Legisladores y expertos atribuyen el estancamiento de los proyectos de ley en la Cámara Baja a la falta de liderazgo en las comisiones para agendar las iniciativas legislativas, excesiva burocracia y conflictos internos entre los partidos políticos.
Fuente: El Deber
A menos de dos meses de concluir su mandato, la Cámara de Diputados arrastra una de las mayores congestiones legislativas de su historia: 619 proyectos de ley permanecen estancados en comisiones, el 88% del total presentado en la legislatura 2024-2025, según un informe de la Secretaría de esta instancia. Los actuales parlamentarios cesan funciones el próximo 7 de noviembre y dejarán una pesada herencia de iniciativas legislativas sin tratar.
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Sin embargo; la parálisis de los proyectos de ley en las comisiones no es nueva. Según los datos de las últimas cuatro legislaturas el rezago se ha convertido en una constante en la Cámara de Diputados con una tendencia creciente.
En la gestión 2020-2021 ingresaron 368 proyectos de ley, de los cuales solo 50 se aprobaron y 19 llegaron a sanción, quedando 299 pendientes, es decir el 81%. Al año siguiente, 2021-2022, la cifra se mantuvo similar: de 461 proyectos, apenas 61 fueron aprobados y 29 sancionados, dejando 371 pendientes (80%).
La situación empeoró en 2022-2023, cuando ingresaron 583 proyectos y 510 quedaron sin tratamiento, lo que elevó el rezago al 87%. En la legislatura siguiente, 2023-2024, se registraron 676 proyectos, de los cuales 582 no avanzaron (86%).
Expertos y legisladores atribuyen este estancamiento a deficiencias estructurales, burocracia y conflictos internos dentro de los partidos políticos.
El jefe de bancada de Comunidad Ciudadana (CC) en la Cámara de Diputados, Enrique Urquidi, afirmó que la baja producción legislativa responde a la falta de liderazgo en las comisiones para definir la agenda de tratamiento de proyectos de ley, así como a la burocracia generada por las consultas al Órgano Ejecutivo, cuyas respuestas pueden tardar hasta tres meses.
“Este tema de las consultas también es otra de las causas por las cuales los proyectos de ley no pueden ser analizados, discutidos y despachados por las comisiones de manera más rápida, Cuando la comisión decide mandarlo en consulta al Ejecutivo, a diferentes instancias dependiendo cuál sea la temática específica y concreta del proyecto de ley, pero cuando se manda en consulta, ninguna instancia, fundamentalmente del Ejecutivo, cumple con el plazo previsto y las consultas pueden demorar uno, dos, tres meses y a veces las respuestas son totalmente superficiales y sin una posición clara por parte del Ejecutivo”, explicó.
El legislador considera que la mayoría de las normas propuestas por opositores fue dilatada mediante este mecanismo. “Indirectamente los han rechazado, porque los mandan en consulta al Ejecutivo y te bloquean la posibilidad de que tus proyectos sigan prosperando y pasen a la instancia de la plenaria. Eso repercute en la eficiencia de la gestión legislativa”, remarcó.
En comisiones
La mayoría de los proyectos ingresados a la Cámara de Diputados fue remitida a la Comisión de Planificación, Política Económica y Finanzas, que recibió 250 iniciativas, de las cuales solo 37 fueron resueltas. Le sigue en volumen la Comisión de Naciones y Pueblos Indígena Originario Campesinos, Culturas e Interculturalidad, con 131 proyectos de ley, pero apenas 15 con respuesta.
En la Comisión de Economía Plural, Producción e Industria se derivaron 79 iniciativas legislativas y solo se resolvieron 5, a la Comisión de Constitución, Legislación y Sistema Electoral llegaron 56 proyectos, de los cuales se atendieron 8; mientras que la Comisión de Educación y Salud recibió 41 iniciativas y apenas resolvió 1.
La Comisión de Región Amazónica, Tierra, Territorio, Agua, Recursos Naturales y Medio Ambiente tuvo 39 proyectos y resolvió 2; la de Política Social recibió 32 y resolvió 2; y la de Derechos Humanos atendió 3 de los 30 proyectos que le fueron derivados.
