En los últimos ocho años, narcotraficantes extranjeros de alto perfil lograron obtener documentos bolivianos auténticos con identidades falsas, emitidos por instituciones estatales. Estos documentos incluían cédulas de identidad tanto nacionales como extranjeras, licencias de conducir y certificados de nacimiento.
Fuente: Visión 360
Narcotraficantes extranjeros con alto rango en organizaciones criminales, como “El Chepa”, del Cártel de Jalisco; la “Tía Reyna”; Sebastián Marset; y líderes del Primer Comando Capital (PCC) contaban con documentos de identidad bolivianos. Con esos papeles, en los que en la mayoría tenían nombres falsos, los delincuentes se movilizaban con tranquilidad, pese a estar buscados por las autoridades de varios países latinoamericanos y de Estados Unidos.
Nueve casos sonados de delincuentes con amplio prontuario en el mundo del narcotráfico fueron descubiertos desde 2017, según una revisión hemerográfica. Los narcotraficantes portaban distintos documentos oficiales, como cédulas de identidad bolivianas y de extranjeros, licencias de conducir, certificados de nacimiento y de matrimonio.
En la mayoría de los casos, los documentos fueron emitidos por instancias oficiales, como el Servicio General de Identificación Personal (Segip), el Servicio de Registro Cívico (Serecí) y la Dirección General de Migración (Digemig). Tras cada uno de estos hechos, las autoridades, tanto del Gobierno de turno como del actual, anunciaron investigaciones para identificar a los responsables.
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Por ejemplo, actualmente cinco exfuncionarios del Segip enfrentan procesos judiciales, acusados de haber facilitado de manera irregular documentos de identidad bolivianos al narcotraficante uruguayo Sebastián Marset.
Según Jorge Santistevan, experto en seguridad, militar y político, estos casos son una muestra de que algunas “instituciones están prácticamente corrompidas y coludidas con los delincuentes, porque estos consiguen fácilmente identidades falsas”. “Pero lo que llama la atención es que tienen doble, triple y hasta cuatro identidades”, declaró el especialista al programa Visión 360.
Santistevan aseguró que los delincuentes extranjeros eligen Bolivia porque “saben que pueden conseguir una nueva identidad y vivir tranquilos, ya que las instituciones del Estado son débiles en los controles y están marcadas por la corrupción”.
“El Chepa”, del Cártel de Jalisco
El 22 de diciembre de 2017, el mexicano José González Valencia, alias “El Chepa”, uno de los hombres fuertes del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), fue capturado en Brasil mientras se encontraba de vacaciones con su familia. Había ingresado a ese país como turista procedente de Bolivia. El documento con el que cruzó la frontera era una cédula de extranjero emitida por el Segip, bajo el nombre de Jafett Arias Becerra.
Según reportes oficiales, “El Chepa” se escondía en Bolivia desde 2015, año en que llegó a Santa Cruz con un pasaporte mexicano. Este documento, junto con un contrato de trabajo, fue utilizado para tramitar en Migración la residencia temporal y obtener la cédula de identidad de extranjero.
El descubrimiento causó conmoción en Bolivia. Sin embargo, las autoridades del gobierno del entonces presidente Evo Morales afirmaron que desconocían la presencia de “El Chepa” en el país.
“El Segip le entregó una cédula de identidad de extranjero con base en un informe de Migración, el cual establecía que tenía residencia y trabajo en Bolivia. Es decir, aparentemente no había nada irregular, pero ninguna de las dos entidades tenía antecedentes que lo vincularan a actividades criminales o al narcotráfico en otro país”, declaró el entonces ministro de Gobierno, Carlos Romero, en un programa de la Red Uno, tras conocerse el caso en 2017.
González Valencia se desempeñaba como líder de Los Cuinis, el brazo financiero del CJNG, considerado el segundo grupo de narcotráfico más grande de México, solo por detrás del Cártel de Sinaloa. Originario del estado de Michoacán, lideró la organización junto con sus hermanos Gerardo y Abigael; fueron responsables de las finanzas del también llamado “Cártel de las cuatro letras”.
Su historial delictivo se remonta al año 2006, cuando comenzó a coordinar el trasiego de varios cargamentos de cocaína hacia Estados Unidos.
De acuerdo con el Departamento de Justicia de EEUU, “El Chepa” no solo se encargaba de la distribución de cocaína, sino también del suministro de armas y municiones al CJNG.
Tras su captura en Brasil, fue extraditado a Estados Unidos. En junio de 2025, fue sentenciado a 30 años de prisión por su participación en actividades de narcotráfico dentro de una organización criminal.
