La transición energética no solo implica avanzar hacia un mundo mejor y menos contaminado, sino que cada país, entre ellos Bolivia, debe evaluar cómo sustituirá los ingresos, regalías, exportaciones, empleos que genera la industria del gas y petróleo.
El ex ministro de Hidrocarburos, Mauricio Medinaceli, participó como ponente en la Cumbre Internacional de Sostenibilidad e Innovación Ambiental en Bogotá, Colombia, realizado hace algunos días y de la ponencia “Transitando al futuro, energías para la descarbonización en América Latina junto a otros expertos.
Señaló que países como Bolivia, Colombia, México, Brasil, Argentina para transitar hacia una economía verde, deben desarrollar otras transiciones, la primera de orden fiscal, ya que muchos países viven y dependen de las regalías e impuestos que genera la producción de gas y petróleo.
“Con esa transición se debería dejar o bajar la producción con base a combustibles fósiles, pero se reducirían esos ingresos por regalías e impuestos, hay empleos que dependen de esa industria. Entonces se necesita pensar en que instrumentos fiscales o industrias sustituirán los ingresos del petróleo y el gas”, puntualizó.
La segunda es una transición laboral, porque una vez que se deja de producir gas o petróleo, desaparece la necesidad de ingenieros en petróleo o gas o empresas que realizan acometida de gas, engarrafadoras. El contraargumento sería que se generan nuevos empleos, por ejemplo, con la instalación de paneles solares, pero cómo podría cambiar de actividad un ingeniero petrolero de 50 años.
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La tercera transición tiene que ver con el hecho de que para importar celulares o turbinas de generación eléctrica, se necesitan los dólares que provienen de la exportación de gas o petróleo y con este cambio, más bien se necesita más compras del exterior.
“Entonces, se debe examinar y evaluar cómo va enfrentar esa caída de ingresos, pérdida de empleos, cada país. La transición energética debe tomar en cuenta, no solo la mirada de avanzar hacia un mundo mejor con menos contaminación, sino desde una perspectiva integral de cómo esto puede afectar los ingresos, a las exportaciones y la economía y a la gente”, puntualizó Medinaceli.
Esto requiere, dijo de una planificación, preguntarse cómo se quiere sustituir regalías y generar el debate.