El alcalde de la ciudad de Trinidad, Cristhian Cámara, se sumó a la creciente voz nacional que exige la recuperación de la independencia judicial en Bolivia y pidió al presidente del Tribunal Supremo de Justicia, Romer Saucedo, “mirar al Beni y detener los abusos que están destruyendo la confianza del pueblo en sus instituciones”.
Fuente: https://lapalabradelbeni.com
Tras asistir a su tercera audiencia en un proceso que calificó como “marcado por presiones y sentencias abusivas”, el alcalde denunció públicamente la existencia de un patrón de injerencia y persecución política que afecta directamente al desarrollo del municipio y vulnera derechos constitucionales.
“Es muy triste ver cómo algunos jueces pierden su libertad por presiones externas. Lo que está pasando en el Beni no es un caso aislado, es el reflejo de una justicia enferma que castiga a quienes trabajan por su pueblo”, afirmó.
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Cámara señaló que su caso es solo un ejemplo de un problema mayor: la manipulación judicial para paralizar gestiones electas y frenar obras públicas.
“Nos obligan a transferir 2,7 millones (de bolivianos) al Concejo Municipal, congelan nuestras cuentas personales y emiten fallos expres para castigar la gestión. Esto no es justicia, es un mecanismo de control político. Y no me callaré ante eso”, remarcó.
El burgomaestre hizo un llamado directo al Tribunal Supremo de Justicia, al Consejo de la Magistratura y a la Fiscalía General del Estado para que intervengan el sistema judicial del Beni, revisen las resoluciones emitidas y garanticen el principio de independencia de poderes consagrado en la Constitución.
“Hoy me toca a mí, mañana puede ser otro beniano. No podemos permitir que los abusos continúen. Si no se escucha al Beni, encabezaremos una marcha pacífica hasta Sucre para exigir una justicia verdadera”, advirtió.
En su mensaje, el alcalde subrayó que su lucha no es personal, sino una batalla por la democracia y la dignidad institucional del país.
“Trinidad no se rinde. Esta es una causa nacional: recuperar la justicia, frenar los atropellos y demostrar que el poder no puede usarse para aplastar al pueblo. Los bolivianos merecemos una justicia libre, humana y justa”, concluyó.