras este argumentaba desde sus redes que no podía asistir por asuntos legales. Para Cusicanqui, este tipo de “historias construidas” son “formas de llegar a la gente mediante las emociones”, que es lo que caracterizará la contienda.
Asimismo, anticipa que muy buena parte de la campaña será “desinformación y guerra sucia”. No obstante, matiza que esto no siempre proviene de aparatos organizados. Señala que candidatos como Lara producen mucho material a diario del que es relativamente fácil colgarse para desinformar, debido a que “no cuida lo que dice”. En este escenario, concluye que el principal efecto de la campaña digital será “consolidar creencias, simpatías ideológicas” más que alterar drásticamente la intención de voto.
Compartido con #LaHoradeBolivia , una alianza de medios de la que ANF es parte