El plantel profesional albiverde decidió parar este martes en rechazo a la desvinculación de tres de sus compañeros. La crisis deportiva, económica y dirigencial se agudiza en el club.
Fuente: eldeber.com.bo
El primer plantel de Oriente Petrolero se negó a entrenarse este martes en señal de protesta por la sorpresiva salida de tres de sus compañeros: Daniel Rojas, Diego Bejarano y Maximiliano Caire. Los jugadores fueron desafectados por bajo rendimiento y porque no estaban en los planes del cuerpo técnico encabezado por Álvaro Peña.
La noticia cayó como un baldazo de agua fría en el campamento albiverde, que ya venía golpeado tras la dura derrota (1-4) sufrida el pasado domingo frente a Blooming en el clásico cruceño. Ese partido dejó al descubierto serias deficiencias tanto en el aspecto colectivo como en el individual.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
La decisión de rescindir los contratos fue tomada por Gustavo Gutiérrez, secretario general y principal cabeza de la institución, quien negoció personalmente la salida de los futbolistas. El propio dirigente confirmó a EL DEBER Sports que los jugadores del primer plantel se negaron a entrenar este martes: “Es cierto, no se entrenaron, pero no hay vuelta atrás. Si tenemos que jugar con juveniles, lo haremos”, aseguró.
El presente deportivo de Oriente es crítico. En el torneo Todos contra Todos de la División Profesional ocupa el decimotercer puesto con apenas 19 puntos, lejos de la zona de clasificación a torneos internacionales. En la Copa Bolivia la situación es distinta, pues comparte el liderato con Guabirá, ambos con 11 unidades.
La crisis deportiva tiene un fuerte correlato económico y dirigencial, factores que agravan el ambiente en el vestuario. La protesta de este martes refleja el quiebre entre la dirigencia y el plantel profesional, que ahora deberá definir su postura de cara a la reanudación de la temporada.
El próximo reto del equipo será el 13 de septiembre, cuando reciba a Real Oruro (15:00), tras la pausa por la doble fecha de las Eliminatorias Sudamericanas. La gran incógnita es si Oriente llegará con la plantilla completa o si seguirá atravesando turbulencias internas.