Santa Cruz: En el hospital Japonés caben hasta 14 pacientes en una sala para cuatro


Los médicos vuelven a pedir auxilio ante el hacinamiento del Servicio de Emergencias. Hay jornadas en las que acomodan hasta más de 50 enfermos en salas y pasillos. Piden que las autoridades se acerquen y busquen una solución

Deisy Ortiz Duran



Fuente: eldeber.com.bo

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“Nos duele ver a la gente en los pasillos, hacemos lo humanamente posible, pero nuestra capacidad ha sido sobrepasada y llevamos varias semanas en esta situación. La presión es muy alta, llegan pacientes de las provincias y del área urbana en busca de un espacio, pero el hospital está totalmente saturado”, lamenta la jefa de Emergencias del hospital Japonés, Neisy Surriabre, donde los médicos vuelven a pedir auxilio ante el hacinamiento.

La sobresaturación se ha convertido en un problema cotidiano, pero hay días en que la situación se torna insostenible. El miércoles, 53 pacientes, la mayoría con cuadros graves, copaban las salas y hasta los pasillos. En el ambiente de reanimación cabían 14 enfermos en un espacio diseñado para cuatro, todos a la espera de una cama en terapia intensiva o intermedia.

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La sala de reanimación se ha convertido en una sala de terapia intensiva. Los pacientes necesitan cuidados especiales, pero no hay espacios

Este jueves, por la mañana,  el panorama seguía siendo crítico, con 38 pacientes y nueve en salas de cuidados críticos. Sin embargo, los médicos sabían que en el transcurso de la jornada la cifra siempre aumenta. Hablan de “camas calientes”, que es cuando una queda libre y de inmediato otro paciente grave debe ocuparla.

“En estas condiciones es complicado trabajar, baja la calidad de atención y  se quita la oportunidad de vida a los pacientes”, dice Surriabre, que invita a las autoridades recientemente posesionadas que se acerquen a ver de cerca la realidad del hospital y se busque una solución.

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En los pasillos hay camillas donde los pacientes permanecen por varios días

A esto se suma que no tienen ventiladores en condiciones ni los suficiente para dar soporte a los más críticos. También faltan enfermeras, porque una profesional debe hacerse cargo de seis enfermos, cuando las normas establecen que lo adecuado es una  por cada dos o tres.

Los médicos abrieron las puertas del servicio y mostraron los ambientes. La situación conmueve. Las camillas están una tras otra y los pasillos se han transformado en salas de internación. El sufrimiento de los pacientes se mezcla con el cansancio y la incomodidad de recibir sueros en canillas pequeñas o incluso mientras permanecen sentados en sillas.

Los familiares pasan muchas dificultades para conseguir un espacio. Jhonny asegura que su hermano fue trasladado desde la Chiquitania y que, durante el trayecto, el médico que lo acompañaba en la ambulancia se contactó con ese hospital, donde le informaron que no había espacio.

Recibieron la misma respuesta en otro hospital de segundo nivel, y lo llevaron a una clínica privada, pero, ante la falta de recursos, la familia insistió y terminaron aceptándolo en el Japonés.

El gobernador Luis Fernando Camacho indicó  que una de las prioridades de su gestión es atender la salud y comenzó con posesionar a autoridades que ya estuvieron anteriormente en dichos cargos, por lo que no son ajenos a la situación.

El secretario departamental de Salud y Desarrollo Humano, Edil Toledo, posesionó a Julio César Koca como director del Servicio Departamental de Salud (Sedes), con el mandato de fortalecer las atenciones en las necesidades del sistema sanitario y de la población cruceña.