
Las primeras señales de gestión del presidente electo Rodrigo Paz Pereira apuntan a un cambio de rumbo político y diplomático respecto a los últimos veinte años de hegemonía del Movimiento al Socialismo (MAS).
Fuente: Los Tiempos
Su decisión de no invitar a los mandatarios de Venezuela, Cuba y Nicaragua a su ceremonia de investidura refleja una ruptura simbólica y estratégica con el eje socialista latinoamericano que marcó la política exterior boliviana durante las presidencias de Evo Morales y Luis Arce, coincidieron analistas.
=> Recibir por Whatsapp las noticias destacadas
En entrevista con CNN, Paz explicó que su decisión responde a razones democráticas. “No invitaré a Nicolás Maduro, Daniel Ortega ni Miguel Díaz-Canel porque no son democráticos. Somos un país democrático y nuestra relación con el mundo se basa en la democracia”, afirmó.
El analista político Paul Coca consideró que esta posición “representa una señal clara de alejamiento del movimiento socialista en Bolivia y la región”, al romper con la línea diplomática mantenida por los expresidentes Evo Morales y Luis Arce, quienes mantuvieron estrechos vínculos con los gobiernos de La Habana, Managua y Caracas.
Para Coca, este gesto constituye “una señal inequívoca del alejamiento del movimiento socialista en Bolivia y en la región”. Según el especialista, “Paz busca reposicionar al país como una democracia abierta, con vínculos pragmáticos y sin alineamientos ideológicos”.
Apertura a EEUU
A diferencia de los gobiernos del MAS, que mantuvieron relaciones tensas con Washington desde 2008, el presidente electo expresó su intención de restablecer el diálogo y la cooperación con Estados Unidos.
Paz confirmó que ya mantuvo comunicación con autoridades norteamericanas para abordar temas de inversión, desarrollo y seguridad.
El portavoz adjunto del Departamento de Estado, Tommy Pigott, informó que el secretario de Estado, Marco Rubio, felicitó al presidente electo y destacó “la oportunidad transformadora que representa su elección para Bolivia y la región”.
Rubio expresó la intención de Washington de “asociarse con Bolivia para promover la seguridad, la prosperidad económica y el combate contra las organizaciones criminales transnacionales”.
La reapertura de las relaciones diplomáticas con Estados Unidos, suspendidas desde 2008 durante el primer mandato de Morales, “será la puerta de entrada del país a los organismos multilaterales”, señaló Paz en declaraciones a la BBC.
“El acercamiento a Estados Unidos es un paso clave para que Bolivia recupere credibilidad internacional y acceda nuevamente a los mercados y organismos multilaterales”, sostuvo Coca, quien destacó además que el país podría “abrirse a nuevas fuentes de inversión y asistencia técnica”.
Para la politóloga María Teresa Zegada, Paz muestra señales de apertura de Bolivia al mundo y el alejamiento de países que no son bien vistos desde el mundo democrático. Además relieva la presentación de propuestas concretas de Paz.
Regreso de la DEA
En materia de seguridad, el presidente electo anunció que su gobierno trabajará “con todas las instancias internacionales”, incluyendo a la DEA estadounidense.
“La DEA nunca se fue de Bolivia, nunca se va de ninguna parte. Ellos siempre están”, declaró a France 24, confirmando su disposición a fortalecer la cooperación antidrogas.
Paz también adelantó que mantuvo contactos con el presidente de Chile, Gabriel Boric, y que prevé reuniones con los gobiernos de Perú, Brasil y Paraguay para reforzar la seguridad fronteriza y la lucha contra el crimen organizado, en especial contra el Primer Comando Capital (PCC).
Para los analistas, otra señal de esta apertura es el anuncio del regreso de la DEA, la agencia antidrogas estadounidense, cuya expulsión en 2008 marcó un punto de quiebre en la política antinarcóticos del MAS. Paz afirmó que su gobierno “cooperará con todas las instancias internacionales en la lucha contra el narcotráfico”, lo que representa un giro completo en la estrategia de seguridad nacional.
Con estas primeras decisiones, Rodrigo Paz busca marcar una nueva etapa en la política boliviana, definida por el pragmatismo, la apertura internacional y la institucionalidad democrática, en contraste con los veinte años de centralismo y confrontación ideológica que caracterizaron a los gobiernos del MAS. “Bolivia entra en un nuevo ciclo político, en el que las alianzas se medirán por el compromiso con la democracia y no por afinidades ideológicas”, señala el analista Paul Coca.
Reunión empresarios
En el ámbito económico, Paz convocó al “Primer Encuentro Nacional con el Sector Empresarial y Productivo” en el que se socializó “las primeras acciones de Gobierno, con las que buscamos consolidar, junto al sector privado, el reposicionamiento de Bolivia en los circuitos internacionales de inversión, comercio y negocios”.
Paz aseguró que garantizará el abastecimiento de combustibles desde el inicio de su gestión y buscará el respaldo de los países vecinos para estabilizar el suministro.
Zegada menciona la importancia de conocer la estructura del aparato estatal y la conformación de su Gabinete Ministerial para tener claridad acerca del modelo económico.
Apoyo internacional
Tras su elección, Estados Unidos y otros ocho países emitieron un comunicado conjunto en el que expresaron su compromiso de apoyar los esfuerzos del nuevo gobierno para estabilizar la economía boliviana y fortalecer sus instituciones democráticas. El presidente de China, Xi Jinping, envió el viernes un mensaje de felicitación a Paz y mostró su disposición a reforzar los lazos bilaterales entre ambos países.
Fuente: Los Tiempos