Parlamentarios electos de distintas fuerzas coinciden que el futuro de Santa Cruz se sostiene en la unidad, la productividad y el empuje de su gente.
Fuente: eldeber.com.bo
Santa Cruz celebra su aniversario cívico con la mirada puesta en el futuro. Nueve legisladores electos, de distintas bancadas políticas, proyectan cómo ven al departamento en los próximos cinco años y, pese a las diferencias ideológicas, coinciden en un punto: la tierra cruceña seguirá siendo el motor económico de Bolivia y caminará hacia un porvenir más inclusivo, autónomo y próspero.
Para la senadora Kathya Quiroga (Libre), el camino está marcado por la unidad. “Santa Cruz ha demostrado ser el motor económico de Bolivia y en los próximos cinco años lo seguirá siendo, con autonomía plena, creando empleo y sosteniendo al país”, sostuvo, al remarcar que las nuevas políticas, como la libre exportación, permitirán que la región sea “una de las más dinámicas y competitivas del continente”.
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La diputada Estibaliz Bravo (APB-Súmate) coincidió en la visión de grandeza: “En cinco años veo a una Santa Cruz más próspera y libre, que no depende de caprichos del gobierno central porque es su gente la que mueve la economía e innova. La juventud y la mujer asumirán el liderazgo, manteniendo vivos los valores de esfuerzo y solidaridad”.
Desde la alianza Unidad, el diputado Álvaro Cazasola imagina una Santa Cruz moderna y sostenible, con instituciones sólidas y transparentes: “El v
erdadero crecimiento no solo se mide en cifras, sino en la confianza de su gente y la certeza de que el futuro puede ser mejor”.
La diputada Mónica Fernández (PDC) subrayó la necesidad de que los jóvenes encuentren aquí oportunidades de empleo, con una producción diversificada y sostenible. “Sueño con una Santa Cruz más justa, inclusiva y con proyección internacional, donde las familias vivan con dignidad y nuestras tradiciones sigan vivas”.
Con un énfasis en la seguridad alimentaria y la autonomía, Flavia Barbery (Libre) apuntó: “Si hoy producimos más del 70% de los alimentos de Bolivia, en cinco años seremos aún más fuertes, exportando al mundo sin trabas y consolidando a Puerto Busch como potencia logística”.
El diputado Carlos Arrien (Unidad) puso el acento en la relación con el Estado: “Sí o sí vamos a luchar en estos cinco años para que Santa Cruz reciba lo que se merece, apostando a una mejor distribución de recursos”.
Más crítico con las trabas del centralismo, Gabriel Justiniano (PDC) resaltó la resiliencia cruceña: “Cuando queremos emprender, el Estado nos pone obstáculos, pero el cruceño es ‘cuerudo’. Con un empujón más, Santa Cruz puede convertirse en una de las metrópolis más importantes de Sudamérica”.
En la misma línea productiva, el diputado Róger Blanco (Libre) expresó su compromiso con la dignidad de las familias: “En cinco años quiero ver a Santa Cruz consolidada como el corazón productivo del país, con barrios regularizados y jóvenes con oportunidades reales”.
Finalmente, Mario Lima (PDC) proyectó avances en áreas sensibles: “En cinco años tendremos mejor salud, mejor educación, mayor seguridad y una lucha más firme contra la corrupción. Desde el legislativo mejoraremos las relaciones con los gobiernos subnacionales, para impulsar juntos el desarrollo”.
Las voces de estos nueve parlamentarios, más allá de sus diferencias, confluyen en una visión: una Santa Cruz que no se detiene, que exige autonomía real, que sueña con mejores oportunidades y que busca consolidarse como un referente de progreso. Y todos coinciden en la premisa central: Santa Cruz seguirá creciendo, más grande, más productiva y más poderosa, porque lo mejor que tiene es, y seguirá siendo, su gente.