El mandatario estadounidense exigió al régimen de China que reconozca la sangre derramada por soldados norteamericanos en territorio chino durante la Segunda Guerra Mundial.
Fuente: Infobae.com
En el marco del desfile para conmemorar el 80 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial en Beijing, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, publicó un mensaje en Truth Social en el que apuntó contra los líderes de China, Rusia y Corea del Norte.
Trump también cuestionó al líder del régimen chino, Xi Jinping, sobre el reconocimiento del papel de Washington en la Segunda Guerra Mundial.
“Muchos estadounidenses murieron en la búsqueda de la Victoria y la Gloria de China. ¡Espero que sean honrados y recordados con justicia por su valentía y sacrificio!”, añadió Trump.
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El mensaje se produjo mientras Xi Jinping, Vladimir Putin y Kim Jong Un participaban en un desfile militar en Beijing, que conmemoró el 80 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial.
La ceremonia, de 70 minutos, se realizó en la Plaza de Tiananmen, lugar emblemático de la represión de 1989, y contó con marchas de miles de soldados, salvas de artillería y canciones patrióticas. La propaganda oficial presentó la escena como un símbolo de “unidad”, aunque evidenció la alianza entre tres regímenes que enfrentan sanciones y críticas internacionales.
Xi aprovechó el inicio del desfile para enviar un mensaje de autosuficiencia y desafío a Occidente. “El rejuvenecimiento de la nación china es imparable y la causa de la paz y el desarrollo de la humanidad prevalecerá”, declaró en un discurso transmitido por la televisión estatal.
“La humanidad se enfrenta nuevamente a una elección entre la paz y la guerra, el diálogo o la confrontación, y los resultados en los que todos ganan o los juegos de suma cero”, añadió.
Durante el mismo, Xi apareció en medio de Putin y Kim, caminando juntos por una alfombra roja hacia el centro de la plaza, con el objetivo de transmitir cercanía entre los tres líderes y contrarrestar el aislamiento internacional de Rusia y Corea del Norte. Kim Jong-un llegó a Beijing en su tren blindado, acompañado de su hija Kim Ju Ae, y fue recibido por el canciller chino, Wang Yi.
El evento se realizó tras la cumbre de la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) en Tianjin, donde Xi acusó a Estados Unidos de “comportamiento de intimidación” y Putin justificó la invasión rusa a Ucrania, culpando a Occidente por el conflicto. Entre los participantes también estuvieron el jefe de Estado de Irán y Alexander Lukashenko, de Bielorrusia, mientras que ningún líder occidental asistió.
La seguridad en Beijing fue reforzada con barreras, militares desplegados en las calles y restricciones de tráfico. El desfile exhibió equipamiento militar de última generación, incluyendo misiles antibuque, drones submarinos y sistemas antimisiles, todos de fabricación local. Analistas señalaron la posible presencia de un “arma láser de gran tamaño”.
La presencia de Kim busca reforzar su imagen interna y mostrar legitimidad mediante la cercanía con China y Rusia. Para Xi, el desfile fue un escenario calculado para proyectarse como líder de un bloque alternativo a Occidente, acompañado por Putin y Kim, líderes acusados de graves violaciones a derechos humanos y conflictos militares.
(Con información de AFP)