La segunda vuelta entre Paz y Tuto influirá en la política tarijeña. El contexto es distinto al de años pasados, la Gobernación tiene menos recursos, lo que hace más atractivo a los municipios por su margen de maniobra en gestión. Resuenan nombres de exautoridades
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Aunque aún no existe una fecha oficial para las elecciones subnacionales, en Tarija las piezas del tablero político empiezan a moverse. La elección departamental —que probablemente se realice en la primera quincena de marzo—definirá quién controlará no solo la Gobernación y los municipios, sino también el rumbo de una región sumida en una compleja crisis económica.
En estos comicios estarán en juego la Gobernación, la Asamblea Legislativa Departamental, las alcaldías y los concejos municipales. Sin embargo, el contexto es distinto al de años pasados, el Gobierno Departamental arrastra un déficit histórico, desde la gestión 2014 recibe menos recursos y lo poco que ingresa ya está comprometido en deudas y gastos fijos, lo que reduce su margen de maniobra. Los municipios –no todos-, en cambio, todavía logran sobrevivir gracias a la generación de recursos propios y a su capacidad de autogestión.
Las cartas visibles a la Gobernación
Aunque hablar de candidaturas todavía parece prematuro, hay nombres que se barajan con fuerza para disputar la silla de gobernador. Entre ellos destacan dos exgobernadores que conocen de cerca la administración departamental y que podrían reavivar rivalidades, Adrián Oliva y Mario Cossío.
Oliva ha estado presente en las elecciones nacionales, apoyando a candidatos de su equipo político de TODOS en diferentes municipios, tanto en el Chaco como en la capital con Marina Cachambi. Su retorno a la arena departamental, aunque no confirmado, es visto por algunos como una apuesta segura para intentar recuperar el liderazgo que tuvo entre 2015 y 2021.
Por su parte, el nombre de Mario Cossío vuelve a sonar con fuerza. Aunque no ha oficializado su candidatura, fuentes cercanas aseguran que está evaluando competir. Su entorno político, encabezado por el asambleísta Mauricio Lea Plaza, adelantó que Camino al Cambio (CC) tendrá presencia en las subnacionales, aunque con una apuesta en la renovación generacional.
La definición de Cossío será dirimida en los siguientes meses, en donde aclarará si decide postular o no, su figura podría dividir a la oposición; si opta por apoyar, abriría espacio a nuevos liderazgos.
En este escenario también se menciona a María Lourdes Vaca, actual secretaria de la Gobernación, como un nombre que podría competir, aunque más para la Alcaldía que para la Gobernación. Su cercanía con Cossío y su rol en la gestión de Montes la ubican como una figura visible que podría capitalizar el voto urbano.
Municipios en la mira
La pelea por los municipios también comienza a tomar forma. En Tarija, el alcalde Johnny Torres se mantiene cauto, pero su círculo cercano admite que hay altas probabilidades de que busque la reelección. Aunque no descartan la posibilidad de que dé un salto mayor hacia la Gobernación, todo indica que su prioridad está en consolidar su gestión en el ámbito municipal.
El nombre de Ruth Ponce, esposa del gobernador Oscar Montes, también se escucha en el ajedrez político. Tras el anuncio de Montes de que se retirará de la arena política en 2026, no se descarta que Ponce regrese al ámbito municipal, sea como candidata a concejal o incluso a alcaldesa. La gran incógnita es si Montes mantendrá su promesa de salida o si la coyuntura lo empujará nuevamente a competir.
En San Lorenzo, el alcalde Asunción Ramos ya adelantó que sí le interesa repostular, mostrando que los liderazgos locales buscarán continuidad. La autoridad dijo que no van a permitir que personas que ya estuvieron en el cargo por más de 15 años intenten volver al poder, cuando ni siquiera viven en ese municipio.
Ramos manifestó que los cuatro años de gestión que ha tenido al mando de la Alcaldía de San Lorenzo, ha demostrado que puede hacer obras “de impacto” a pesar de la crisis económica que azotó a la región.
Los restos del partido azul
El oficialismo llega debilitado. El Movimiento al Socialismo (MAS) se encuentra fraccionado en tres corrientes: los arcistas, los androniquistas y los evistas, que incluso pretenden consolidar el proyecto Evo Pueblo. Aunque todas estas facciones han confirmado su participación en las subnacionales, la división resta fuerza a un partido que antes controlaba con holgura varias alcaldías y la Asamblea Departamental.
La gran incógnita es si en Tarija podrán presentar candidaturas unificadas o si se repetirán los escenarios de fragmentación que les han costado derrotas en el último proceso electoral.
Retiro
En febrero de este año el gobernador Oscar Montes anunció su retiro de la política, pero aún persiste la duda
El efecto nacional: Tuto o Paz
Más allá de los movimientos internos, el resultado de la segunda vuelta presidencial entre Rodrigo Paz y Jorge “Tuto” Quiroga, prevista para el 19 de octubre, es evidente que influirá en la política tarijeña. Quien gane deberá extender sus alianzas hacia las gobernaciones y municipios para garantizar gobernabilidad.
Si gana Paz, el tarijeño buscará consolidar su influencia en la región, colocando piezas claves en las subnacionales. Si gana Tuto, es probable que apueste a respaldar liderazgos afines en Tarija, donde el control del Chaco y la capital serán decisivos.