En cuanto a la Comisión de Gobierno, Defensa y Fuerzas Armadas, de 20 proyectos recibidos resolvió 5, y la Comisión de Política Internacional y Protección al Migrante resolvió 4 de los 6 que llegaron a su instancia.
Finalmente, la Comisión de Justicia Plural, Ministerio Público y Defensa Legal del Estado recibió 33 proyectos, y la de Organización Territorial del Estado y Autonomías 11, pero en ambos casos ninguno fue resuelto.
Según el politólogo Franco Gamboa, el Parlamento boliviano enfrenta una “ineficiencia estructural”. Explicó que, más allá del trabajo en comisiones, apenas un 5% de los proyectos ingresados a la Cámara de Diputados llegó a ser tratado en el pleno —ya sea para su aprobación o rechazo—, es decir, solo 40 de un total de 701 iniciativas legislativas.
“El hecho de que casi un 95% de los proyectos no avance más allá de comisiones, muestra un Parlamento con una capacidad legislativa mínima. La figura de lo que se denomina en la ciencia política, el ‘leviatán legislativo’: un congreso hipertrofiado que controla todo, ‘no se aplica’; por el contrario, existe un ‘gigantismo improductivo’. Todos los legisladores tienen, por lo menos un asesor que tampoco cumple una función eficiente”, subrayó.
Gamboa remarcó que además que el Parlamento boliviano se caracterizó por tener mayorías sin eficacia, que pone al descubierto los bloqueos internos. “Aunque pueda existir una mayoría absoluta en una cámara, eso no se traduce en eficacia. La mayoría no convierte proyectos en leyes, revelando bloqueos internos, fragmentación y un exceso de formalismo procedimental. Esta ineficacia va más allá del enfrentamiento entre arcistas y evistas”, indicó.
La ruta de una iniciativa legislativa comienza en una cámara de origen —Diputados o Senadores—, desde donde se deriva por correspondencia a la comisión respectiva, ésta a su vez la envía a un comité encargado de debatir su aprobación o rechazo, tras lo cual el proyecto retorna a la comisión para un nuevo tratamiento, si logra aprobarse, pasa al pleno camaral. En caso de recibir el visto bueno en la votación, la iniciativa legislativa es remitida a la cámara revisora —Senadores si se originó en Diputados, o viceversa—, donde sigue el mismo procedimiento antes de ser sancionada o rechazada en el pleno.
Gestiones previas
En la legislatura 2020-2021, la comisión que recibió más proyectos de ley fue la de Planificación, Política Económica y Finanzas, con 143 iniciativas. Le siguieron Naciones y Pueblos Indígena, con 51; Economía Plural, con 33; Educación y Salud, con 32; y Constitución, Legislación y Sistema Electoral, con 21. Las demás comisiones recibieron menos de 20 proyectos.
Durante la legislatura 2021-2022, la comisión de Planificación, Política Económica y Finanzas volvió a liderar con 195 proyectos. Le siguieron Naciones y Pueblos Indígena con 75; Economía Plural con 63; Constitución, Legislación y Sistema Electoral; y Justicia Plural, con 31 cada una; Educación y Salud con 30. Las otras comisiones recibieron menos de 25 proyectos.
En la legislatura 2022-2023, la comisión de Planificación, Política Económica y Finanzas nuevamente lideró con 212 proyectos, seguida por Naciones y Pueblos Indígena con 99, Economía Plural con 84, y Constitución, Legislación y Sistema Electoral con 68. La comisión de Justicia Plural; y Educación y Salud recibieron 36 proyectos cada una. Otras comisiones tuvieron menos de 25 proyectos.
En la legislatura 2023-2024, Planificación, Política Económica y Finanzas encabezó nuevamente la lista con 251 proyectos. Le siguieron Naciones y Pueblos Indígena con 114, Economía Plural con 67, Constitución, Legislación y Sistema Electoral con 62 y Justicia Plural con 46. A las comisiones restantes se les derivó menos de 39 proyectos.
Fuente: El Deber