Segunda vuelta, ¿profundizar el extractivismo o impulsar la sostenibilidad?


Las exportaciones bolivianas se han sostenido históricamente en actividades extractivas, como la minería, la venta de gas natural, y la agroindustria (soya y más recientemente carne bovina).

Fuente: La Nube



El tema medioambiental cobró relevancia en los debates y propuestas de los candidatos en las elecciones generales de agosto. Sin embargo, la situación económica de Bolivia y las declaraciones de los presidenciables hacen pensar que se profundizarán actividades extractivas sin considerar el impacto ambiental con el argumento de atraer dólares al país, advierten investigadores.

Éstos sugieren a los candidatos que quedan en carrera para la segunda vuelta el 19 de octubre, Tuto Quiroga y Rodrigo Paz, no perder de vista las alternativas sostenibles, tanto a nivel ambiental como social.

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“Bolivia está en una crisis económica que obligará a recurrir al extractivismo para generar más dólares. Ambos candidatos hablaron de atraer inversiones en minería, hidrocarburos, posiblemente minería del litio y otros sectores extractivistas”, comentó el investigador del Centro de Documentación e Información Bolivia (CEDIB), Gonzalo Mondaca, en una entrevista con La Nube.


Las exportaciones bolivianas se han sostenido históricamente en actividades extractivas, como la minería, la venta de gas natural, y la agroindustria (soya y más recientemente carne bovina).

La caída de la producción gasífera, sumada a otros factores, ha derivado en la escasez de dólares, desabastecimiento de combustibles, y un consiguiente aumento de la inflación y relentización de la economía.

Dos candidatos se enfrentan en una histórica segunda vuelta. Tuto, representante de la derecha y con una clara inclinación hacia los intereses de la agroindustria. Paz, con una sorpresiva victoria en primera vuelta ha sido respaldo por sectores populares como los cooperativistas mineros. Ambos coinciden en la importancia de fortalecer los sectores extractivos tradicionales para estabilizar la economía, aunque incluyen en sus planes el cuidado del medioambiente.

“Basado en un enfoque de desarrollo, es necesaria la expansión de la frontera agrícola, pero de manera adecuada y según la vocación productiva del suelo”, dice la propuesta de Tuto. También habla de adoptar modelos ecológicos de prevención y protección del medioambiente, de un Plan Integral de Restauración Ecológica de la Chiquitanía, de consolidar un Sistema Nacional de Áreas Protegidas, fomentar el reciclaje, y aplicar una política estricta contra los incendios

La propuesta de Paz se concentra en promocionar la “minería responsable” y formalizar a las cooperativas, además de “reactivar la exploración y explotación de hidrocarburos”. Pero también propone acelerar la transición energética con fuentes renovables (solar y eólica), erradicar la minería ilegal, abrogar las “leyes incendiarias”, y fomentar el “turismo sostenible y comunitario”.

Además, las tres fuerzas con mayor participación en el Congreso (PDC, Libre, y Unidad) firmaron el 25 de agosto un acuerdo para garantizar el acceso a la biotecnología (entiéndase transgénicos) y atender “aquellas políticas y normativas relacionadas con el desarrollo del sector agropecuario nacional”. El acuerdo fue cuestionado por ambientalistas que ven un favoritismo hacia un sector relacionado con la deforestación y los incendios.

Si bien el extractivismo ocupa un lugar predominante en la economía nacional, se debe diversificar las fuentes de ingresos apostando por actividades más sostenibles, apuntó Mondaca.

“Hay un potencial que no implicaría ampliar la frontera agrícola. Hay que trabajar en distintos ecosistemas y generar economías de escala”, dijo el investigador.

En criterio de Juan Carlos Alarcón, secretario técnico de la Plataforma Boliviana Frente al Cambio Climático (PBFCC), se debe apoyar a la “agricultura familiar”, que es la principal fuente de alimento para la población, además de actividades que dependen del bosque en pie, como la recolección de frutos amazónicos o el turismo sostenible.

Si no se transita a economías más sostenibles se corre el riesgo de repetir ciclos y errores del pasado, dijo Alarcón. “La explicación que se da es que necesitamos recursos y parece ser que la salida es lo mismo de siempre: más extractivismo que sólo beneficia a unos pocos. Pero hay que considerar que la crisis climática también afectará a la propia agroindustria y la minería”.


En general, las soluciones que los candidatos no alineados con el MAS propusieron en estas elecciones se basan en ajustes macroeconómicos y profundización del extractivismo, señaló la Fundación TIERRA en junio. Ante ello hay que considerar “medidas de compensación social” para evitar que los ajustes golpeen con mayor fuerza a las poblaciones vulnerables, a la vez que contemplar alternativas de “economías ambientalmente sostenibles” para no continuar con los mismos ciclos de degradación.

“Las políticas sostenibles son planes y medidas diseñadas para el desarrollo económico, social y ambiental, asegurando el bienestar social de las actuales y futuras generaciones y el uso responable de los recursos naturales”, apuntó TIERRA.

Más allá de las propuestas, habrá que ver las políticas públicas y acciones que tome el nuevo gobierno; después de todo, es ya conocido que una vez en el poder los candidatos suelen olvidar o no cumplir sus promesas electorales.