Los productores demandan el uso de la biotecnología, la liberación de las exportaciones, seguridad jurídica y una nueva ley de inversiones.
Por Boris Góngora

La cosecha de soya en Santa Cruz. Foto: Archivo.
Fuente: La Razón
Representantes del sector agropecuario de Santa Cruz enfatizaron que la falta de políticas e incentivos adecuados impide aprovechar el potencial productivo del departamento, lo que limita su aporte a la reactivación económica y al desarrollo sostenible del país.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
Abraham Nogales, presidente de la Asociación de Productores de Oleaginosas y Trigo (Anapo), dijo a La Razón que si no garantizan el diésel, la libre exportación, el acceso a la biotecnología y la seguridad jurídica, se pone en riesgo la producción de alimentos y la generación de excedentes para la exportación, que significa ingreso de divisas para la economía nacional.
“Si no se dan condiciones adecuadas para producir, seguiremos perdiendo la oportunidad de consolidar al agro como uno de los sectores que aporte de forma más significativa a la reactivación productiva y económica del país. Bolivia tiene potencial para ser un gran productor de alimentos para el mundo”, afirmó el empresario.
Nogales enfatizó que el sector productivo necesita reglas claras, previsibilidad y respeto a la propiedad privada. En su criterio, estas son condiciones indispensables para fortalecer la productividad y la sostenibilidad del agro boliviano. También pidió consolidar un marco de seguridad jurídica que permita invertir a largo plazo y acceder a financiamiento.
Reiteró la importancia de liberar las exportaciones para “dar una clara señal” que los productores tendrán garantizado el acceso a los mercados internacionales y aumentar la producción.
Además, demandó al nuevo gobierno autorizar el uso de biotecnología en cultivos de soya, maíz y trigo, una herramienta, según dijo, fundamental para mejorar la productividad y competir en igualdad de condiciones con países del Mercosur –Brasil, Paraguay, Argentina y Uruguay–, que hace más de 20 años utilizan estas tecnologías.
El representante empresarial de Anapo también alertó sobre la escasez de diésel, que amenaza con paralizar la cosecha de invierno y la siembra de verano. Indicó que se requiere una entrega directa de entre 60 y 70 millones de litros de combustible para garantizar la continuidad del trabajo en el campo.
“Como medidas inmediatas esperamos el ingreso al país de volúmenes importantes de diésel para aumentar la provisión de diésel, que se priorice el abastecimiento a los productores, con acciones complementarias como las cisternas móviles para entrega directa a los pequeños productores y la entrega de mayores volúmenes de diésel ULS para medianos y grandes productores que compran de forma directa de la refinería de Palmasola”, dijo.
Nogales insistió en la coordinación permanente entre Yacimientos Petrolíferos Fiscales Bolivianos (YPFB) y el sector productivo para monitorear las acciones implementadas y realizar los ajustes necesarios para asegurar que el diésel llegue a los productores.
Productividad
De acuerdo con datos del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), en 2024, Santa Cruz registró un Producto Interno Bruto (PIB) nominal de $us 14.171 millones, equivalente al 30,2% del PIB nacional.
La producción agrícola, la industria manufacturera y el comercio se consolidaron como los principales pilares de su economía, mientras que el sector exportador mantuvo un crecimiento sostenido, con más del 70% de sus ventas externas compuestas por productos no tradicionales, como carne bovina, soya y sus derivados.
Jean Pierre Antelo, presidente de Cámara de Industria, Comercio, Servicios y Turismo de Santa Cruz (Cainco), destacó que el mensaje del mandatario electo sobre la apertura de las relaciones bilaterales con países como Estados Unidos es una buena señal.
“El mensaje de apertura es muy alentador. Es algo que veníamos pidiendo como sector empresarial, que no nos alejemos del mundo. El mundo sigue avanzando en innovación, en desarrollo, en exportación, y nosotros cada vez nos estábamos cerrando”, dijo Antelo a La Razón Radio.
El representante empresarial valoró la importancia de designar “un equipo probo” en su gabinete que acompañe al mandatario para tomar medidas como impulsar reformas en la justicia y combatir la corrupción dentro de la Policía, temas que calificó como “tareas urgentes” para el país.
Antelo señaló que el sector privado priorizará tres grandes ejes con el nuevo gobierno: una nueva ley de inversiones para que traiga capitales al país, la apertura de nuevos mercados y el abastecimiento de combustible. “Estos son retos inmediatos para recuperar la estabilidad macroeconómica que se requiere”, afirmó.
Según Antelo, esas son las tareas que deben encararse durante los primeros 100 días de gestión. Añadió que el sector empresarial se ha ofrecido a participar junto a los equipos económicos del nuevo gobierno, ya que “el diagnóstico está hecho” y éstos tienen plenamente identificados los principales desafíos que enfrenta la economía. “Más allá del tema productivo, debemos resolver el combustible, la falta de divisas y la inflación”, dijo.
