Oro bajo presión: reservas internacionales, cambios legales y riesgos para Bolivia


 

Entre la urgencia de liquidez y la fragilidad institucional



El oro, históricamente símbolo de respaldo y confianza, se ha convertido en el principal sostén de las Reservas Internacionales Netas (RIN) en Bolivia. Con la aprobación de la Ley N° 1503 en 2023, el Banco Central de Bolivia (BCB) obtuvo la facultad de comprar oro en el mercado interno y realizar operaciones financieras sobre este activo.

Posteriormente, la Ley 1613 (PGE-2025), en su Parágrafo III de la Disposición Adicional Sexta, complementó dichas disposiciones. Sin embargo, esta aprobación se realizó sin un debate amplio en la Asamblea Legislativa Plurinacional (ALP), lo que generó controversia sobre su legitimidad.

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Conviene recordar que ya existía la Ley Nº 175 (2011), que regulaba la compra de oro para reservas internacionales. No obstante, la Ley 1503 fue más allá: abrió la puerta a la monetización del oro monetario y a su utilización en operaciones financieras para captar divisas en medio de la escasez de dólares. Este uso intensivo del oro como fuente de liquidez inmediata ha generado un debate con fuertes advertencias de economistas y opositores, frente a la defensa cerrada del Gobierno.

El informe oficial: alivio inmediato, compromisos futuros

El Informe del BCB (mayo–agosto 2025) muestra que al 31 de agosto las reservas en oro alcanzaban 24,12 toneladas, de las cuales apenas 2,27 toneladas (9,4 %) permanecían en bóvedas nacionales, mientras que 21,85 toneladas estaban invertidas en bancos internacionales de primer nivel.

Durante ese período, el BCB:

  • Convirtió 3,78 toneladas en divisas, generando USD 405,7 millones.
  • Realizó dos contratos a futuro por 4,32 y 1,08 toneladas, obteniendo USD 589 millones, con vencimiento en 12 meses.
  • En total, incorporó cerca de USD 995 millones de liquidez.

En el corto plazo, la estrategia oxigenó las finanzas públicas en un contexto de restricción externa. Sin embargo, lejos de fortalecer las reservas, el oro terminó siendo un “parche” temporal: buena parte del stock quedó comprometida en operaciones que exigirán liquidez futura.

La defensa oficial: legalidad, seguridad y rentabilidad

El ministro de Economía y Finanzas Públicas, Marcelo Montenegro, sostiene que estas operaciones son parte de una tradición: “El BCB invierte oro en el exterior desde hace más de 25 años”. Según el Gobierno, mantener el oro “trabajando” en los mercados financieros internacionales no solo es seguro, sino rentable, pues genera intereses y permite ampliar la capacidad de maniobra sin vender las reservas de forma definitiva.

Además, insiste en que la Ley N° 1503 se cumple, al mantener el BCB un mínimo de 22 toneladas de oro, como establece la norma.

Las advertencias de los críticos

Las críticas, sin embargo, son contundentes:

  • Economistas como Fernando Romero advierten que estas operaciones incrementan el riesgo de devaluación, inflación y pérdida de confianza internacional.
  • El Partido Demócrata Cristiano (PDC) alerta que los contratos a futuro comprometen al próximo gobierno, restringiendo su margen de maniobra.
  • Alianza Libre sostiene que parte del oro no cumple con estándares internacionales de pureza y disponibilidad, y exige al Tribunal Constitucional un fallo urgente sobre la legalidad de estas prácticas.

La literatura económica respalda estas preocupaciones. Según Frenkel y Jovanovic (1981) y Aizenman y Lee (2007), las reservas internacionales cumplen tres funciones esenciales: seguro ante choques externos, respaldo a la moneda e intervención cambiaria. Cuando parte de ellas queda comprometida en operaciones de corto plazo, estas funciones se debilitan.

El pronunciamiento del CESC: la Ley 1670 bajo amenaza

A inicios del presente año mediante el pronunciamiento realizado por el Colegio de Economistas de Santa Cruz (CESC), se expresó la “máxima preocupación” por la intención de modificar la Ley 1670 del Banco Central de Bolivia a través del Presupuesto General del Estado 2025.

El CESC calificó esta maniobra como una aberración jurídica, pues habilitaría el uso de las reservas en oro como garantía de préstamos u otros mecanismos de financiamiento. Según el Colegio, cambiar una norma permanente mediante disposiciones presupuestarias coyunturales debilita la institucionalidad y genera mayor incertidumbre en los agentes económicos.

Este señalamiento es consistente con la teoría de la credibilidad de Barro y Gordon (1983), que enfatiza que la confianza en la política monetaria depende no solo de los balances financieros, sino de la coherencia institucional y el respeto a reglas claras. Asimismo, North (1990) subraya que instituciones estables reducen la incertidumbre y dan previsibilidad; alterarlas coyunturalmente erosiona ese marco de confianza.

Cumplimiento de estándares internacionales de refinación

El BCB afirma que el oro adquirido en el mercado interno es refinado en el exterior por una refinería acreditada en la London Bullion Market Association (LBMA), produciendo “Barras de Buena Entrega” reconocidas mundialmente. Esto, en principio, garantiza pureza, peso y trazabilidad.

Sin embargo, a diferencia del Banco Central del Ecuador (BCE), que ha publicado información detallada sobre sus procesos de refinación, estándares y refinerías utilizadas, el BCB no ha divulgado los nombres de las refinerías contratadas ni sus certificados vigentes. Esta falta de transparencia limita la posibilidad de verificación externa y alimenta la desconfianza.

Como advierte Eichengreen (1996), la transparencia en el manejo de reservas es crucial para fortalecer la confianza del mercado y reducir la prima de riesgo.

Conclusión: entre el respiro y la vulnerabilidad

El oro ha permitido a Bolivia un alivio temporal frente a la escasez de divisas. Sin embargo, su uso intensivo como fuente de liquidez, sumado al intento de modificar la Ley 1670, expone al país a un riesgo mayor: el debilitamiento de la institucionalidad y la pérdida de credibilidad internacional.

La teoría económica y la experiencia comparada sugieren que:

  1. Transparencia plena: publicación de refinerías, certificados LBMA y auditorías externas.
  2. Certificación independiente: verificaciones que garanticen pureza y disponibilidad del oro.
  3. Límites explícitos: topes claros a contratos a futuro y conversiones en divisas.
  4. Respeto institucional: preservar la Ley 1670 como norma estructural que blinda la estabilidad monetaria.

En definitiva, como advirtieron Krugman (1979) y Calvo & Reinhart (2002), cuando las reservas se erosionan y las instituciones se debilitan, el resultado puede ser una espiral de desconfianza que desencadene crisis de balanza de pagos. Lo que hoy oxigena a Bolivia, mañana podría asfixiarla si no se restablecen la transparencia y el respeto a las reglas.

 

Por: Bismarck Javier Arevilca Vásquez, Ph.D.

Economista y exdirector del Banco Central de Bolivia