“El Chapo del Cono Sur”
El 13 de febrero de 2019, José Miguel Farfán, uno de los seis narcotraficantes más buscados por la justicia argentina desde 2015 y conocido como “El Chapo del Cono Sur”, fue capturado en Santa Cruz de la Sierra.
Al momento de su detención por agentes antidrogas, se le encontró un carnet de identidad boliviano falso, a nombre de Miguel Ángel Salazar Yavi, con el cual se movilizaba dentro del país.
En Argentina, Farfán estuvo en prisión en varias ocasiones, pero logró escapar o ser liberado mediante sobornos a jueces. En 1999 ingresó a la cárcel, pero en 2004, antes de cumplir su condena de cinco años, se fugó tras obtener una salida transitoria.
“Narcoconcejal” argentino
En mayo de 2019, el argentino Mauricio Esteban Gerónimo, buscado desde 2015 por la justicia de su país, con “sello rojo” y conocido como el “narcoconcejal”, fue capturado en Santa Cruz de la Sierra.
En Bolivia, cambió su identidad y obtuvo documentos oficiales bajo el nombre de Mauricio Esteban Rojas Vega, emitidos por el Segip y Migración.
“Poseía un carnet de identidad válido hasta el 19 de febrero de 2024, mientras que el carnet de extranjería, emitido por Migración, tenía fecha del 21 de diciembre de 2018. Además, contaba con una licencia de conducir categoría ‘A’, emitida el 7 de noviembre de 2017”, informó el programa Detrás de la Verdad.
Según un reporte policial, Gerónimo ingresó al país a través de la zona fronteriza de Yacuiba, del lado boliviano, y Salvador Mazza, del lado argentino.
Gerónimo era considerado un “pez gordo” del narcotráfico y pesaba sobre él una sentencia condenatoria de 20 años de prisión por tráfico de drogas.
Era concejal electo en la localidad de Profesor Salvador Mazza y, según las autoridades argentinas, formaba parte de una banda dedicada al narcotráfico, usando sus influencias para evitar los controles.
El “narco de la ostentación” en Goiás
En enero de 2022, el brasileño Marciel Ribeiro de Oliveira, conocido como el “narco de la ostentación” en Goiás, fue asesinado con 11 disparos, en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra.
Al iniciar la investigación, las autoridades hallaron entre sus pertenencias una cédula de extranjero emitida por el Segip, con el nombre falso de Eduardo Maciel Guimarães Ribeiro, válida hasta el 3 de marzo de 2025.
Ribeiro de Oliveira estaba prófugo desde 2017, tras escapar de prisión en Goiânia, Brasil, donde era investigado por narcotráfico. Según medios brasileños, se le apodó “narco de la ostentación” por gastar grandes sumas de dinero en artículos de lujo, como joyas, relojes, aparatos electrónicos, una lancha rápida valorada en un millón de reales (más de 1.200.000 bolivianos) y un automóvil con un valor aproximado de 500 mil reales (más de 600 mil bolivianos), entre otros bienes incautados.
Tras el hallazgo del documento de identidad, expedido el 5 de marzo de 2020, las autoridades del Segip y de Migración en Santa Cruz anunciaron el inicio de investigaciones para determinar responsabilidades.
La “Tía Reyna”
En noviembre de 2023, durante un control de rutina en la Gerencia General de Aduanas en Mariscal Estigarribia, en la región de El Chaco, la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad) de Paraguay, junto con el personal de Aduanas y Migraciones de ese país, capturó a la peruana Reyna Gozme La Fuente, alias “Tía Reyna”, conocida por las autoridades antinarcóticos de Perú como una de las principales acopiadoras y exportadoras de cocaína del Valle de los ríos Apurímac, Ene y Mantaro (VRAEM).
La “Tía Reyna” fue detenida durante un control cuando intentaba ingresar a Paraguay desde Bolivia. En ese momento portaba una cédula de identidad boliviana presuntamente falsa, a nombre de Norma Claros Torrico. Un cruce de información entre autoridades paraguayas y peruanas permitió confirmar su verdadera identidad como Reyna Gozme.
La Fiscalía de Paraguay dispuso su detención y abrió una investigación por tenencia de documentos adulterados. “Su estructura criminal, en particular, se encargaba de distribuir por vía aérea cocaína procedente de Perú, principalmente hacia Bolivia, Paraguay y Brasil”, dijo Francisco Ayala, director de la Senad, a la prensa paraguaya.
La coordinación de las fiscalías especializadas en delitos de tráfico ilícito de drogas de Perú incluyó en 2022 a Reyna Gozme en la lista de presuntas líderes del narcotráfico en el VRAEM.
Según especialistas en narcotráfico y crimen organizado, la “Tía Reyna” se caracteriza por realizar frecuentes viajes en avionetas cargadas con droga, que parten de pistas clandestinas ubicadas en las regiones de Atalaya y Alto Pichas, en Perú.