Destacó que liberar las exportaciones permitirá generar mayores divisas y empleo, para que impulse a una Bolivia productiva y que contribuya a superar la crisis. “Hemos hecho toda una estrategia, un análisis, lo vamos a ir compartiendo, pero con la finalidad de sumar, de que el país salga de esta crisis, no con pliegos petitorios específicos ni sectoriales, más allá de que son importantes”, aseveró.
Antelo subrayó que la prioridad nacional debe ser “salvar Bolivia” más allá de una demanda sectorial. “No se puede pensar solo en un sector, sino en el conjunto. Todo lo que sume para impulsar la producción, la inversión, el turismo y los hidrocarburos debe ser parte de una misma estrategia nacional”, recalcó.
En esa línea, Anapo pidió señales claras de estabilidad, diálogo y compromiso con el sector agropecuario. “Los primeros 100 días deben mostrar acciones claras y contundentes de abastecimiento de diésel para todos los productores, la liberación total de las exportaciones y facilitar el acceso a la biotecnología. Solo así se asegurará la producción de alimentos, la generación de divisas y de empleos”, subrayó Nogales.
Agregó que Santa Cruz necesita de un gobierno que trabaje junto al sector productivo, que valore la producción de alimentos como política de Estado y genere mejores condiciones para los productores, quienes garantizan la seguridad y soberanía alimentaria del país.
Oswaldo Barriga, presidente de la Cámara Nacional de Exportadores de Bolivia (Caneb) y de la Cámara de Exportadores, Logística y Promoción de Inversiones de Santa Cruz (Cadex), recordó que se viene esperando hace dos décadas el cambio de modelo económico.
“Esperamos que se tomen medidas urgentes. Solo hay un camino: trabajar desde el primer día para sacar a los bolivianos en la situación desesperante en el que se encuentran, donde cada día ven disminuir sus ingresos”, indicó Barriga.
El ejecutivo señaló que los productores, transportistas, industriales, gremialistas y exportadores, y demás integrantes del Comité Multisectorial, no pueden seguir “sobrellevando” la inseguridad jurídica, la falta de dólares y carburantes.
Asfixia
“La población espera el trabajo de todos, sin cálculos políticos ni intereses personales. Estamos preparados para trabajar de inmediato con el nuevo gobierno porque la crisis no se detiene y está asfixiando a las cadenas productivas en desmedro de la población”, dijo.
Klaus Frerking, presidente de la Cámara Agropecuaria del Oriente (CAO), manifestó el lunes que el sector productivo ya cuenta con una serie de leyes y decretos listos para ser presentados al nuevo gobierno, con el fin de impulsar la producción nacional y reactivar la economía del país.
Entre estas propuestas destacó la necesidad de ampliar la Función Económica Social (FES) de dos a diez años, así como facilitar la importación de hidrocarburos retirando el diésel de la lista de sustancias controladas.
“Si el Estado puede seguir subvencionando, que lo haga, pero también debe permitir la libre competencia en la importación de combustibles”, afirmó Frerking.
El empresario dijo además que otro punto central es el acceso irrestricto a la biotecnología, por lo que recordó que mientras los países del Mercosur tienen decenas de eventos aprobados, en Bolivia solo se cuenta con uno, y dos proyectos más —HB4 e Intacta— que quedaron inconclusos.
“Incluso el algodón, que no es un alimento, lleva años esperando aprobación”, cuestionó.
Frerking también reiteró el pedido de devolver la seguridad jurídica al sector agropecuario y garantizar los derechos de propiedad. “Necesitamos que se acaben los avasallamientos, que se titulen los predios y se devuelva la credibilidad. No puede haber bolivianos de primera o tercera”, sostuvo.
Remarcó que el país requiere certidumbre y una visión de desarrollo basada en la producción y no en la ideología. “Bolivia necesita producir y trabajar. Esperamos que el nuevo presidente esté a la altura, que su gabinete priorice la economía y no la política. Todos los sectores tenemos propuestas para sacar al país de la crisis”, manifestó.
La Razón envió un cuestionario al jefe del equipo económico del Partido Demócrata Cristiano (PDC) y colaborador cercano del presidente electo, Rodrigo Paz, con el propósito de conocer su postura respecto a las demandas del sector agroindustrial. Sin embargo, hasta el cierre de esta edición no se obtuvo una respuesta.
Paz se convirtió el domingo 19 de octubre en presidente de Bolivia tras derrotar al expresidente Jorge Tuto Quiroga en la segunda vuelta de las elecciones generales, con un 54,96% de los votos frente al 45,04% obtenido por su contendiente.
Los actos oficiales de posesión y transmisión de mando se realizarán en el nuevo hemiciclo de la Asamblea, en La Paz, y no en Sucre (Chuquisaca), como era tradicional.
Desde el lunes, las comisiones del gobierno saliente y del presidente electo coordinan el proceso de transición.
Fuente: La Razón