Presidente Arce plantea a la ONU una agenda de seis medidas para enfrentar el neocolonialismo y reforzar la paz global


El mandatario boliviano pidió transformar la Asamblea General en un foro cuyas resoluciones tengan carácter vinculante, para que deje de ser solo un espacio consultivo y pase a ser “la voz efectiva de todos los pueblos”.

Presidente Luis Arce. Foto Presidencia

Nueva York, Estados Unidos, 25 de septiembre de 2025 (ABI). – En su intervención ante la 80.ª Asamblea General de las Naciones Unidas, el presidente Luis Arce planteó este jueves un diagnóstico crítico sobre las nuevas formas de intervención internacional y presentó seis propuestas concretas —y de alto impacto político— destinadas a reconfigurar el orden multilateral y a poner en el centro la reparación histórica, la paz y la sostenibilidad.

El mandatario boliviano vinculó la actual dinámica geopolítica con lo que denominó “neocolonialismo” y pidió a la comunidad internacional respuestas institucionales y vinculantes.



Comisión de Reparaciones

Arce propuso la creación de una Comisión de Reparaciones a escala internacional que aborde las deudas históricas contraídas por la esclavitud, el apartheid, el genocidio y el colonialismo, y que contemple instrumentos concretos: fondos de compensación, devolución de bienes culturales, restitución territorial y disculpas formales de las antiguas metrópolis.

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El presidente sugirió que Naciones Unidas impulse mecanismos para que los gastos militares se reconviertan en recursos destinados a ese fondo.

Asamblea General en órgano vinculante

El mandatario pidió transformar la Asamblea General en un foro cuyas resoluciones tengan carácter vinculante, para que deje de ser solo un espacio consultivo y pase a ser “la voz efectiva de todos los pueblos”.

En su planteamiento subrayó que las decisiones no deben quedar sujetas al veto de las potencias y reclamó un multilateralismo con eficacia real.

Declarar el mundo “territorio de paz”

El presidente boliviano llamó a declarar al planeta como territorio de paz y a iniciar procesos de desmilitarización, argumentando que una fracción significativa del gasto militar global podría reorientarse a educación, salud y vivienda. Arce defendió la idea de una ONU que promueva la reducción del gasto en armamentos y la priorización de la vida como principio ético global.

Reforma del Consejo de Seguridad

El presidente reclamó una reforma del Consejo de Seguridad que impida que “uno o dos países tengan secuestrada la estabilidad mundial” y que democratice el órgano, ampliando la voz y el voto de regiones históricamente marginadas (África, América Latina y el Caribe, Asia).

Derechos de la Madre Tierra

El jefe de Estado propuso avanzar hacia una declaración universal de los Derechos de la Madre Tierra y llamó a fortalecer la cooperación internacional para la conservación de la Amazonía, enfatizando la soberanía de los países amazónicos sobre ese bioma estratégico.

Arce vinculó la protección de ecosistemas al derecho a la vida y a la seguridad ecológica global.

Rechazo a guerras comerciales

Arce llamó a rechazar las guerras comerciales y a trabajar por la reducción de las brechas económicas y sociales entre el centro capitalista y la periferia, advirtiendo que las pugnas intercapitalistas agravan la desigualdad y afectan el derecho al trabajo y la alimentación de las clases trabajadoras.

Arce emplazó a la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) y a la Unión Africana a sumar esfuerzos en una agenda conjunta contra las consecuencias del colonialismo y el neocolonialismo, y propuso que la ONU se convierta en “un núcleo ético” que priorice la vida.