Los fundadores de la organización Rebuild sufrieron condiciones de aislamiento, carencia de atención médica y separación durante su reclusión, hasta que la intervención internacional y la acción de su familia permitieron su regreso.
Por Francisco González Tomadin
Fuente: Infobae
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Peter Reynolds y Barbie Reynolds, de 80 y 76 años, regresaron al Reino Unido después de pasar casi ocho meses detenidos por el régimen talibán en Afganistán, en un caso que requirió múltiples gestiones diplomáticas internacionales.
Ambos fueron arrestados en febrero cuando se trasladaban a su residencia en la provincia de Bamiyán, episodio que desencadenó una intensa campaña de la diplomacia británica y la mediación de Qatar, mientras la familia promovía una campaña a nivel global para asegurar su liberación.
La pareja permaneció encarcelada sin cargos específicos ni explicación oficial por parte de las autoridades afganas. El vocero del Ministerio de Asuntos Exteriores talibán, Abdul Qahar Balkhi, señaló a través de la red social X que los británicos habrían infringido la ley afgana, aunque no ofreció detalles concretos.
El reencuentro con sus seres queridos estuvo marcado por la emoción tras una experiencia que incluyó el paso por diez centros penitenciarios, entre ellos el Pul-e-Charki de Kabul, conocido por ser el más temido y superpoblado del país.
Peter Reynolds declaró: “Habíamos empezado a pensar que nunca nos liberarían, o que pretendían mantenernos hasta nuestra ejecución”. Fueron notificados de su liberación la mañana del viernes e inicialmente creyeron que serían trasladados a otra prisión, pero finalmente abordaron un vuelo de la aviación qatarí rumbo a Doha.
Originarios de Bath, los Reynolds se instalaron en Afganistán en 2007, tras residir allí en su juventud, y fundaron Rebuild, una organización dedicada a la formación de ONG y grupos locales.
Independent destacó que decidieron permanecer en Afganistán después de que el régimen talibán retomó el poder en 2021, gestionando proyectos en una región con historia y desafíos persistentes en derechos.
Jonathan Reynolds, hijo del matrimonio, comunicó el “inmenso alivio y gratitud” de la familia por la resolución del caso, destacando el papel de Qatar y las autoridades británicas en la provisión de medicación esencial.
Durante el cautiverio, la familia mantuvo una campaña pública ante Naciones Unidas, organizaciones, prensa y actores políticos. La hija mayor, Sarah Entwistle, lideró los contactos diplomáticos, especialmente preocupada por la salud de sus padres: Peter, con antecedentes cardíacos, pasó varios días sin medicación, mientras que Barbie sufrió anemia y repetidos episodios de debilidad.
En testimonios a The Times, Peter describió que siempre les aseguraron que eran “huéspedes del gobierno”, aunque durante los traslados los encadenaron junto a prisioneros acusados de delitos violentos: “Me llevaron esposado de pies y manos al tribunal, junto a quienes enfrentaban cargos de asesinato”
Y Barbie relató: “El momento más difícil fue ver a mi esposo, con 80 años, subiendo a una patrulla encadenado”.
Barbie fue la primera mujer extranjera distinguida oficialmente por el Talibán, lo que la familia interpretó en su momento como un gesto de buena voluntad, aunque ese antecedente no impidió su detención posterior sin motivos alegados.
Según familiares citados por Independent, tras una exhaustiva revisión policial e interrogatorios a personal y colaboradores, no surgieron elementos para justificar el arresto prolongado.
Hamish Falconer, ministro británico para Medio Oriente, recibió al matrimonio en el aeropuerto y subrayó, según The Guardian, que la resolución fue posible “gracias a la cooperación con Doha”.
El matrimonio regresó junto a su hija después de una escala en Doha, donde se reencontraron por razones médicas y familiares. Barbie expresó su deseo de permanecer en Gran Bretaña para ayudar a preparar la boda de una nieta. Peter manifestó su interés en pasar tiempo con la familia y recuperarse tras meses de incertidumbre. Según palabras de Sarah Entwistle recogidas por The Guardian, la experiencia “prueba la capacidad de la cooperación internacional y la diplomacia”.