La Cámara de Transporte del Oriente advirtió que el sector está “en coma” y al borde de la quiebra. Piden soluciones inmediatas.
Milen Saavedra
Fuente: Red Uno
La escasez de combustible está llevando al transporte pesado a una situación crítica, con pérdidas económicas estimadas en 20 millones de bolivianos diarios, según denunció Luis Áñez, presidente de la Cámara de Transporte del Oriente.
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El dirigente informó que el 80% de los camiones están detenidos a la espera de poder cargar diésel en las estaciones de servicio.
Áñez explicó que la falta de combustible no solo golpea a los transportistas, sino que también afecta a la economía nacional, al interrumpir el flujo de importaciones y exportaciones.
“De cada diez camiones, solo dos están trabajando; ocho están esperando cargar combustible. Las pérdidas son millonarias”, remarcó.
La falta de liquidez complica además el pago de impuestos, créditos y salarios a los trabajadores del sector.
El dirigente afirmó que el transporte pesado se encuentra “en estado de coma” y al borde de la quiebra.
Pidió al Gobierno que garantice de forma inmediata el abastecimiento de diésel en los surtidores y enfatizó que el sector no necesita más reuniones, sino soluciones directas para retomar sus actividades.