En 2023, tras su captura, la Policía peruana denunció que numerosos narcotraficantes del VRAEM con antecedentes judiciales se refugian en Bolivia y obtienen documentación falsa para continuar con sus actividades delictivas, según informó Infobae.
Días después de la captura, las autoridades del gobierno del presidente Luis Arce emitieron un informe. El entonces ministro de Gobierno de Bolivia, Eduardo Del Castillo, confirmó que en 2017 se emitió una cédula de identidad boliviana a la peruana Reyna Violeta Gozme. Además, anunció una investigación para determinar cómo la peruana obtuvo este documento en el Segip y cómo logró renovarlo en octubre de 2023, con vigencia hasta 2029.
Marset, uno de los narcos más buscados
El narcotraficante uruguayo Sebastián Marset tenía dos cédulas de identidad bolivianas, uno con su nombre real y otro con una identidad falsa del Segip de la ciudad de Santa Cruz de la Sierra.
En 2023 se confirmó la presencia de Marset en Bolivia, luego de que las autoridades bolivianas intentaron capturarlo en la casa donde vivía en la urbe cruceña. El delincuente escapó del operativo y en la actualidad se encuentra prófugo. Es uno de los fugitivos más buscados en el Cono Sur de Sudamérica, acusado de delitos de crimen organizado en Bolivia y Paraguay.
El 2018 ingresó al país y tramitó su cédula de identidad de extranjero; llegó a obtener el 16 de abril del 2019 el documento. Un día después, obtuvo sus cédulas de identidad en el país con un certificado de nacimiento falso emitido en el Servicio de Registro Cívico (Serecí), según un reporte de Erbol.
La cédula de identidad de extranjero estaba con el nombre de Gabriel De Souza Beumer, mientras que en el carnet boliviano figuraba como Luis Paulo Amorin Santos, nombre falso, y el otro, con su identidad real Sebastián Enrique Marset Cabrera.
Para tramitar su cédula de identidad boliviana, el delincuente mostró un certificado de nacimiento original perteneciente a Bolivia. Por esa razón, se comenzó a investigar al Registro Civil que emitió el documento.
En la actualidad, cinco exfuncionarios del Segip enfrentan procesos, acusados de haber facilitado documentos de identidad bolivianos a Marset de manera irregular. La acusación sostiene que la obtención de una cédula de identidad boliviana permitió al narcotraficante moverse libremente dentro del país, participar en actividades públicas del ámbito deportivo y consolidar su red criminal vinculada al tráfico de drogas, según Infobae.
Polémico caso de “Manguera”, narco peruano
En marzo de 2024, un reportaje del equipo periodístico Cuarto Poder causó conmoción en Perú y Bolivia. Según la investigación, Edbar Ruiz Pérez, alias “Manguera”, un conocido capo del narcotráfico que había sido declarado muerto el 5 de noviembre de 2022 en Perú, habría sido hallado vivo y supuestamente operando desde Bolivia.
Ruiz Pérez tenía una identidad boliviana con el nombre de Eduardo Pestaña Castro y vivía en Yacuiba, Tarija, aunque se concretó que la dirección de la cédula falsa “no existe”, de acuerdo con la investigación.
Tras la revelación de ese reportaje, en Perú, el Registro Nacional de Identificación y Estado Civil (Reniec) anunció la presentación de una denuncia penal ante el Ministerio Público contra los implicados en el caso de la falsa muerte de Ruiz Pérez.
En Bolivia, el entonces ministro de Gobierno, Eduardo Del Castillo, aseguró que “el primer documento que sacó esta persona de nacionalidad peruana lo obtuvo en territorio nacional, en el departamento de Tarija, durante la gestión 2012-2013”.
Según la autoridad, el carnet de identidad que usaba Ruiz fue otorgado “en base a un certificado de nacimiento original emitido por las instancias correspondientes; por tanto, serían los oficiales de registro civil de aquel entonces quienes puedan determinar por qué otorgaron a este ciudadano peruano un certificado de nacimiento dentro del territorio nacional”. Añadió que dicha cédula de identidad caducó en 2017 y que no fue renovada.
“Tuta”, capo del PCC
El viernes 16 de mayo de 2025, el ciudadano brasileño Marcos Roberto de Almeida, alias “Tuta”, uno de los líderes de la organización criminal Primer Comando Capital (PCC), fue capturado en las oficinas del Segip del centro comercial Indana, en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra, cuando intentaba renovar su documento de identidad de extranjero bajo el nombre falso de Maycon Gonçalves da Silva. Tras su aprehensión por parte de la Interpol, fue entregado a la Policía brasileña.
El “Tuta” llegó a esa institución pública escoltado incluso por un mayor de la Policía Boliviana. Tras la alerta de un funcionario del Segip sobre el sello rojo que pesaba sobre él, fue aprehendido por la Interpol, llevado a celdas policiales y posteriormente entregado a la Policía brasileña.
Tras el hecho, el Grupo de Inteligencia y Anticorrupción de la Fuerza Especial de Lucha Contra el Crimen (Felcc), en coordinación con representantes del Ministerio Público, realizó una intervención en las oficinas del Segip, específicamente en el área de extranjería. Durante la operación, recolectaron documentos, archivos físicos, registros digitales y grabaciones de cámaras de seguridad que permitirán reconstruir los movimientos de Almeida dentro del territorio boliviano.
El objetivo de la intervención fue establecer con precisión qué tipo de documentación gestionó el ciudadano extranjero y determinar si existió algún tipo de complicidad o irregularidad en los trámites migratorios realizados. Las autoridades también buscaron precisar la fecha y hora exacta de su ingreso al país, las personas que lo acompañaron y los desplazamientos efectuados antes de su trámite en el Segip.
“Mijão”, otro capo del PCC
El lunes 8 de septiembre, una investigación reveló que el brasileño Sérgio Luiz de Freitas Filho, otro líder del PCC en Brasil, vivía en lujosas casas en la ciudad de Santa Cruz de la Sierra desde hace 10 años. Según un informe del Ministerio de Gobierno, el delincuente ingresó de forma irregular a Bolivia y, en 2011, se casó y naturalizó como boliviano, con lo que obtuvo, con documentos falsos, su cédula de identidad en 2014, así como su licencia de conducir.
“Para la otorgación de la cédula de identidad, presentó un certificado que establece el nombre de Sérgio Noronha, pero que además incluye una nota aclaratoria escrita conforme al artículo 142, parágrafo 1, de la Constitución, que establece el procedimiento y el tiempo de permanencia (tres años) que deben tener los ciudadanos extranjeros para ser naturalizados en nuestro país. Sin embargo, la forma en que él fue naturalizado no corresponde al artículo consignado en el certificado de nacimiento”, explicó el ministro de Gobierno, Roberto Ríos.
Además, entre los documentos que presentó el miembro del PCC para obtener la cédula de identidad se encontraba una certificación emitida por el Tribunal Supremo Electoral (TSE), cuyos datos coincidían con el libro, la partida y otros elementos, en los que se precisaba que Sérgio Noronha no tenía observaciones. Sin embargo, al buscar la información de Sérgio Noronha en la base de datos del Servicio General de Identificación Personal (Segip), no se encontró registro alguno, lo que evidenció que el documento presentado era falso.
Al haber obtenido la cédula de identidad en 2014 bajo el nombre de Sérgio Noronha, Sérgio Luiz de Freitas Filho renovó su documento de identidad e incluso tramitó la licencia de conducir.
El 11 de septiembre, el Segip denunció penalmente a exfuncionarios de la institución que, en 2014, facilitaron la emisión de una cédula de identidad boliviana a De Freitas Filho.
“Tenemos plenamente identificados a los funcionarios públicos que, en el año 2014, colaboraron —tal vez de alguna manera— con esta persona. Están identificados con nombre, apellido y domicilio. Toda esta documentación fue enviada al Ministerio Público para la investigación correspondiente”, declaró a ABI el director departamental del Segip, Pablo Vaca.
Aclaró que, en ese entonces no existía un sistema digital de verificación entre el Segip y el Serecí. “En 2014, tanto el Segip como el Serecí no contaban con un sistema que permitiera la verificación digital de documentos. Es decir, el usuario que acudía a las oficinas del Segip presentaba el certificado de nacimiento en físico, y el funcionario solo verificaba la firma, el sello y el valorado”, detalló.
También el 11 de septiembre, la Policía arrestó a la mujer que supuestamente se casó con el capo del PCC, pero fue liberada después de unas horas. Al salir, declaró que no conoce al delincuente y afirmó que su nombre fue utilizado de manera ilegal para registrar el supuesto matrimonio.
Si bien De Freitas Filho, conocido por los alias “Mijão”, “Xixi” o “2X”, logró obtener la cédula de identidad falsa en Bolivia en 2014, Brasil recién emitió la “notificación del sello rojo” el 4 de julio de este año y, el 8 de agosto, comunicó a Interpol Bolivia sobre la condición del miembro del PCC.
“Esta persona, además de ingresar por un paso ilegal a nuestro país, presentó documentación falsa y se valió de ella para obtener documentos legales en Bolivia”, concluyó el Ministro.